Felipe Reyes es felicitado por su hermano Alfonso
Felipe Reyes es felicitado por su hermano Alfonso - EFE

Felipe ReyesUn récord para la eternidad

Felipe Reyes alarga su leyenda al convertirse en máximo reboteador histórico de la liga

Madrid Actualizado: Guardar
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Habían pasado 35 minutos del duelo ante el Barcelona cuando Felipe Reyes se hizo un hueco entre la maraña de jugadores que había en la zona, elevó sus brazos y recogió el balón tras un lanzamiento de Luka Doncic. Un gesto habitual para él a lo largo de su carrera. Capturó el balón y lanzó a canasta antes de recoger, de nuevo, su propio lanzamiento. Otro rebote, que no era uno más. Porque con ese rechace el capitán del Real Madrid superaba a Granger Hall como máximo reboteador histórico de la liga española (4.293). El partido se paró en ese instante (65-62, min. 35) para homenajear al capitán blanco, que recibió el cariño de su familia y de todos los presentes antes de que se reanudara el encuentro que los blancos se llevaron con sufrimiento en el último suspiro gracias a otra canasta mágica de Sergio Llull.

El rebote es un arte en desuso. Una acción del juego opacada por los triples y los lanzamientos imposibles. Pocos reparan al final de un partido en quién ha sido el jugador que más rechaces ha capturado, porque los ojos se centran en el máximo anotador o en ese tapón espectacular que aparece en todas las portadas. «Es un lance del juego que es menos vistoso, pero que es muy importante. Trascendental si no tienes un buen día en en lanzamiento. Aunque el baloncesto moderno mire cada vez más hacia el perímetro, el rebote seguirá siendo pieza fundamental en el futuro, porque regala segundas opciones que son clave en el triunfo», señala a ABC Carlos Jiménez, tercero en esa clasificación histórica de reboteadores que ahora lidera Felipe Reyes.

El alero, ahora director deportivo en el Unicaja, era un especialista a pesar de no jugar cerca del aro. «La altura no es lo más importante. Influye, pero hay otros factores. La colocación, el sentido para averiguar la trayectoria del balón tras golpear el aro, el «timing» del salto, el deseo de ir a por él...», señala Jiménez, que en su carrera ACB capturó 3.526 rebotes. Con todo, lo más relevante es «darle valor», al igual que se hace con un triple o con una penetración a canasta. «Las ganas influyen, por supuesto. Si hay algo que ha llevado a Felipe hasta aquí es ese gen competitivo que tiene que le hace luchar por cada balón como si fuera el último», afirma.

Jiménez conoce bien al capitán del Real Madrid. Ambos coincidieron en el vestuario del Estudiantes cuando Felipe era aún un júnior que soñaba con jugar en la ACB y el alero ejerció de cicerone para él y el resto de jóvenes. Luego, tras la marcha de Reyes al Real Madrid, siguieron compartiendo entrenamientos en la selección. Acumulando éxitos y alegrías para el baloncesto español. Cincelando una leyenda que aún sigue esculpiéndose.

Al Estudiantes, Reyes llegó con la lección aprendida. Las largas tardes de rivalidad con su hermano habían engendrado en él un espíritu combativo poco conocido. Alfonso, pívot internacional con la selección a pesar de medir poco más de dos metros, fue su ejemplo de tenacidad bajo los aros. «Creo que el rebote no se aprende. Se puede mejorar, pero creo que se nace con esa habilidad. Es algo intuitivo», apunta el mayor de los Reyes, actual presidente de la Asociación de Baloncestistas.

Vente años de profesional

Apunto de cumplir 37 años y con casi veinte como profesional, el capitán del Real Madrid ha superado a Granger Hall en la clasificación de máximos reboteadores de la liga española. Récord que ya ostenta en la Euroliga y que amenaza con perpetuar al menos una temporada más. Si nada se tuerce, en breve se anunciará su renovación por el club blanco hasta final de 2018 para intentar llegar a los 1.200 encuentros como jugador de club.

En la selección, el Eurobasket aparece como una cita propicia para que el cordobés rompa otro techo histórico y se convierta en el jugador que más veces ha vestido la elástica de la selección. Se encuentra a solo tres del récord de Epi (239) y entre medias solo está Navarro (237), cuyas lesiones ponen en entredicho su presencia con el equipo nacional este verano.

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