Cádiz CF

Carranza, arma de doble filo para el Cádiz CF

El tenso ambiente que se respira en el feudo cadista puede afectar al equipo

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Un aficionado muestra su descontento con el juego del Cádiz CF en Carranza.
Un aficionado muestra su descontento con el juego del Cádiz CF en Carranza.

Carranza comenzó siendo un fortín para el Cádiz CF y va camino de convertirse en un auténtico polvorín. De fortín a polvorín en un reducido periodo de tiempo. Y no lo es más gracias a que este año no hay un líder tan lanzado en la tabla como el pasado estaba el UCAM Murcia de Eloy Jiménez, que está sin equipo, por cierto. De haberlo, a nadie se le escapa que Claudio, en estos momentos, dirigiría este domingo (17.00 horas ante la Balona) desde un patíbulo en vez del banquillo. Antonio Calderón, que también tuvo en su haber el éxito de la Copa pero con la mala suerte que le tocó un descafeinado Villarreal en vez del todopoderoso Real Madrid, ya estaba con un pie en la calle.

Los dos los tendría la tarde en la que, precisamente, la Balona le remontó un partido en La Línea que desembocó en la llegada de Claudio al banquillo gaditano. Ni que decir tiene que el ambiente en Carranza con Calderón estaba mucho más dividido que con Claudio, que eso sí, comienza a escuchar cánticos contra su persona y ha comenzado a liquidar parte del crédito ilimitado que tenía no hace mucho tiempo. Por terminar de comparar, el juego del actual Cádiz CF es netamente inferior al que entrenaba Calderón, con la diferencia que el de Manises tiene mucho menos mimbres que el gaditano. Porque, eso sí, parece aprobado por la mayoría de la afición que este año hay mucho peor equipo que el pasado pese a que la plantilla actual sí tiene de esa veteranía (Cifuentes, Abel o Güiza son los ejemplos más claros) que tanto se echó de menos en los ‘play off’ de ascenso a Segunda A.

Del ‘run run’ a los pitos

Los gritos ‘Saca al Cádiz B, saca al Cádiz B’ que se escucharon el pasado sábado durante el patético empate ante el colista Betis B en Carranza deben aún retumbar en la cabeza del entrenador valenciano, que da la sensación de que a medida que avanzan las jornadas se va desnortando un poco más.

Lejos en el tiempo queda ya la desastrosa gestión de unos ‘play off’ de ascenso que dejaron al Cádiz CF, un año más y van seis de manera consecutiva, en el pozo de la Segunda B. Lejos queda ya en el recuerdo el tremendo error de alinear juntos a Jona y Airam ante el Oviedo en el partido donde se presentó más real que nunca el deseado ascenso. Lejos queda ya la temible revolución en el Rico Pérez que casi cuesta la eliminación prematura en una eliminatoria donde las acciones arbitrales resultaron claves para que el Cádiz CF sigiuera camino de la agonía definitiva en el Nuevo San Mamés, donde aún colean las extrañas negociaciones por unas primas de ascenso que dejaron a los jugadores pensando más en el verde de los billetes que en el ver de del campo. Ya, en Carranza, cuando llegó la reacción, el 2-0 fue una losa tremendamente complicada de superar. Y en mitad de todos eso, Claudio Barragán, un entrenador que se ha ganado un crédito ilimitado después de la resurrección de un equipo (el Cádiz CF suyo) y la debacle de otro (el UCAM) que acabó con el Cádiz CF liderando en solitario y con autoridad el grupo IV aunque para nada al final. Pero hasta ahí, pare usted de contar.

El comienzo liguero ha sido normal tirando a malo. En casa se ganaba casi que por decreto. Lo que debe ser ley de vida para cualquier Cádiz CF anclado en Segunda División B. Así, Cartagena (4-2), Algecias (3-0) y Villanovense (3-0) fueron pasando por caja sin rechistar mientras el equipo empataba sus partidos en casa sin pena ni gloria. Se dejaba pasar. La media y inglesa con los empates en (Huelva, Granada, Marbella y Lorca), los pases coperos y todo ese rollo salvaba al técnico hasta que llegó el Murcia y se llevó los tres puntos en Carranza (0-1). Luego San Roque de Lepe (1-1) y Betis B (0-0) empataron y, ya sí, Carranza explotó contra el equipo y, por consiguiente, contra su entrenador.

