Cádiz CF

Cargados hacia la cima

El Cádiz CF afronta las últimas ocho jornadas justo en lo físico, asfixiado de tarjetas y al límite de ideas

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La plantilla del Cádiz CF llega cansada a esta recta final de Liga.
La plantilla del Cádiz CF llega cansada a esta recta final de Liga.

Cargados hacia la cima. así podría llamarse un reportaje que bien podría comenzar justo hoy y que se rodase hasta el próximo 11 de junio, día en el que el Cádiz CF acabará la temporada regular en Pucela, donde juega la última jornada. Cargados de todo y con todos.

Porque pocos cadistas habrá que no se monten en esta expedición que si bien comenzó allá por el mes de diciembre del año pasado, no ha sido hasta que se ganó a mediados de febrero en Soria cuando se abrió un nuevo horizonte, este último mucho más elevado que el de la ya de por sí meritoria permanencia.

La cima espera al Cádiz CF. No ya la Primera, basta en una primera toma de realidad con el 'play off' de ascenso, todo un éxito en el caso de alcanzarlo de manera oficial.

Valga la metáfora del alpinista que empleó en el vestuario Álvaro Cervera para hacerles ver a sus jugadores que los objetivos no se habían logrado con el hecho de llegar a los 50 puntos en Montilivi. El míster del Cádiz CF así lo contó en la cadena Cope hace un par de semanas. "// El otro día les hice un símil a los jugadores y Juan Carlos Cordero estaba conmigo. Les dije que es como el que tiene que subir una montaña y llegar a arriba para descansar, y cuando llegas al final hay otra montaña más alta. Ahora toca subir esa montaña alta y no podemos parar. Es fácil decirlo pero hacerlo es complicado”. Entendido esto, la cuesta se endereza más si cabe.

Porque Cervera es de ponerse objetivos a corto plazo. Solo así puede entenderse que se haya llevado toda la primera vuelta y parte de la segunda hablando solo y exclusivamente de la permanencia. Razón no le falta porque desde la prudencia se construyen los sueños. En sus palabras, Cervera ya decía que "lo primero que tenemos que ver y llegar es al cartel de los 50 puntos; luego, si lo pasamos (como ha sido el caso) nos pondremos a buscar y a intentar llegar al siguiente cartel". Y ese no es otro que el del 'play off'. Conociendo al entrenador cadista, el tercer cartel no sería otro que la puerta de la gloria. Primera.

No será fácil. Nada. El equipo, pese a mantenerse en los puestos de 'play off' desde Córdoba, diecisiete jornadas hace ya de ello, muestra un bajón en el juego, resultados y sensaciones que, sin ser alarmante debido al éxito ya logrado, sí que resulta evidente. Puede que las críticas (constructivas) se estén centrando en la figura del entrenador, que desde la derrota en Getafe ha experimentado una lógica querencia a guardar la ropa antes que salir a por la victoria con la alegría con la que se jugó en el Alfonso Pérez, donde se cayó en el último suspiro tras un penalti, otro, polémico tras las siempre recurrentes y ventajistas repeticiones.

Puede que los planteamientos de Cervera, sobre todo fuera de Carranza, resulten menos agresivos que otros que se le recuerdan no hace mucho. Puede que el vértigo de la clasificación esté pesando demasiado a la hora de afrontar un encuentro. Puede que los rivales estén contado más de lo que antes a la hora de enfocar un planteamiento. Y puede, que seguramente sea lo que se podrá, que el equipo esté cargado de todo. De cansancio por el esfuerzo realizado hasta a fecha, de tarjetas por el desgaste de jugar todos los partidos al límite y de ideas por estar ya más que usadas, y bien usadas, en jornadas anteriores.

De todo esta sobrecarga nunca ha tenido reparos en hablar el propio Álvaro Cervera. Preguntado acerca de cómo ve al equipo de cara a la recta final en la que se encuentra fue tan sincero y optimista como realista. "Creo que llegamos bien. Un poco justos en lo físico porque hemos utilizado algunos jugadores muchas veces, pero con el ánimo intacto y con las ganas de llegar hasta el final". 'Ánimo intacto', sí, pero ojo con lo que subraya en la misma frase. 'Un poco justos en lo físico'. Más claro no pudo ser.

El entrenador de Guinea no quita esperanzas ni ilusión a nadie. Faltaría más. Eso sí, a nadie quiere engañar y una buena prueba de sus palabras son los partidos que a su equipo se le están atragantando desde que prácticamente ha empezado la segunda vuelta.

Los últimos tres empates consecutivos, unida a la anterior derrota en casa ante el Tenerife, ha motivado que el Cádiz CF haya casi que perdido la distancia que tenía con un rival, el Huesca, que de no ser por el gol en el minuto 93 de Ortuño no solo lo habría adelantado en la clasificación, sino que también lo habría apeado de los puestos del 'play off' de ascenso diecisiete jornadas después.

“Hay jugadores que han jugado casi todos los partidos y tenemos que tirar de ellos porque si hemos tirado de ellos es porque lo necesitamos. Esperamos hacerlo bien para ver si podemos dar ese plus". Estas también son palabras de un entrenador que dice a las claras que el motor va a tope desde hace tiempo y que podría 'gripar' en cualquier momento. Jugadores como Álvaro García, Rubén Cruz, Brian Oliván no deben haber pasado por 'boxes' por algo anecdótico. Más allá de las diferencias y circunstancias que rodean a cada jugador, lo cierto es que hay futbolistas con el agua al cuello tal y como más o menos ha dejado dicho el propio entrenador. A los ya citados, se les pueden unir Sankaré, Aridane, Carpio, José Mari o el propio Ortuño, todos ellos, indiscutibles para un Cervera que ha comenzado a tocar el sistema para darle entrada a jugadores presuntamente más frescos como Imaz, Aketxe o el propio Salvi, que no ha tenido tanta carga de partidos debido a las diferentes molestias que ha sufrido a lo largo de la Liga.

Seis apercibidos

Y en última instancia aparece el capítulo de las tarjetas, otro del que Cervera debe estar muy pendiente aunque no parece que le esté importando demasiado a juzgar por sus hechos. Es notorio que el entrenador confía en todos y cada uno de sus jugadores y que no le temblará el pulso de mantener a cualquiera de ellos en el caso de estar al borde de la suspensión en un partido o en otro. De hecho, dadas las circunstancias, el preparador amarillo aprovechará las correspondientes sanciones que irán cayendo de ahora en adelante para refrescar el equipo y dar descanso de manera obligada a los que cargan con tarjetas.

De hecho, hasta seis son los jugadores que este sábado ante el Levante están apercibidos de sanción. Lideran la tabla Aridane y José Mari, que cuentan con nueve cada uno. El canario fue expulsado, con roja directa, ante el Lugo hace dos semanas y aún arrastra cuatro amarillas de su segundo ciclo. Por su parte, el mediocentro roteño vio la cuarta de su segundo ciclo el pasado partido en Huesca.

Con cuatro amarillas se encuentran dos titulares indiscutibles como Javi Carpio y Álvaro García y otros dos que antes lo eran pero que han perdido protagonismo como Rubén Cruz y Brian Oliván.

A tiro de dos tarjetas se encuentra Güiza, que tiene tres, mientras que a tres amonestaciones aparecen Sankaré y Garrido, ambos con siete, y Luis Ruiz, Cifuentes y Ortuño, todos ellos con dos.

Afrontan totalmente limpios esta recta final Eddy Silvestre y Abdullah, que han visto cinco cartulinas amarillas poco antes de irse a jugar con sus selecciones respectivas.

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