Cádiz CF

La radiografía del líder alarma sobre una posible recaída

El ‘doctor’ cadista tiene motivos para asegurar que «la dinámica del juego no es buena» y llama al equipo a interiorizar de nuevo lo que antes funcionaba

Alfonso Carbonell

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El cuerpo siempre avisa antes de que un mal dé la cara. Pero si al frente del paciente hay un buen doctor, qué menos que ser optimistas de cara a sanar cuanto antes esos males que ha incubado el cuadro de Cervera , que en este caso es el médico donde descansa la salud del líder.

No hay que ponerse en lo peor. Nunca. Ni mucho menos decir que esas tres jornadas en las que el Cádiz CF sumó siete de nueve (Racing, Zaragoza y Las Palmas) pudieron suponer la mejoría del muerto, pero valga esa expresión para confirmar los males que aquejan al Cádiz CF desde que ha empezado el año 2020 . Un año al que entró con mal pie tras perder el último encuentro de 2019 en casa ante el Numancia, lo que supone que el líder tan solo haya sumado 9 puntos de los 24 disputados.

Pero dentro de este malestar, el Cádiz CF se recuperó gracias a tres jornadas donde, para colmo, favorecieron los resultados de sus perseguidores, lo que le permitió abrir brecha con ellos, sobre todo tras la jornada en la que se venció en Las Palmas. Pero esos buenos resultados puede que cegaran a parte de la afición, pero no a su entrenador, que incluso tras ganar 1-2 en el Gran Insular advirtió que el paciente no había salido de su proceso febril. Y eso mismo lo confirmó tras la derrota en casa ante el Málaga, donde se explayó a la hora de enumerar lo que le está pasando a su equipo. Fue rotundo. Tanto, que volvió a repetirse en ese discurso en el que infravalora el juego de calidad según por las botas por las que pase el cuero.

El técnico cadista fue de lo más claro en un mensaje que ha calado en el vestuario a pesar de las limitaciones que recuerda tiene su equipo y que los jugadores deben saber. Suena duro, otro año más, pero los resultados se empeñan en darle la razón a un entrenador que solo entiende un camino para llegar al ascenso: el mismo que recorrieron durante la primera vuelta.

«Hemos jugado una muy mala primera parte. No recuerdo un tiempo tan malo como el que hemos hecho hoy», dijo en clara alusión a los primeros 45 minutos en los que se decantó por una idea de fútbol que él no comparte abiertamente ya que salió con dos delanteros (Malbasic y Álvaro Giménez), a los que no dudó en sentar en el descanso.

Quiso cambiar el panorama pero no le salió del todo bien con la entrada de Nano Mesa y Edu Ramos. Pero pese a ello, no dudó en mandar un mensaje que repitió varias veces en una rueda de prensa postpartido más que crítica. «Cuando nos sacan de nuestro guión no somos buenos y ya hay equipos que saben cómo sacarnos de nuestra forma de jugar», manifestó afeando el juego de su equipo y elogiando el del Málaga de Pellicer, un entrenador que le ganó el duelo táctico de principio a fin.

Por si no había quedado suficientemente claro, Cervera elevó el tono de su crítica y recordó donde su equipo se equivoca. «Sufrimos muchísimos y no somos buenos», destacó aludiendo al juego con el balón. Y siguió. «Queremos hacer otras cosas que se salen de nuestras características y no podemos ni debemos hacerlo. Cada equipo y cada jugador tienen unas características. Tenemos que tener paciencia para hacer lo que sabemos porque en cuanto nos salimos de ahí, no somos buenos». Blanco y en botella.

A la hora de argumentar sus cambios, dijo que quitó a Malbasic y Álvaro Giménez porque estaba el partido bronco y ambos tenían tarjetas y también «para volver un poco a lo nuestro de hacernos fuertes en el centro del campo, pero no mejoramos lo suficiente».

Cervera tiene tan claro que el camino a seguir es el de ser un equipo sólido atrás, que sus líneas estén bien juntas y salir a la contra que no le importó repetir una y otra vez su discurso con tal de que el equipo lo vuelva a interiorizar cuanto antes. «Nos hemos salido de nuestro guión y queremos hacer cosas que no debemos y no podemos hacer», manifestó de nuevo en una rueda de prensa cargada de mensajes.

Por si no había quedado muy claro, poco después fue más contundente aún. «Empezamos a querer la pelota y pensamos que nosotros con el balón podemos ser diferentes y mejores que el contrario... Y nosotros, con Perea y Álex (quizás)..., pero hay ciertos momentos, como en la parte de atrás, donde no somos buenos manejándolo y cuando jugamos con el portero tampoco». Más blanco aún...

Y es que para Cervera los hombres que tiene en la retaguardia «no son jugadores de balón sino de otro corte y cuando queremos iniciar desde atrás y los equipos nos conocen y nos aprietan cometemos muchas imprecisiones», asevera poco antes de concluir con una afirmación lapidaria pero cargada de verdad. «Cuando éramos más cerrados y más aburridos, éramos más sólidos. Ahora somos más abiertos...». ¿Oído cocina?

Por todo ello, Cervera tiene claro que «la dinámica de juego no es buena» y que o se comienza a volver a trabajar más y mejor lo que antes salía o la cosa se puede poner muy delicada.

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