Cádiz CF

La lesión de Salvi traslada más presión a Carlos Calvo

El madrileño, uno de los fichajes estrellas en enero, aún no ha demostrado nada y ahora le llega su oportunidad

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Carlos Calvo dispara a puerta en un entrenamiento.
Carlos Calvo dispara a puerta en un entrenamiento.

Fue la nota negativa de la jornada del sábado. Sin duda, la lesión de Salvi hizo que muchos cadistas no terminasen el partido todo lo felices que merecía la victoria. El golazo de David Sánchez, el doblete –con flechita y todo– de Dani Güiza y la constatación de que la irrupción de Salvi era toda una realidad. Demasiadas cosas para que todo siguiese yendo igual. Todo era alegría hasta que a falta de diez minutos para el final Salvi se bajaba, obligado, de un contragolpe que iba siendo mortal por culpa de rotura fibrilar que encendía todas las alarmas.

Como es sabido, el veloz extremo sanluqueño sufrió una lesión muscular en el minuto 79 de partido al liderar una contra de la que tuvo que descabalgar, ni sin antes entregarle la pelota a Álvaro García para que acabase la jugada.

Los gestos de dolor de Salvi mientras se retorcía en el césped hicieron temer lo peor. Ya en sala de prensa, Claudio lamentó el hecho pero descartó que fuera una cosa más seria y comentó que se debía a problemas musculares. Hubo que esperar algo a más a las primeras valoraciones por parte del cuerpo médico del Cádiz CF. «El jugador ha sufrido un pinchazo en la parte posterior del muslo de la pierna izquierda y esperaremos al lunes para realizar las primeras pruebas médicas» valoró el doctor Fernández Cubero. Además, el galeno cadista destacó que «será entonces cuando conozcamos el alcance exacto de la lesión y el proceso de recuperación correspondiente».

Aunque se conocerá el alcance de la lesión a lo largo del día de hoy, de la situación se desprende que el sanluqueño estará en el dique seco alrededor de un mes. Todo un contratiempo para un equipo que estaba disfrutando de los mejores momentos de Salvi, que en apenas tres jornadas lleva la nada despreciable cifra seis asistencias directas de gol. Al jugador, que llegó el pasado verano procedente del Villanovense, se le veía en su momento más dulce. El público de Carranza no tuvo otra que ovacionarlo y corear su nombre después de una jugada en la que encaró hasta a tres rivales, disparó a puerta dos, amagó otras tantas hasta que fue cazado por un contrario. Era el segundo partido consecutivo en que el de su nombre resonaba en la atmósfera del Ramón de Carranza. Atrás quedaba su pase de gol para que Güiza abriera el marcador, o su enésima asistencia desde la línea de fondo para que Lolo Plá pudiera haber finiquitado choque. Pero lo peor estaba por llegar. Y llegó en una jugada en la que salió disparado desde su propia área, como tantas otras veces había hecho antes, hacia el arco contrario. Pero se rompió. De tanto forzar la máquina, su pierna dijo basta y tendrá que frenar en seco. Ahora que no paraba de encarar contrarios, ahora que no se cansaba de asistir a sus compañeros, ahora que no detenía su evolución.

Y ahora es el momento para otro jugador que tiene y debe que marcar las diferencias. Algo que aún no ha hecho. Pero la afición lo espera. Y tiene que convertirse en un jugador desequilibrante. Para eso cuenta con uno de los mejores currículums del vestuario. Su nombre es Carlos Calvo y llegó con la etiqueta de titular pero está muy lejos de conseguirlo. No obstante, la inoportuna lesión de su compañero forzará la situación y sobre el madrileño que llegó en el mercado invernal de Huesca recaerá la responsabilidad de sustituir a Salvi en un momento trascendental de la temporada. Ha participado en cuatro partidos, dos como titular y ninguno lo ha jugado entero. Ante La Hoya Lorca fue expulsado y en Lepe salió para perder tiempo. Ha llegado su momento y el Cádiz no puede seguir esperando más.

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