Calvo: "El futbolista es egoísta y siempre quiere jugar"

Carlos Calvo tenía casi todas las papeletas para ser titular el pasado domingo en Sevilla después de la lesión de Salvi. No obstante, el entrenador Claudio Barragán cambiaba el sistema y dejaba al mediapunta madrileño en el banquillo, jugando con tres centrocampistas y con Lolo Plá pegado a la banda derecha.

Calvo lo entiende pero no esconde que se llevó un chasco al conocer la decisión del técnico. "A todos, cuando no jugamos, no nos sienta bien. El futbolista es egoísta por naturaleza y quiere estar, pero no es algo para llevarlo a más. El míster considera que otro jugador es mejor para el equipo" y ya está. No quiere alimentar el debate.

Son decisiones que "hay que respetarlas porque somos muchos compañeros, y para que esto funcione es fundamental.

No hay que darle más vueltas", apunta Calvo, que necesita partidos para encontrar su mejor forma. "No sólo me pasa a a mí, a cualquier jugador. Para que recupere su nivel, su tono físico y técnico necesita minutos".

Ha dolido la derrota en Sevilla frente al filial verdiblanco. Sin embargo, en el vestuario no ha habido gritos, sólo diálogo, según el madrileño. "No se trata de echar broncas, sino de corregir los errores que tuvimos. En este caso hicimos más cosas mal que bien. Los errores, en un momento puntual en un 'play off', se pagan muy caros. Pero ya hay que pensar en sumar los tres puntos el próximo domingo".

Comprende su situación. Pese a llegar como refuerzo de lujo en el mercado invernal, no está teniendo continuidad en el once inicial. "Nada más llegar empiezo a jugar, pero empatamos en Villanueva, ante La Hoya, cometo un error y a partir de ahí el equipo encadena cuatro victorias consecutivas. Yo lo veo normal. Si uno comete el error y luego el equipo gana, no hay que tocar nada".

Calvo hasta da un capotazo a su entrenador. "Se han quejado todo el año de que el míster hace rotaciones, y ahora que no los hace preguntáis por eso". Precisamente, Claudio comentó el pasado viernes que tenía exceso de ganas y debía enfriar sus ánimos. "Sí, puede ser que haya exceso de ganas. Por eso llega la expulsión. A nivel personal sé que tengo que hacer más cosas".