Cádiz CF

El Cádiz CF, a la cola en las prioridades y a por los 'tapados'

Juan Carlos Cordero debe afinar su puntería para estar por encima de las pretensiones económicas del mercado

J. M. Aguilera / A. Carbonell

Juan Carlos Cordero, en rueda de prensa.

Hasta el que el ejercicio 2017/18 no llegue a su fin este 30 de junio, el mercado de verano no comenzará a coger velocidad de crucero. La explicación a que el anuncio de fichajes en Segunda División se comience a disparar a partir de que el mes de julio abra sus puertas se puede encontrar más en temas fiscales que en deportivos. Y es que las tesorerías de los clubes, más que nada por tener las cosas más claras a la hora de hacer balance de una temporada y otro, suelen pedir, en la medida de lo posible, a sus dirigentes que si se cierran los fichajes una vez entrado en el nuevo ejercicio es mejor para cuadrar las cuentas entre un año y otro.

Sabido eso, el Cádiz CF se encuentra en la cola, como casi que uno más, en su derecho de tanteo por las grandes oportunidades. Que la Segunda del próximo curso se haya convertido en un nicho de equipos con sabor a Primera ha motivado que los presupuestos de los equipos se hayan incrementado con la vuelta a la categoría de plata de Deportivo o Las Palmas, que se han unido a las grandes instituciones que ya había como Oviedo, Zaragoza, Sporting o el propio Cádiz CF.

Por todo ello, al director deportivo del Cádiz CF se le han puesto las cosas más complicadas de como ya de por sí las tenía. Un ejemplo claro es el interés por Álvaro Vadillo, un jugador que el Cádiz CF pretende desde hace un par de temporadas y por el que Juan Carlos Cordero venía negociando desde hace un tiempo.

Sin embargo, y una vez que la negociación estaba muy avanzada con el jugador puertorrealeño, que este 30 de junio cumple contrato con la SD Huesca de Primera, se han interpuesto en el camino dos equipos con mayor presupuesto que el club gaditano. Zaragoza y Granada también quieren al extremo diestro gaditano, que una vez ha tomado contactos con otros clubes ha frenado los que tenía con un Cádiz CF al que le va a tocar esperar no solo por Vadillo, sino por todos y cada uno de los jugadores que pretenda y que coincida en sus pretensiones con equipos de superior presupuesto.

Así pues, y con Vadillo prácticamente hecho con el Granada, al Cádiz CF le tocará seguir tocando las puertas de los mejores jugadores a sabiendas de que será escuchado una vez el futbolista en cuestión haya desechado ofertas que no le gusten en el plano deportivo. Ejemplos parecidos que ocurrieron el año pasado fueron el delantero Joselu, que firmó a las primeras de cambio con el Granada, Sergi Guardiola, que lo hizo con el Córdoba o Borja Iglesias, que se fue al Zaragoza.

Por tanto, el Cádiz CF tiene por delante unos días en los que asume que tendrá que esperar cómo evolucionan las negociaciones de equipos de superior presupuesto con jugadores que interesan prácticamente a todos los equipos de la categoría de plata del fútbol español.

Como es obvio, el trabajo de Cordero no solo entra en una etapa de descanso sino que incluso se multiplica. De entrada, no solo debe estar atento a cómo van las negociaciones de equipos punteros con los futbolistas punteros, sino que debe estar al tanto o más de la situación de esos delanteros que completan la segunda opción que para equipos como el Cádiz CF se convierten en primera dado que no se puede llegar a las pretensiones iniciales.

A por los 'tapados'

Un ejemplo claro es la reciente adquisición de un delantero en ciernes y con una edad prometedora a pesar de su pobre estadística en el Lugo la pasada campaña. Se trata de Mario Barco, que este año ha marcado solo cinco dianas, aunque no hay que olvidar que ha estado dos meses lesionado del hombro. Aparentemente, Barco se sitúa esos jugadores con un perfil bajo pero que debido a su edad y su formación puede estar, sin que nadie lo sepa, en el momento idóneo para que explote. Tiene 25 años, se ha formado en el Athletic de Bilbao y hace dos campañas firmó trece goles en Segunda B en el Pontevedra. Así pues, la figura de Barco es esa clase de jugador 'tapado' por la que el Cádiz CF, en estos primeros compases de un mercado muy caro, debe apostar por una política conservadora y basándose en el ojo clínico de un Cordero que debe buscar a ese mirlo blanco que no ven sus competidores.

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