CÁDIZ CF

Los dos caminos del conflicto Pina-Vizcaíno

La transición pacífica, con las dos partes mandando al alimón, o la batalla en los tribunales

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Juan Carlos Cordero, Quique Pina, Manolo Vizcaíno y David Buitrago en un partido en Carranza antes del desembarco de Locos por el Balón.
Juan Carlos Cordero, Quique Pina, Manolo Vizcaíno y David Buitrago en un partido en Carranza antes del desembarco de Locos por el Balón.

Un juego de cartas, una partida de ajedrez. Preferible antes que utilizar un lenguaje bélico aunque está más cerca de la guerra que del ocio. Ocurre cuando el ‘juguete’ (por desgracia, el Cádiz CF) es de dos amigos que lo comparten hasta que se enfadan, se pelean, y cada uno quiere un pedazo como pretendía el Rey Salomón. Pero el problema es que esto no se puede romper por la mitad al igual que en esa leyenda.

Quique Pina y Manuel Vizcaíno siguen sin estar de acuerdo, con posturas cada vez más alejadas y enfrentadas. No hay paz, la tregua se ‘vendió’ para tranquilizar al entorno, pero se siguen dando patadas debajo de la mesa. Radio Cádiz informaba por la mañana que el murciano ya ha ejercido la opción de compra del 50% de acciones de Locos por el Balón, la sociedad que es propietario del paquete mayoritario del Cádiz CF (el 49,5%).

Lo ha hecho a través del Señor X, como lo bautizó este mismo medio el 14 de septiembre. Canal Amarillo desvelaba que se trata de David Buitrago, hombre de máxima confianza del presidente del Granada aunque sin cargo en el club nazarí. Exdirector deportivo del Cartagena, íntimo de Pina (LA VOZ recogía esa imagen de este triunvirato en un choque con el Cartagena, cuando aún no habían desplazado a Sinergy), sería la persona elegida para acompañar o sustituir al sevillano en el mando en el caso de una transición pacífica.

Esa es la intención. Para ello han pedido una Junta General de Accionistas de Locos por el Balón para el 22 de diciembre. En ella desean que Vizcaíno (administrador único de esta entidad) dé un paso al lado y acepte la entrada de Buitrago. Piden una ‘firma mancomunada’ para que deje de ser el administrador único y todas las competencias se asuman entre los dos. Está por ver si quieren liquidarlo completamente o llevar la gestión a medias, pero con Pina marcando las directrices. El sevillano perdería poder, y sobre todo desconfía de quien antes era su amigo. Cuestión de (des)confianza.

Esa es la jugada desde Granada. Pero para eso necesitan la colaboración del actual presidente del Cádiz CF, quien manda en ambas sociedades. El duelo copero ante el Real Madrid le ha dado oxígeno a nivel económico, así que ahora también le aprietan en lo deportivo. Y el murciano tiene ventaja a la hora de prometer refuerzos y mejorar la marcha del equipo amarillo. Ya reconoce que en cuanto se desbloquee la situación volverá Jorge Cordero con varios nombres sobre la mesa. Oferta jugosa, suculenta para una hinchada decepcionada con el actual plantel.

La firma mancomunada

Esa ‘firma mancomunada’ representaría la opción de la transición pacífica. Pero Vizcaíno, a día de hoy, no la contempla (a la espera de si tiene suficiente fuerza para aguantar tal embestida). Desde el club niegan que se haya notificado de manera oficial la convocatoria de esa Junta el 22 de diciembre, y es que Buitrago lo ha hecho a través de un reconocimiento notarial que por mandato verbal que recogió José María Del Nido Carrasco. ¿Es válido? Para el presidente parece que no.

A la disputa entonces solo le queda enfilar el camino hacia los Tribunales. Desde Granada pedirían la liquidación de la sociedad Locos por el Balón, posiblemente en el Juzgado de lo Mercantil, con el fin de que el 49,5% de las acciones del Cádiz CF se repartan a medias.

Pero eso lo tiene que decidir el Juez en un litigio perjudicial para todas las partes, pues durante mucho tiempo (meses, o años) la entidad viviría una dura etapa de inestabilidad institucional. Si Pina y Buitrago consiguen su último objetivo, ese 24,75% de las acciones del club de Carranza, podrían unirse a otros accionistas como Federico González y Chico Puig (incluso comprarles sus paquetes) y ser los nuevos dueños… Pero esto no es tan fácil.

Es otro movimiento más, en una partida bien estudiada por todos pero que tiene muchos imponderables, tantos como ofrece el fútbol (resultados). El conflicto se puede arreglar en un minuto o en años. La cuerda se tensa porque hasta el momento nadie cede. El negocio es de ambos y están condenados a entenderse por el bien de éste, pero con dos personalidades tan ambiciosas todo puede pasar.

Las dos opciones

Tras la compra del 50% de acciones de la sociedad mercantil Locos por el Balón, propietaria del paquete mayoritario de acciones del Cádiz, David Buitrago (persona de confianza de Quique Pina) pide a Manolo Vizcaíno una firma mancomunada para llevar la gestión de la entidad al alimón. Se abren entonces dos caminos:

Opción A

Manolo Vizcaíno acepta la demanda del exdirector deportivo del Cartagena y permite que la gestión de la entidad se lleve entre los dos. El problema es la desconfianza del sevillano, que lo entiende como una maniobra de trasvase de poder.

Opción B

El presidente del Cádiz CF se niega, como hasta ahora. No reconoce la Junta General de Accionistas del 22 de diciembre y continúa mandando en el club amarillo. Entonces, Buitrago se plantea ir vía judicial, liquidar así la sociedad, y quedarse con la mitad del paquete del Cádiz. Un 24,75% que en unión con otros accionistas le serviría para mandar. Pero este proceso es arduo, complicado y lento.

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