Cádiz CF

Cádiz CF-Numancia (2-1) 'Machíslandia' ataca de nuevo

El delantero venezolano consigue la victoria en el último suspiro con una actuación propia del mejor jugador de la categoría

Alfonso Carbonell

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Machís celebra el gol de la victoria.

Puede que esto pase en los mundos de las grandes estrellas tales como Messi, Cristiano Ronaldo y algunas otras más, pero lo cierto es que en Segunda existe otro mundo donde un jugador del Cádiz CF es el rey. Se llama Machís y su universo lleva su nombre porque se mueve como Perico por su casa. Lo hizo en Alcorcón, en Tarragona, en Las Palmas y volvió a hacerlo este domingo un poco más cerquita, aquí, en Cádiz, en Carranza, donde levantó a todo un estadio cuando en el último suspiro un derechazo suyo ajustado la base del palo y con una rosca endiablada volvía a meter de lleno al Cádiz CF en el sueño del ascenso, que con Machís, es toda una posibilidad de lo más real siempre y cuando se pueda dar coba a su selección para que lo preste una mijita más de tiempo.

Pero lo que fue pudo no haber sido porque al Cádiz CF le ocurrió lo que tantas otras veces en Carranza. Porque tras un primer tiempo para golear se pasó a un segundo donde los de Cervera hicieron peligrar el resultado de no ser porque tienen al mejor jugador de Segunda con grandes diferencias. Las mismas que mostró el conjunot gaditano de un tiempo en el que se fue ganando por la mínima pudiendo haber goleado a otro en el que dio alas a un Numancia que hasta el minuto 45 era carne de Segunda B dadas las facilidades que dio al once amarillo.

Cervera no sorprendió a nadie con su once. Ya era hora también. Se desconoce si está ante su once de gala pero va cogiendo pinta que sí. Porque en su plan inicial ante el Numancia hubo dos novedades y eran las esperadas. Garrido ocupaba su lugar sentando a Edu Ramos mientras que Sergio Sánchez hacía lo propio para suplir a su tocayo el canterano, que bien por molestias o por lo que sea puede estar bien satisfecho de haber contribuido la semana pasada al triunfo que volvió a encarrilar al Cádiz CF.

Ya se sabe que a Cervera no le gusta que a sus muchachos se les traslade ni un ápice de presión, pero en esta ocasión las victorias de Albacete, Mallorca y Málaga, además de la posible del Dépor, motivaba que los amarillos saliesen al verde de Carranza con el deber, primero, de ganar y, segundo, de decir a su gente que no le da miedo jugar con ellos en la grada a pesar de las tres últimas comparecencias que finiquitaron con decepcionantes empates.

Como no podía ser de otro modo, salió el Cádiz CF con la idea bien clara de ir a entorpecer la salida de balón soriana con un 4-4-2 bien marcado con Machís y Manu Vallejo como lanzas del ataque y Aketxe y Jairo apostados en las bandas. Otro de los regresos a Carranza fue el de Correa, jugador de donde llegaron los dos primeros acercamientos al área de Juan Carlos. En el primero Machis cabeceó alto el centro del extremeño y en el segundo, tras un gran pase de Aketxe que el lateral leyó a la perfección acabó sin llegar el balón a Machís tras haberlo dejado pasar con gran intención Manu Vallejo.

Apenas había hecho cosas interesantes el Cádiz CF y ya se había plantado en dos ocasiones en el área de un vulnerable Numancia. Así llegó, pasado el minuto diez, el segundo saque de esquina botado por Aketxe que se envenenó como consecuencia de la indecisión del meta Juan Carlos y su defensa. Producto de ello le llegó la bola a Jairo para que el canario chutase al bote pronto consiguiendo poner por delante al equipo gaditano.

Sin pestañear casi, se ponía el Cádiz CF por delante en el marcador ante un conjunto soriano que evidenciaba el porqué de sus problemas en la tabla. Así las cosas, Aketxe se gustaba con el balón y volvía a protagonizar una gran jugada con el infatigable Correa, que subía la banda una y otra vez sin apenas oposición.

Con Aketxe enchufado, Machís también tenía algo que decir y lo dijo forzando un saque de esquina tras internarse y sacarse un gran centro con la zurda que tuvo que despejar un central visitante. Y de nuevo Aketxe ponía un gran servicio al primer palo que José Mari casi convierte en el segundo del Cádiz CF de estar algo más acertado en el giro de su cuello.

