CÁDIZ CF

Claudio, en su peor momento de confianza

El entrenador ha perdido gran parte del crédito que tenía con los malos resultados y los continuos cambios en las alineaciones

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Claudio está más cuestionado que nunca.
Claudio está más cuestionado que nunca.

Mucho se habla de idas y venidas de futbolistas. De jugadores que en el mercado invernal llegarán al Cádiz CF y por tanto de las salidas que ellos provocarán. Pero la mirada ya se empieza a desviar al banquillo.

Claudio Barragán tenía mucho crédito. Llegó al equipo amarillo la pasada temporada con ocho puntos de desventaja con respecto al UCAM Murcia, y lideró una gran remontada para acabar siendo campeón del Grupo IV con una solvencia tremenda, igualando el récord de puntos en la historia del Cádiz CF en Segunda B.

Sin embargo, tropezó en el ‘play off’, con dos eliminaciones a manos del Real Oviedo y el Bilbao Athletic. Tuvo su cuota de responsabilidad, pero Manolo Vizcaíno siguió confiando en él para dirigir este segundo proyecto.

Los resultados mandarán

No obstante, los resultados mandan, y estos siempre condenan. El Cádiz CF es cuarto a cinco puntos del principal objetivo, con un Real Murcia que puede ponerse a siete. Una distancia excesiva.

A Claudio se le critica que no ha sabido formar un bloque de once o doce jugadores, que pueda distinguirse perfectamente la alineación de gala con pequeñas permutas. Ha mantenido las rotaciones, confundiendo a sus propios futbolistas, que pasan del campo a la grada y viceversa de un partido a otro. Con ello ha conseguido que muchos de los jugadores claves no hayan tenido la continuidad necesaria, y se agarran a este argumento para excusar su alarmante bajón de juego.

Varía mucho su planteamiento en función del adversario, siempre fuera de casa. En ocasiones, y eso es responsabilidad compartida con el centro del campo, no se sabe a qué juega este Cádiz CF.

Para colmo, las críticas han hecho mella en su carácter. De tener mano izquierda e incluso bromear en los buenos momentos, ha comenzado a guerrear con fantasmas que sólo él encuentra a su paso. Son continuos los roces con los periodistas, pese a decir que no lee ni oye nada, y el viernes dio el plantón a los informadores que le preguntaban por la Copa del Rey, la noticia de calado a nivel nacional.

No queda otra. Dependerá de los resultados. Una derrota en Carranza la próxima semana ante el Real Jaén lo dejaría al borde del abismo. Con el quinto apretándole, soplándole en el cogote. ¿Hasta cuándo podrá soportar? Ya lo que quiera el presidente Manuel Vizcaíno.

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