Cádiz CF

La encrucijada de Cervera

Cinco jornadas sin ganar son demasiadas para una directiva que esperaba más de este Cádiz CF

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Cervera antes del partido frente al Rayo
Cervera antes del partido frente al Rayo

O no se explicó bien, o lo que dijo no cayó nada bien. Eso está claro. El caso es que las declaraciones de Álvaro Cervera del pasado domingo, justo después de que el cadismo viera como se esfumaban dos puntos que nunca debieron salir del bolsillo tras irse al descanso ganando 2-0 al UCAM, han acelerado las ganas de despedirlo en el sector más crítico con su gestión.

Desde el club, como es normal, el silencio es la nota predominante. A la pregunta de si el entrenador está en la cuerda floja se responde con evasivas aunque manteniendo en todo momento la sorpresa por la pregunta formulada, como dando a entender que nadie dentro del club se lo está preguntando.

Así es el fútbol. Nunca se puede decir que de ese agua no beberé, como suele repetirse cada vez que llega una situación límite.

El caso es que la confianza de parte de la grada parece evidente que el entrenador ‘milagro’ ya lo ha perdido. La impaciencia y la exigencia en esta plaza han vuelto a aparecer y el crédito con Cervera parece regatearse. Muchos parecen haber olvidado lo que logró el curso pasado. Como suele decirse, también, el fútbol no tiene memoria.

La semana pasada, en la antesala del encuentro ante el UCAM, el director deportivo Juan Carlos Cordero ratificó a su entrenador en lo que muchos vieron como un previo al ultimátum. Aunque, como es obvio, Cordero niega falta de ‘feeling’ con el entrenador, a nadie se le escapa que Álvaro Cervera no es de la cuerda ni de él, ni mucho menos de Pina. Ni Cervera está en el banquillo por ellos –lo trajo Vizcaíno en plena guerra fría con el entonces presidente del Granada–, ni cuenta con la confianza ciega que cualquier entrenador de su cuerda podría contar llegado el caso de crisis de resultados.

Pero el caso es que el Cádiz CF no termina de arrancar, sin embargo tampoco es que se encuentre en una situación al borde del colapso. Es cierto que lleva varias jornadas consecutivas en los puestos de descenso, aunque se mantiene a un punto de salir de ellos. Sin ir más lejos, si el Cádiz CF llega a sumar los tres puntos ante el conjunto universitario el pasado domingo ahora mismo la situación sería mucho menos delicada de la que muchos se empeñan en escenificar.

Lo que pesa como una losa en el club cadista es la sensación de incapacidad para sacar adelante cualquier partido. Cinco jornadas sin conocer la victoria son muchas para una directiva que si bien asume que habrá que reforzar la plantilla en el mercado invernal, tampoco piensa que el equipo es tan inferior a otros. «Hay plantilla para permanecer sin problemas», llegó a decir Cordero en la Cadena Ser la semana pasada en la misma tertulia donde ratificó a Cervera como entrenador del Cádiz CF «pase lo que pase ante el UCAM».

Y es que los mensajes salidos por boca de Cervera no deben gustar desde hace tiempo a Pina. Eso, al margen del ‘capítulo Carlos Calvo’, denostado por el mánager general, relanzado por el entrenador y apaciguado por el director deportivo, que dijo que Cervera trató el tema de convocarlo previamente con la directiva.

Combativo discurso

De Cervera ha salido, día tras día, que o su equipo juega al 200% o pasará problemas. Algo evidente, sí, pero no tanto cuando se repite continuamente y ese mensaje llega a los despachos, lugar desde donde ha fichado con la creencia de que el equipo es mejor de lo que está ofreciendo. También alarmó Cervera con la falta de calidad de sus centrales. «Servando y Aridane son grandes defensas, pero tienen problemas a la hora de sacar la pelota jugada». Otro clásico de muchos entrenadores en los últimos tiempos en el Cádiz CF es la demanda de un futbolista que se encargue de los lanzamientos a balón parado. Tenía a David Sánchez, pero se lo quitaron de la noche a la mañana. Y después, ni Brian, ni Álvaro García, ni Mantecón le valieron.Ahora parece estar satisfecho con Calvo, al que Pina definió no hace mucho como un «estorbo». Otra queja más.

Pero la gota que ha colmado el vaso fue tras el empate ante el UCAM en el que Cervera vino a decir que «con el equipo que se ha terminado el partido no se puede competir». La frase, como todo en el mundo del fútbol, no debe estar bien contextualizada. Sin embargo, y envenenados por lo visto durante los segundos 45 minutos de juego, muchos aficionados juraron en arameo cuando leyeron esas declaraciones. Ni tanto, ni tan poco. Pero el caso es que ese balance del encuentro, rematado con una frase lapidaria no debe haber mejorado la sintonía entre los despachos y el banquillo.

Este domingo espera un desplamiento complicado a Lugo. El Cádiz CF visita la casa del Lugo, tercer clasificado, ni más, ni menos. Para más inri, los de Luis César Sampedro solo han perdido un partido en su estadio, han ganado tres y han empatado uno. Los gallegos vienen de perder en Reus y estarán necesitados de retornar al camino de las victorias. Por tanto, la papeleta del Cádiz CF de Cervera no es nada fácil. No solo ya por la necesidad de puntuar, que también, sino por el hipotético daño que podría hacer una derrota abultada en un escenario que no se aleja mucho de la realidad que explica la clasificación.

Cervera se encuentra ante una gran encrucijada. Y opciones tiene pocas a su alcance. Agarrado a su estilo, el entrenador del Cádiz CF confía en que su equipo pueda adelantarse en el marcador para tratar de llevar el encuentro a su terreno. De lo contrario, el Lugo abrirá aún más una grieta que podría llevarse por delante a un entrenador que no cambiará el método por mucho que su futuro comience a estar en el aire.

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