Tenia el partido controlado el Cádiz CF con un Numancia a su merced y casi que pidiendo a gritos que se le rematase antes de irse al descanso. Y en ellas estuvo Machis, que otra vez se sacó un centro desde la izquierda medido y potente al que Manu Vallejo no pudo ponerle firma.

Jugaba el Cádiz CF sus mejores minutos pasada la media hora cuando el Numancia se percató de la pésima imagen que estaba dando y se vino arriba por unos momentos en los que la zaga amarilla demostró estar tan enchufada como su vanguardia. Así, se pudo ver a un Sergio Sánchez atinado cortando un balón a ras de césped o a su amigo Matos yéndose al suelo para evitar un disparo potente de Diamanka que buscaba hacer daño a Cifuentes.

Pasados esos breves instantes, el Cádiz CF volvió a la carga y lo hizo por enésima vez apoyándose en la gran sociedad que montan, dentro y fuera del terreno de juego, Aketxe y Correa. Así, el lateral volvió a presentarse en el área de Juan Carlos tras un gran pase al espacio del vasco pero el extremeño, en su intento de buscar el pase de la muerte a Machís, vio como bajo palos le sacaban el balón casi que sobre la raya de gol.

Muy cómodo y orgulloso se iba el cadista al descanso tras ver meses después como su equipo volvía a darle motivos para creer.

Y así de contento salió el Cádiz CF al segundo tiempo y lo hacía en mitad de un escenario placentero, con aplausos y buen rollismo, pero, ojo, sin tensión. Y claro, las cosas pasan porque tienen que pasar. Y cuando algo se da por sentado algo, como se daba la cómoda victoria, ocurren accidentes que no se ven venir. Y así vino el gol del empate tras un despiste en la medular y un pase al hueco para que David Rodríguez, en línea, se plantase solo ante Cifuentes para batirlo por bajo. El empate cogía a pie cambiado a todo Carranza. El Numancia, además, se crecía aún más y seguía curioseando por el área de Cifuentes ante la incredulidad de la grada.

Había que despertar del mal sueño como fuera y fue Aketxe el que decidió tirar del carro. Y otra vez lo empujó ayudándose en Correa, que se desesperaba con el árbitro cuando le negaba un saque de esquina en su enésima internada. Pasado el cuarto de hora, el partido estaba en el aire y Cervera comenzaba a intentar darle un giro sacando a Aketxe, el mejor hasta el momento, y dando entrada a Álex para gran enfado del vasco, que se fue dando patadas al banquillo.

Efectivamente la cosa cambió pero no para bien del Cádiz CF, que de no ser por Cifuentes se hubiera puesto por debajo en el marcador tras un libre directo de Escassi que el meta cadista repelió como pudo. Para colmo de males, Cervera tenía que sentar a Sergio Sánchez, que con molestias dejaba su lugar a Rennella para acabar Garrido en la retaguardia. Lo pasaba mal el Cádiz CF y se daba cuenta de ello su afición, que metió una marcha más para alentar a unos jugadores escasos de ideas aunque generosos en esfuerzo. Y así, sin identidad ninguna pero con la hinchada volcada y más corazón que cabeza se aprestaba el Cádiz CF a vivir los últimos veinte minutos de partido.

Los cambios, sobre todo el de Álex, dieron mayor control del juego al Cádiz CF, que a falta de diez minutos jugaba con Jairo como lateral para acabar Jovanovic en la punta del ataque junto al tanque Rannella. Tocaba y tocaba el Cádiz CF hasta que le llegaba el balón a Machís para que el venezolano inventase ora un obús desde fuera del área, ora un túnel a un defensa para sacar otro córner. Se acercaba su momento...

Se llegaba al 45' tras la expulsión de Unai Medina, que detenía a Machís en falta y como podía a un jugador al que no paraban de buscarle sus compañeros a sabiendas que los milagros tienen su nombre y apellidos.

No tenía otra el Cádiz CF que intentarlo en los seis minutos de añadido que concedió el árbitro. En uno de ellos Manu Vallejo probaba fortuna con un libre directo bien resuelto por el meta soriano. Los de Cervera volcaban toda su esperanza en Machís, que tan pronto como recibía ta tenía delante a dos adversarios a los que a veces dejaba detrás y a veces a su izquierda. Fue en el 95' de partido cuando lo lograría llevando el éxtasis en la grada después de recibir escorado en su bandita y encarar a sus dos sombras, a las que fue dejando a su izquierda mientras buscaba su espacio para cargar la pierna derecha y sacarse un disparo ajustado que aclaró el panorama a una afición que se fue a casa ronca de comentar la máquina con la que se presenta este Cádiz CF en la recta final liguera.

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