CÁDIZ CF

Cultural Leonesa-Cádiz CF (0-1): Álvaro corazón de León

El Cádiz CF aplica la exitosa fórmula de la doble A: Alvarito golpea y Alberto Cifuentes ataja

José María Aguilera

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Álvaro, una pesadilla para el lateral rival.,

El Cádiz CF. Tres meses sin ganar fuera. Desde la conquista de la Romareda, la aciaga tarde que terminaba con José Mari en el hospital. La marejada, cercana la tormenta, amenazaba con arrasar un proyecto sencillo y claro, sin alardes. El 'presi' imputado, el 'mandamás' entre rejas, y Cervera solo ante el peligro, a lo Gary Cooper. ¿Solo? En absoluto. Sus futbolistas no han perdido la fe.

Son conscientes de que tienen la calidad justa para ganar. La justa, sí, pero para vencer y por ende ascender. Sin esperar goleadas, exhibiciones de abrumadora superioridad . Siendo sólo ligeramente superior en el resultado y sufriendo como cabras de gran tamaño. Y ahí siguen, contra viento y marea, temporales y tornados, alcanzando al Rayo y recuperando su plaza de ascenso directo a Primera División (queda esperar la jornada de los vallecanos).

El Cádiz CF aplicaba en León la fórmula de la doble A: Alvarito golpea, Alberto, Cifuentes, ataja. Lo cierto es que casi siempre el plan sale bien. Alteraba el orden de juego de la Cultural, le aguantaba en momentos puntuales y, cuando veía la oportunidad, alzaba el pie y daba ese paso adelante para saltar de uno a tres puntos merced al Speedy García de Utrera . Con su corazón desbocado deja en inmejorable posición a los amarillos antes de los dos enfrentamientos ante los dos primeros, Huesca y Rayo. Otro regalo de un plantel que se ha acostumbrado al jamón, y que no piensa quedarse con la mortadela del pasado curso.

Consumada la milonga, se cambia de baile

Noche fría, partido caliente. Consumada la milonga, toca interpretar un nuevo paso de baile, mucho más ambicioso. A danzar. La devoción deja paso a la ilusión y Cervera refuerza su bloque apostando por el mismo once que liquidaba al colista con más contundencia en el resultado que el juego.

Son los elegidos para la hazaña. Salvo ligeras variaciones en la zaga por lo parejo de la retaguardia, el talento, la velocidad y el equilibrio están ahí, en esa alineación. Los adversarios lo reconocen y la propia 'Cultu' ofrecía un trueque de papeles, renunciando a su habitual fútbol de posesión para presionar arriba y salir rápido con pases largos filtrados a la espalda de la última línea.

El Cádiz CF aceptaba el envite. Se aceptaba superior, o al menos igual, y agarraba el cuero para participar en un peculiar intercambio de golpes, todavía excesivamente tímidos. Un par de amagos de los puñales amarillos en el flanco visitante, el incordio de Salvador en el bando local. La emoción, agradecida por el espectador pero incómoda para el que manda desde el banco, se quebraba con la inoportuna lesión de Moutinho.

El gaditano Iza ingresaba en el campo y el contratiempo frenaba el ímpetu leonés. Regresaba a su fútbol de toque, inofensivo ante un enemigo muy difícil de superar en parado, y el tiempo corría sin noticias en el reino castellano. La estrategia se erigía como el principal peligro, amén de las cabalgadas de un inspirado Alvarito.

La amenaza del utrerano empujaba a los blanquillos hacia su propio arco. Oportunidad para las apariciones de Perea, con mucha calidad pero sin la chispa necesaria para culminar tan buenas intenciones. El duelo reducía revoluciones y eso siempre perjudica a los amarillos, que necesitan velocidad, nervio, energía, y se contagiaban de un ritmo apático.

Cultural Leonesa-Cádiz CF: Agitada segunda parte

La salida de vestuarios azuzaba el duelo. La chilena de Buendía y la falta lanzada por Iza aceleraban la contienda. El Cádiz CF soltaba algún latigazo, aún lejos del meta Palatsi.

Entonces, el cuadro de Cervera daba un clarísimo paso adelante, una zancada, que cerca estaba de consagrar Jona en la enésima arrancada de Alvarito. El ariete remataba al cuerpo del cancerbero, y dos minutos después repetía la acción desbaratado ahora por el defensor.

El señor García, el correcaminos de la banda izquierda, obligaba al técnico contrario a descartar a su lateral Bastos e incluir a Mario Ortiz. Los amarillos empezaban a hacer daño tras hacerse dueño absoluto del balón. Elaborando con Perea por dentro, con el utrerano por fuera y Jona haciendo un desgaste supino.

Y el tanto abría la puerta a la llamada cadista. Un desplazamiento largo de Cifuentes lo convertían en asistencias dos errores concatenados de los leoneses, sirviendo el esférico al atacante amarillo. Que no podía ser otro que Alvarito . El zurdo desbordaba al arquero por velocidad y consumaba el éxito con un remate a placer.

El león herido lanzaba tres zarpazos peligrosísimos. Pero Cifuentes domaba a la fiera. Alvarito y Alberto se levantaban como los pilares de esta victoria. Lástima que el resto no cerraba definitivamente el choque. Cervera se desgañitaba y buscaba detener el impulso de la Cultural con las incorporaciones de Barral y Moha. Sin embargo, el choque no hacía más que confirmar que al cancerbero de Albacete van a tener que esculpirle una estatua para colocar en Carranza.

El empuje local, el temor visitante. Entre ambos amenazaban con quebrar la delgada cuerda que mantenía atado el choque. Para que no se deshilachara la guita y se rompiera el amarre, el míster retiraba a un Perea irregular y exponía su deseo de un mayor control con la presencia de Abdullah.

El príncipe de Comores tiraba más de músculo que de talento y las fuerzas expiraban en un digno rival que entregaba su reino a cambio de una tregua final. El Cádiz CF conquista una nueva plaza. Termina una nueva batalla. Ahora llega la gran guerra.

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