CÁDIZ CF

Cádiz CF 2 Extremadura 1 (Crónica) Fe inquebrantable

Garrido sella en la prolongación el tercer triunfo de un equipo cadista que firma el pleno en el arranque liguero

'Choco' Lozano ya está aquí y se dejó ver por el palco, Brian toma el camino inverso y se marcha a Girona, Lekic ya había dicho adiós (también Eneko Jáuregui) e Iván Alejo apareció en el banquillo local del Carranza por primera vez e incluso llegó a debutar. Las noticias no estaban únicamente en el césped en el primer día de septiembre. Es lo que tiene cada cierre de mercado, que hasta el cuero parece pasar a un segundo plano.

Apenas modificó Álvaro Cervera el once que tan buenos resultados le dio en las dos primeras jornadas ante Ponferradina y Mirandés. La entrada de Fali por Rhyner fue la única novedad de inicio respecto a la semana pasada. El resto fue calcado. Para qué cambiar lo que va bien pensaría el míster cadista. Él sabía que los cinco sentidos había que ponerlos sobre el tapete. Al fin y al cabo, ahí se ganan los puntos. Y así los ganó el Cádiz CF, con una fe inquebrantable a la que Garrido puso nombre en la prolongación ante el Extremadura (2-1). Para delirio del cadismo.

Es cierto que al Cádiz CF le costó arrancar y engrasar la maquinaria ante el Extremadura, uno de los dos equipos que el curso pasado se coronó en La Tacita de Plata. Pero en cuanto lo hizo, el equipo de Cervera demostró sus marcadas señas de identidad con orden atrás y los veloces latigazos del Cádiz CF a la contra. Un estilo que puede gustar más o menos, pero que ya ha dejado nueve puntos en el zurrón.   Pleno. Un bagaje que a día de hoy sólo iguala el sorprendente Fuenlabrada de Mere.

Poco antes del primer cuarto de hora empezó el Cádiz CF a carburar. Lo hizo con un renacido Salvi que, sin la mente bloqueada, vuelve a ser un puñal por el extremo derecho. La mejor noticia posible para demostrar que la banda derecha está en buenas manos con él y con Iván Alejo. De hecho, un centro muy tenso del sanluqueño estuvo a punto de originar el 1-0, pero Ale Díez lo evitó sobre la línea tras empujar Álex de rebote el cuero.

El más listo de la clase

El madrileño, otro de los que quieren ser indiscutibles esta temporada, no perdonó cuando pudo dirigir el cuero. Fue pasada la media hora y tras un centro de Iza cuando Álex remató el esférico a bocajarro , libre de marca y con la testa, aprovechándose del marcaje de la zaga extremeña a Caye Quintana, el potencial rematador. El primero había subido al marcador. Buena parte de la tarea estaba hecha.

Y en esas, Perea, otro de los recuperados para la causa amarilla, también se dejaba ver ante el equipo en el que jugó cedido hace unos meses. Su excompañero Casto se cruzó en su camino tras un chut del manchego que despejó el meta con los puños.

La verticalidad amarilla era palpable. Antes del descanso, mientras Espino levantaba al cadismo de sus asientos con una carrera trepidante que continuó con un taconazo, Salvi concluía la jugada con un chut seco que no encontró portería. Una meta a la que no llegó después tras un mal control. Con eso y una falta botada por Iza que no vio puerta acabó la primera mitad.

Mientras, el Extremadura, de más a menos, bailaba al son de Kike Márquez, motivado en su enésima vuelta al Ramón de Carranza. El talento del sanluqueño provocó la tarjeta de Yann Bodiger en los primeros compases y fabricó los pocos escarceos visitantes sobre la meta de Cifuentes.

Con la entrada de José Mari por Yann Bodiger se reanudó un encuentro en el que el Cádiz CF seguía haciendo daño por su derecha. La conexión entre El Puerto y Sanlúcar funcionaba con Iza y Salvi, pero al sanluqueño le faltó definición en el 52'. Optó por la potencia cuando Álex, otra vez el más listo de la clase, le había ganado la partida a la zaga extremeña para empujar el balón.

Del sobresalto al delirio

Todo marchaba sin sobresaltos hasta que una falta de Cala sobre Álex López cambió el devenir de la cita. La pierna mágica de Kike Márquez la ponía de dulce y el uruguayo Zarfino remata de manera impecable con la testa. Nada pudo hacer Cifuentes. Era el minuto 62, el partido volvía a los orígenes y el Cádiz CF, a partir de ahí algo impreciso, acusaba el golpe. Tanto que otra falta botada por el de Sanlúcar de Barrameda era despejada de puños por Cifuentes.

Cervera recibía el aviso y apostaba por quemar las naves en busca la reacción de anteriores jornadas. Nano Mesa sustituía a Caye Quintana e Iván Alejo debutaba entrando por Perea, mandando a Salvi a la otra banda. A los 62 minutos ya estaba toda la pólvora sobre el terreno de juego. Había que jugársela.

Los minutos pasaban y parecía que los cambios no eran determinantes. Los dos primeros puntos parecían volar del Ramón de Carranza y ahí apareció otra de las señas de identidad de este Cádiz CF: el hambre.

Mientras, Cala tiraba de veteranía para estorbar lo suficiente al debutante Rafa Mújica, Cifuentes estaba atento para cortar una contra que acabó en un posible penalti sobre Nano Mesa, con Cala jugándosela arriba en ataque. El colegiado no señalaba el punto fatídico.

No acabó todo ahí. Más bien fue ahí cuando empezó el ciclón. Primero con un remate de Álex que Casto salvó con su rostro, luego con el rechace cazado por Nano Mesa que despejó Zarfino bajo palos y al final... ¡vaya final! Fue cuando en un córner apareció Fali para ganarle el salto a Casto y brindarle el gol a Garrido, que entró como león en busca de su presa.  El vasco la empujó con todo al fondo de las mallas. Y el cadismo ayudó al vasco con el alma. Es hora de soñar. Porque, guste más o guste menos y aunque no han llegado envites ante los 'cocos' de la categoría, los resultados están ahí. Y el hambre existe.

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