Cádiz CF

Getafe-Cádiz CF (PREVIA) La mejor prueba de resistencia

Si el once amarillo es capaz de ganar hoy al Getafe, el discurso de la permanencia quedaría totalmente deslegitimado

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Güiza sujeta a Álvaro García en un entrenamiento de esfuerzo.
Güiza sujeta a Álvaro García en un entrenamiento de esfuerzo.

Que nadie se asuste. Que a estos muchachos de amarillo, desde ya, hay que sacarlos a hombro sin importar donde acabarán la temporada regular. Que nadie se vaya a enfadar.Que nadie se agobie. Que hay que disfrutar y que se va a hacer. Seguro. Pero que nadie olvide una cosita: Si a estos de amarillo les da por ganar hoy en el campo del Getafe, un recién descendido con plantillón para volver por decreto a Primera ya mismo y una vez pasada la broma pesada de renovar al argentino Esnáider, lo del discurso de la permanencia se lo va a creer un romano.

Por supuesto que es la fórmula maestra para conseguir lo que nadie del club quiere pronunciar en público.

¿Quién no se acuerda del ‘partido a partido a por los 50 puntos’ de Víctor Espárrago? Un señor mayor al que daba pereza hasta discutirle algo. Pero el señor mayor creó el milagro desde un discurso cansino, aburrido y que no se lo creía ni él.

Pues estamos en las mismas años después. Mismo discurso, misma pasión en la grada, misma fiebre en los desplazaimentos, mismas sensaciones... Y así estamos porque Cervera y sus chicos están empeñados en seguir estirando el sueño real de un cadismo que llevaba seis años con la porquería hasta el cuello. Seis años de los que se ha salido como siempre suele salir este endémico club. Con fuerza, con vigor, sin complejos y con una ilusión bárbara que destruye objetivos y construye grandes esperanzas que, por desgracia y a la larga, acaban volviéndose en contra. Esa es la historia de un club que vive continuamente en una noria de sensaciones y que arriba, lo que es arribita, se mantien más bien poquito. Pero ahora se va caminito de la cima y por lo mismo que este club sabe sufrir con denuedo, también sabe disfrutar de lo lindo cuando el panorama se pone a huevo. Este club es reflejo de su ciudad y se comporta igual que sus habitantes.

Y las cosas se están poniendo bien porque se está confiando en el trabajo de un entrenador que a fuerza de entrega, corazón e inteligencia ha hecho de un bloque mediocre un auténtico ejército de destrucción en el que los soldados están creciendo de una manera sorprendente. Los rivales ya lo saben y le temen. Ayer mismo, Bordalás –técnico del Getafe– lo decía sin tapujos. «Viene un rival directo».

Y claro que lo es. La marcha de este Cádiz CF ha superado la expectativas de todos. Hasta de Pina y Cordero no han tenido otra que mirarse a los ojos, otra vez más, y poner al servicio del sueño tres fichajes como la copa de un pino para un equipo que quiere conseguir... «la permanencia». Ja ja ja ja...

Bueno, risas aparte, este Cádiz CF ha madurado lo suficiente para remontar partidos, para ganarlos en inferioridad numérica y para saber empatarlos cuando ve la aguja mareada. Vamos, que lo tiene todo. Y hoy se ve las caras ante el quinto clasificado. Un Getafe que con Bordalás ha ganado todo lo que perdió con el inexperto de renombre Juan Eduardo Esnáider y que ahora no tiene más objetivo que, como mínimo, optar al ‘play off’ de ascenso dada la rémora con la que contaba y el buen momento de Levante, disparado, y Girona.

Porque puede decirse que, ahora mismo, esta tarde a las ocho, Getafe y Cádiz CF comparten el mismo objetivo. Mantener una plaza de ‘play off’ y esperar el resbalón del Girona, que de momento está aguantando el tipo.

Para eso, ambos equipos saldrán con la idea de sumar tres nuevos puntos. Más necesitado estará el Getafe, algo con lo que el Cádiz CF debe saber jugar. Los de Bordalás, quieran o no, tendrán que buscarle las cosquillas a un Cádiz CF que, por otro lado, estará como loco de que se la busquen para salir a la contra aprovechando esos espacios donde los Salvi, Álvaro García y Ortuño son letales.

El Cádiz CF lleva ya un tiempo encaramado en los puestos de ascenso por méritos más que propios. Durante su estancia, el once amarillo no ha experimentado el más mínimo vértigo. Es más, de no ser por el buen momento del Girona, estaría mucho más cerca del ascenso directo de lo que lo está ahora. Por tanto, ha demostrado que sabe mantener el tipo. Lo ha hecho ante equipos metidos en otros fregados, pero hoy le toca medirse a uno de los llamados ‘gallitos’. Una prueba de resistencia que, de pasarla, mandaría a tomar viento el discurso de la permamencia. Más allá de lo que se diga desde el club, aunque no se lo creyense ni ellos. El Cádiz CF, si gana hoy, se presenta a todo.

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