Cádiz CF

Cordero ya quiere un plan B

El director deportivo del Cádiz CF desea un equipo más creativo y con iniciativa para el año que viene

Alfonso Carbonell

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Juan Carlos Cordero y Álvaro Cervera, en un entrenamiento en El Rosal.

Se desconoce el crédito con el que partirá Álvaro Cervera la próxima campaña. Por supuesto que en la grada será diferente. Habrá aficionados que toleren menos su fútbol y habrá otros –se supone que la mayoría, o no– que aplaudan todo lo que se tenga que aplaudir siempre y cuando el equipo mantenga los parámetros necesarios para no descender. El tema es conocer con qué crédito partirá dentro del club, especialmente, dentro de la dirección deportiva que comanda Juan Carlos Cordero.

Sobra decir que el técnico cadista saldrá de la parrilla de salida, como no puede ser de otra manera, con toda la confianza y más de su dirección deportiva. Esa misma que le renovó el pasado mes de octubre cuando el equipo atravesaba una ligera crisis de resultados que, en cambio, no le privó de acabar la primera vuelta en la segunda posición. Cordero y Pina lo renovaron para los dos próximos años haciéndole dueño y señor del futuro reciente de un Cádiz CF que ha acabado la temporada de una manera ciertamente decepcionante al salirse en la última jornada de Liga de los puestos de ‘play off’ tras ganar solo un partido de los últimos once disputados.

Lejos de analizar profundamente una recta final de Liga protagonizada por el bajón físico del equipo y los lesionados Salvi y Garrido sin poder jugar los partidos claves, tanto Cervera como Cordero se han puesto manos a la obra para comenzar a planificar la temporada venidera. Eso sí, con otro discurso algo diferente al que ha hecho suyo el entrenador cadista en los últimos días. Porque por supuesto que en el Cádiz CF se piensa que Cervera es el mejor entrenador posible para el equipo amarillo, pero tan cierto es eso como que no se termina de comulgar con todas sus tesis. Esas ideas encaminadas a potenciar el discurso de que ‘este equipo juega así o no es mejor que nadie’ no hace mucha gracia ni en el vestuario, ni en las zonas nobles de la institución cadista. Entiéndase el ‘así’ como el hecho de jugar a destruir y no a construir. No hace falta decir que la humildad, el compromiso y la solidaridad defensiva seguirán siendo el ‘adn’ de un equipo que seguirá estando formado por «hombres y no nombres», que diría Cordero la semana pasada.

Pero entre otras cosas que soltó el director deportivo murciano en la rueda de prensa donde dio su opinión sobre la temporada se encuentra una frase que no hace otra cosa que lanzar un claro mensaje reivindicativo al que es su entrenador. «El Cádiz CF de Álvaro Cervera tiene unas virtudes, pero esas mismas virtudes a veces se convierten en defectos», dijo a modo de sentencia un Cordero esperanzado en poder hacer cambiar la mentalidad de su entrenador trayéndole jugadores con los que pueda tener ese maldito ‘plan B’ que siempre se le complica a Cervera cuando los suyos reciben un gol y tienen que remontar. Para colmo, todo indica que el curso próximo no podrá contar con dos jugadores, Alvarito y Salvi, que son el ‘abc’ de un sistema que sin ellos no se entendería.

Por eso mismo, entrenador y director deportivo tendrán por delante un verano en el que deberán trazar las líneas maestras de un proyecto que no puede seguir aguantando el peso único de un sistema que ha terminado estancado debido al más que lógico seguimiento que hicieron de él unos rivales que no atacaban al Cádiz CF como en la primera vuelta.

La misión es clara: hay que ser imprevisibles, creativos y tener más plan que ese que ha dado tanto en temporadas anteriores pero al que le han colocado fecha de caducidad.

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