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Cádiz CF-Melilla (3-0): Salvi da el golpe de timón

El equipo amarillo navega con tranquilidad sobre aguas más calmadas y supera a un rival desbordado por el sanluqueño

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Lolo Plá coge en hombros a Salvi para celebrar el tercer gol.
Lolo Plá coge en hombros a Salvi para celebrar el tercer gol.

'Avanti'. El Cádiz CF aprovecha el viento que le impulsaba en Murcia para navegar con soltura sobre unas aguas ya más calmadas. El navío amarillo ha dado un golpe de timón y las caras de la tripulación ya muestran un rictus bien diferente.

Con ausencias destacadas y muchos cambios en el once, el conjunto gaditano obtenía un triunfo claro sobre el Melilla apuntalado en un notable juego colectivo y en la velocidad y el desborde de Salvi, imperial en el estadio de Carranza. El sanluqueño se salía de ese guion que reseñaba José Carlos Granero y marcaba diferencias por una banda derecha, origen de todos los goles cadistas.

Jandro y Lolo Plá, éste en dos ocasiones, remachaban el buen hacer del protagonista.

Sería la estrella de un plantel que por momentos mostraba su mejor versión: serio en defensa (Aridane ha ofrecido un salto de nivel en esa zaga), con el músculo de Nana y la calidad de Jandro y Abel en la medular, y mucha chispa en el plano ofensivo, aunque carente de puntería en varias acciones.

El Cádiz CF prácticamente asegura el 'play off', pues el Granada ya se queda a diez puntos, y prosigue su batalla por quedar lo más arriba posible, con la utopía del liderato y la posibilidad factible del segundo puesto. Al menos, ahora da motivos para confiar.

Claudio volvía a sorprender. Las apuestas para acertar su alineación se pagan carísimas. El míster limpiaba a Juanjo para colocar a Carmona en su debut, y Jandro aparecía por detrás de Lolo Plá, con Güiza y Despotovic en el banquillo.

Tras unos primeros minutos de titubeo, el Cádiz CF tomaba el mando y desarbolaba al Melilla por las bandas, con Salvi eléctrico por la derecha. El once amarillo acumulaba ocasiones a falta de un rematador, porque Lolo es un excelente generador de juego pero no un 'killer' del área.

Migue cabeceaba fatal un saque de esquina y Carmona se estrellaba en dos ocasiones con el zaguero en su potente remate. El cuadro gaditado reunía méritos para adelantarse pero el Melilla se resistía y le iba tomando el pulso al encuentro, tranquilizando las aguas y llevando el encuentro a su terreno.

Con buenas maneras aunque con excesiva calma, los pupilos de Claudio tocaban bien la bola, apoyando su potencial ofensivo sobre los hombros de Salvi. Pero sin un 9 puro los deseos se quedaban en intentos. El sanluqueño lanzaba con un furia arriba del arco, como el lateral derecho minutos después.

Poco se le podía reprochar a este limitado Cádiz CF más que su falta de puntería, ya que los jugadores tenían el punto de mira ligeramente elevado. Se desesperaba Lolo Plá con su errático remate a centro perfecto de Salvi. El repaso no traía premio y el descanso asomaba la cabeza por el Carranza.

Hasta que de nuevo otra jugada por banda derecha se paseaba por el área hasta que Jandro la cazaba para colocarla lejos del alcance de Dani Barrio, rasa y ajustada. La justicia imperaba con el tanto asturiano, y la tregua enfriaba unos primeros conatos de tangana entre jugadores de ambas escuadras.

El gol descolocaba al Melilla, que saltaba con una actitud inexplicable en la segunda mitad. Antes de que se cumpliera el minuto, permitían el remate fallido e inocente de Salvi, que por fortuna caía en Lolo Plá para que fusilara a Dani Barrio. En un santiamén sentenciaba y a continuación ya marcaba diferencias, con el fin de cimentar una goleada.

Un pase fallido de los melillenses servía para que el sanluqueño marcara de nuevo diferencias. En lugar de dejarse caer, cedía con total generosidad para que Lolo anotara a puerta vacía el tercero de la tarde.

El Cádiz CF jugaba a placer. Pocas veces se ha sentido tan cómodo en esta temporada. Jandro destapaba el tarro de las esencias, moviendo la bola con criterio mayúsculo, y Abel catapultaba al equipo en los contragolpes. Nana aguantaba con fuerza en la medular.

Claudio comenzaba a dosificar a los suyos. Jandro forzaba la quinta amarilla antes de dejar su lugar a Güiza, que regresaba a punto de remachar un buen centro de Álvaro. Poco más en un final donde ambas escuadras se guardaban respeto y no se apostó por la goleada. Hay que guardar todos esos goles.

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