El Cádiz CF calla, Cifuentes se muerde la lengua y Ortuño emplaza al cadismo

Un penalti en el minuto 93 por un piscinazo de Gorosto ante la salida imprudente de Cifuentes, un gol anulado a Ortuño muy dudoso y que podría ser el 2-3 o los pocos penaltis que le han señalado al Cádiz CF en lo que va de temporada, entre otras muchos arbitrajes como el de Anduva, son muchos factores como para que el vestuario amarillo no ande molesto con el estamento arbitral. Por eso mismo, el portero Alberto Cifuentes prefería morderse la lengua antes de opinar del arbitraje del canario Pulido Santana en Getafe.

El capitán cadista, héroe en muchas victorias del Cádiz CF, empleaba su cuenta de twitter personal para mostrar su cabreo aunque sin exteriorizarlo claramente. "Orgulloso del equipo es poco.

Mejor me muerdo la lengua y no hablo. ? Sólo decir gracias por el apoyo", escribía en twitter Cifuentes.

Por su parte, Ortuño, al que se le anuló un gol por posición ilegal a vista del linier, prefería ser más cauto y se decantaba por mirar hacia delante y unir ante la adversidad a todo el cadismo de cara al próximo duelo en casa ante el Reus. "Sabemos que no gusta ver donde estamos, pero todos juntos cada día más ilusionados. ¡La semana que viene en nuestro templo!".

Y si hay indignación en parte del vestuario, ni qué decir tiene que en la afición también. No tanto en la directiva, donde por supuesto no gustó en absoluto el arbitraje del canario Pulido Santana pero en ningún momento se ha meditado la idea de hacer públicas protestas sobre los arbitrajes que el Cádiz CF está recibiendo. Desde el club que preside Manuel Vizcaíno no se cree en persecuciones, conspiraciones ni nada por el estilo y se asume que los "árbitros te dan un día, como otros te quitan. Ya nos beneficiarán otra vez".

Por supuesto que en la directiva son conscientes de las quejas de cierto sector de la afición, pero de la misma manera se opina que el discurso certero, moderado, crítico y amable a la vez de Álvaro Cervera es el camino a seguir por parte de un club que, llegado el caso, actuaría en Madrid pero muy lejos de los focos de atención mediática.