Cádiz CF

Las torres del Cádiz CF también hablan

Cervera se reiventa para darle mayor protagonismo a su columna vertebral

Alfonso Carbonell

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De pie y a los lados, las torres cadistas Cifuentes, Sergio Sánchez, Garrido y Lekic.

Lleva el Cádiz CF de Cervera viviendo, o más bien, lleva la prensa y el entorno del Cádiz CF diciendo tres años y medio que este equipo vive de sus locos bajitos. Que si el ascenso en Alicante, y todo lo que dejó detrás, se fundamentó en la velocidad de Alvarito y Salvi, dos jugadores que se hiceron mayor en Segunda y donde el Cádiz CF consolidó su despertar.

Ya en el fútbol profesional, la dinámica de las críticas, locales y nacionales, siguieron por la misma deriva. ‘Esos bajitos con los que el Cádiz CF es capaz de hacer caer a cualquier gigante’ era la copla más extendidas en programas de radio, páginas de periódico o barras de bar. Y era verdad, porque tanto el sanluqueño y utrerano, al que también le acompañaban otros como Aitor García, Nico Hidalgo por momentos o el vasco Aketxe, representaban el juego de un equipo anclado en defensa y bien lanzado en ataque.Aquel año, con esas formas, el Cádiz CF logró meterse en ‘play off’ y casi que toca el cielo de Primera.

Pasó otra temporada y el método seguía siendo el mismo. ‘Robo y te vas’... Y así se llegó también, bajo el timón de Salvi y Álvaro García de nuevo, a la puerta de unos ‘play off’ que la cerró en la última jornada de Liga en Granada. Más allá de que se lograsen o no, de que el equipo se cayera en la segunda vuelta o de lo que fuera, lo cierto es que la filosofía del equipo seguía siendo la misma y esa no era otra que poner al servicio de los bajitos todo el trabajo y la solidaridad de un equipo entregado a la chispa de ambos extremos. Y funcionó.

Pero la cosa ha cambiado este año. La marcha de Alvarito obligaba a Cervera a reinventarse y a darle, más si cabe, muchísima más importancia a una columna vertebral que hasta esta temporada tenía un papel secundario pero no por ello imprescindible.

Así que, a los tres años, las torres del Cádiz CF hablan por encima de los locos bajitos, que siguen teniendo una voz cantante pero no tan preponderante como antaño.

Además, dentro de esta columna vertebral en la que se está basando el éxito de esta reacción amarilla aparecen jugadores de peso, tanto dentro como fuera del vestuario.

Alberto Cifuentes; Portero, 1,90.  La austeridad y el respeto bajo los palos

Es el que más palos tiene dado y se le nota hasta que en sus andares. Además, y con el permiso de Jon Ander Garrido, Alberto Cifuentes es el futbolista del Cádiz CF que más sabe lo que se cuece dentro de un vestuario que, como uno de los jefes que es, comanda con una mano izquierda y una nobleza propia de un profesional curtido en mil batallas. Su autoridad no sólo se queda entre las cuatro paredes de la caseta amarilla, sino que se extiende, ¡y de qué manera!, al rectángulo de juego. Eso sí, Cifuentes manda como el que más, pero siempre por debajo de un entrenador que este viernes, sin ir más lejos, le abroncó por no despejar con mayor contundencia un balón que cercaba la portería gaditana. Y es que a Cervera le gusta este portero, bien sea por su temple o porque recuerda a esos arqueros de los ochenta, noventa... Seguro cuando hay que ser seguro, nada palomitero, sobrio y austero en cada una de sus acciones y con experiencia. Además, el respeto que infunde en sus compañeros es evidente. Una voz de Cifuentes basta para cuadrar al mán pintado. Y para colmo, todo lo anterior lo secunda con intervenciones providenciales que valen igual o más que goles. Que se lo pregunten a Álvaro Vázquez y Marc Gual, últimos delanteros que saben lo que es chocar contra una pared con guantes.

Sergio Sánchez; Portero, 1,86. La jerarquía hay que pagarla porque también se cobra

Venía sin tocarla desde hace una temporada. Llegaba, como no puede ser de otro modo, literalmente ‘tieso’. Como prueba de ello, en sus primeros entrenamientos se rompía y dejaba al equipo con el parche de Edu Ramos para suplir a Servando, lesionado. Pero ha sido ponerse a jugar e ir cogiendo la forma a marchas forzadas y liderar a un Cádiz CF que con él no conoce la derrota. Un empate, en su debut ante el Sporting en Carranza, y seis victorias, seis, son los números que presenta un jugador que ante las cámaras dice que es «injusto» hacer ese balance con él en el campo. Lo dirá, y hace bien, pero como veterano que es sabe que no es verdad. Y lo sabe porque es de él de donde sale toda esa pujanza de un equipo bien atado atrás y que sale con decisión hacia delante cada vez que él da la voz de avance. Sergio Sánchez, desde el primer día, se ha convertido en el jerarca de un equipo que lo necesitaba como el comer. El central barcelonés cobra 250.000 euros por temporada, una cifra discutible para tratarse de un defensa pero que por cada jornada que pasa parece bastante lógica. Cada vez más.

Jon Ander Garrido; Mediocentro, 1,85. Un obrero sin el que nada saldría en este Cádiz CF

Juan Carlos Cordero tardó en renovarlo porque el muchacho se siente importante pese a asumir que él juega con el mono de trabajo, que es un currito y que, como tal, no le toca cobrar igual que el ingeniero. Lo admite, pero tanto él como su representante le hicieron ver que es el mejor de los obreros, ese que todo buen ingeniero debe demandar. Por eso mismo, el exdirector deportivo le subió el estatus en la nómina aunque sin llegar a la élite de Álex Fernández. Pero el caso es que el vasco es más titular que el madrileño y que con él en el campo han llegado los buenos resultados y, sobre todo, el dominio absoluto en el centro del campo. Porque lo que abarca Garrido no es normal. Sus zancadas, su escoba y su saber estar, cada vez más controlado, no solo ha hecho del doble pivote que forma con José Mari de los mejores de la categoría sino que le da a su entrenador cantidad de posibilidades en la medular a sabiendas de que con el vasco le basta y le sobra para controlar el centro. Comenzó lesionado la temporada, como la acabó la pasada. Pues bien, el Cádiz CF se quedó sin ‘play off’ con él en la grada y este curso se ha acercado al descenso también sin él en el campo. No es casualidad.

Dejan Lekic; Delantero, 1,93. Cervera ya tiene a su tanque de referencia

Como Garrido, no comenzó a tono la temporada pero a poco que se ha puesto a perder kilos el serbio es ese delantero que le faltó a Cervera el curso pasado. Tres goles en Liga y uno en Copa. Y va a más.Delantero de referencia, nada torpe con el balón y con una necesidad de entendimiento con Manu Vallejo que le hace ser mejor. El Cádiz CF tiene al tanque que buscaba.

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