Pese a todo, al Cádiz CF ahora le ha dado por hacer los deberes fuera de casa y las victorias por la mínima en Melilla (0-1) y Linares (0-1) han salvado a Claudio de estar en entredicho. Eso, pero muy especialmente, la irregular marcha de un líder, el UCAM, que tan solo le saca tres puntos al conjunto gaditano, que es tercero por detrás también del Real Murcia, que lo tiene a dos puntos. Empatados a puntos con el Cádiz CF, Sevilla Atlético y La Hoya Lorca, mientras a que a un punto de este tridente liderado por el once amarillo se sitúa el Granada B. Ahora mismo la tabla de la clasificación es el principal aliado de un Claudio Barragán que está contando con los inconvenientes de dos lesiones que merman notablemente el ataque del equipo como han sido las ausencias de Juanjo y Andrés Sánchez en los laterales.

Pero fútbol es fútbol como diría aquel, y en este deporte lo que importa son los resultados. Y luego, muy seguido, el juego del equipo. Y ahora mismo el juego del equipo es desastroso. Algo que se puede respetar, siempre y cuando no se pierda, fuera de Carranza, pero en el estadio gaditano la afición ha comenzado a levantar la voz. Y de que forma.

Por tanto, del fortín que tendría que ser Carranza, los tres últimos resultados han motivado que ese mismo estadio se haya convertido en un polvorín con sus propios jugadores, que ya han comentado que el ‘run run’ de la grada, y mucho menos los pitos, no ayudan a dar confianza al grupo.

Sin duda, el partido de este domingo ante la Balona, otro equipo que se encuentra en descenso y que vendrá a vender cara su piel, debe servir para que los de Claudio enderecen el rumbo cuanto antes. No obstante, y si a medida que pasan los minutos no llega el gol del Cádiz CF, la grada de Carranza puede convertirse en un arma de doble filo que acabe por hundir las ideas del equipo y amenazar el futuro de su entrenador.

ÚLTIMAS VÍCTIMAS DE CARRANZA

Temporada 2010/11 Risto Vidakovic

«A mi nadie me fichó para ganar la Copa», se atrevió a decir Vidakovic nada más caer elimido ante el Poli Ejido en la tercera ronda copera. Aquello nada más que fue el principio de una deriva en la que se metió su equipo en casa, que apenas se sabía a qué jugaba hasta que en la jornada decimotercera perdía 1-2 en casa ante el Lorca Atlético y fue cesado.

Temporada 2012/13 Alberto Monteagudo

Otro que cayó en la Copa, pero el manchego lo hizo en casa (1-2 ante el Arroyo) y en la segunda ronda tras un pase de vértigo en Carranza ante el San Roque de Lepe. Ya en la liga, Monteagudo duró también hasta la decimotercera jornada, día en el que el Cádiz no pasó del empate en casa ante La Roda (0-0) tras caer en Albacete y en Carranza ¡2-5! ante el Arroyo.

Temporada 2013/14 Raúl Agné

Treinta jornadas duró al frente un entrenador que sí es cierto que hacía sus deberes en Carranza, no sabía hacer otra cosa que perder fuera. No fue hasta que el Almería B le metiese un doloroso 3-0 en Los Juegos Mediterráneos que Locos por el Balón no decidió echarlo para traer a Antonio Calderón.

Temporada 2014/15 Antonio Calderón

14 jornadas fue lo que duró el gaditano al frente de un equipo que llevaba de una dinámica similar al que hoy conduce Claudio. Claro está que aquel Cádiz tenía por delante a un UCAMdisparado que se fue a ocho puntos de distancias. Un empate sin goles en casa ante ElPalo y la posterior derrota ante la Balona en La Línea precipitaron la marcha de Calderón.

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