Historias del deporte

El partido que cambió el baloncesto

Antes de revolucionar la NBA, Larry Bird y Magic Johnson se midieron en un encuentro que fue más que un simple duelo

Hughes .

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Antes del partido, algunos en Michigan State creían que Larry Bird era negro. Aunque su nombre ya era famoso, eran pocos los que le habían visto jugar y sus estadísticas eran tan buenas que debía de tratarse de un «hermano».

Larry Bird lideraba a los Sycamores de Indiana State . En los Spartans de Michigan jugaba Earvin Johnson , al que un periodista había apodado Magic después de verle firmar un triple doble con quince años y pasmosa facilidad.

Esa final universitaria de 1979 cambió el baloncesto. Se enfrentaban dos jóvenes deportistas a punto de ser dos superestrellas . En ese momento solo les precedía un enorme rumor, una expectativa que convirtió la final entre dos ' colleges ' en un acontecimiento nacional.

Los dos se conocían. Habían estado seleccionados en un equipo americano y desde entonces se vigilaban en la distancia. Para Magic, Bird era el mejor jugador blanco que había visto; para Bird, Magic era el mejor jugador universitario del país .

Larry Bird ya era «el Paleto de French Lick». Un joven rubio con bigote que se había convertido en el quinto máximo anotador universitario de todos los tiempos. Aunque casi nadie le había visto jugar.

Magic Johnson era más conocido porque su universidad era mayor. Pudo haber elegido cualquiera, pero optó por estar cerca de casa. Lo mismo le pasó a Bird. Le dieron una beca para Indiana con el legendario entrenador Bobby Knight . Su pueblo tenía 2.000 habitantes e iba a instalarse en un campus universitario de 30.000. Una vez allí, se cruzó con el entrenador y al decirle hola no le respondió. Duró un mes y volvió a French Lick, donde se dedicó a trabajos de mantenimiento municipal. Dejó el camión de la basura para volver a la más pequeña Indiana State.

Los dos habían heredado de sus padres la pasión por el baloncesto, pero Magic era extrovertido y sonriente, y Bird de pocas palabras . Su padre alcohólico se había suicidado unos años antes. Bird pasó la infancia intentando meter una pelota de goma en una lata. Magic jugaba al baloncesto incluso cuando nevaba. Los dos llevaban el 33, Magic iba de blanco, Bird de azul claro .

Como haría después en los Lakers con Abdul Jabbar , Magic compartía anotación en Michigan con el poderoso pivot Greg Kelser; jugaba de base y su altura y estilo revolucionaban a los aficionados. Regalaba ganchos, «alley oops», pases mirando al tendido.

Larry Bird jugaba de pívot y también era ya lo que el mundo vería después. En la final interceptó un saque de fondo de Michigan de forma parecida a la que sería su mejor jugada, el robo a los Pistons en la Final de Conferencia de 1987 . Bird había conseguido que su pequeña universidad, que ni siquiera estaba en la NCAA, llegara a la final con 33 victorias y ninguna derrota. Un efecto similar tendría después en los deprimidos Celtics . Promediaba 30 puntos y más de 13 rebotes.

Revolución en el baloncesto universitario

Uno de cada tres americanos vio esa final por televisión. Antes de cambiar la NBA , Magic y Bird cambiaron la NCAA ; la Final Four se convirtió esa noche en el espectáculo que es hoy.

El enfrentamiento trascendía el baloncesto. Era como un combate de boxeo. Dos tipos humanos en un drama nacional que empezaba a intuirse. El negro contra el blanco , el espectacular contra el sobrio, el que saltaba contra el que no, lo urbano contra lo rural.

El partido, sin embargo, no estuvo a la altura. Los Michigan de Magic dominaron de principio a fin y se impusieron por 64-75 . Magic consiguió 24 puntos y Bird 19, pero con unos malos porcentajes de tiro que siempre le hicieron arrastrar un sentimiento de culpa. Al acabar cubrió su rostro con una toalla y lo mantuvo oculto durante minutos. «Fue la peor derrota de mi vida», confesó años después. Tan presente la tuvo que al conseguir su primer anillo con los Celtics dedicó la victoria a Terre Haute , la pequeña ciudad de la universidad.

Magic y Bird llegarían a la NBA al año siguiente y esa inaugurada rivalidad la trasladaron a Lakers y Celtics, relanzando la NBA y el baloncesto en todo el mundo. Con ellos llegó el juego de pase, la más hermosa forma de baloncesto. Su antagonismo se convertiría en una leyenda deportiva de los 80 y también en una amistad. Cuando Magic anunció que tenía el SIDA, Bird fue el primero en llamarle . Magic había podido conocer su pueblo natal grabando un anuncio de Converse. Nada más verle, la madre de Bird le dio un abrazo y le pidió que se quedara a comer. Lo hizo. Magic y Bird nunca dejaron de jugar esa final de 1979.

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