NBA

Domantas Sabonis: «Viendo jugar a mi padre, mi único deseo era dedicarme al baloncesto»

El hijo de Arvydas brilla en la NBA y aspira este año al premio de jugador más mejorado y de mejor sexto hombre

Emilio V. Escudero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuando llegó a la NBA, Arvydas Sabonis estaba casi en el final de su carrera. El jugador lituano aterrizó en los Blazers en 1995, pasada la treintena, pero tuvo tiempo de dejar su sello en la mejor liga del mundo. Nada más llegar a Estados Unidos, la leyenda lituana fue padre por tercera vez. Domantas , aquel bebé que creció en Portland y se crió después en Málaga, brilla a sus 22 años en la NBA . Se ha ganado un sitio entre los mejores siguiendo el ejemplo de su padre. Su mejor espejo. La figura que le impulsó a ser jugador; la que le ha guiado durante sus años de formación y a la que acude cada vez que le asalta algún problema acerca de la canasta.

«Si hubiera querido ser futbolista o algo así, podría haberlo hecho, porque mis padres nunca me han presionado. Pero viendo a mi padre jugar me di cuenta de que mi único deseo era dedicarme al baloncesto», afirma Domantas a ABC tras regresar de una gira de cuatro partidos por el Oeste como los Pacers. El pívot está siendo uno de los destacados de la temporada. Promedia casi 15 puntos y 10 rebotes en apenas 25 minutos de juego y es el quinto jugador de toda la liga que más efectividad tiene de cara al aro.

Criado en Torremolinos

En su tercera temporada en laNBA, Domantas está alcanzando al fin su mejor nivel. Le costó aterrizar y los Thunder acabaron traspasándole el año pasado a los Pacers.En Indiana ha encontrado su sitio y poco a poco empieza a demostrar su valía. Criado en Torremolinos, pasó por la cantera del Unicaja antes de emigrar a Estados Unidos para jugar en la universidad de Gonzaga . «Si pienso en mis años en Málaga no puedo tener más que buenos recuerdos. Conozco a todos los jugadores y a todos los técnicos. Es como si fuera mi casa», afirma el jugador, que creció junto a sus hermanos en la Costa del Sol.

Su trabajo durante el pasado verano le ha permitido dar un salto de

calidad evidente. Ha pasado de ocupar un sitio en el banquillo de los Pacers a ser el jugador más utilizado en la rotación del equipo. « Este año vine, como siempre, varios días antes de la concentración del equipo. Cada verano me gusta trabajar duro, porque cuanto más lo hagas mejor será tu rendimiento durante la temporada . Es el único camino hacia el éxito», explica el pequeño de los hermanos Sabonis. Dentro de ese trabajo específico, Domantas hizo hincapié este verano en el aspecto físico. «He cuidado mucho mi cuerpo para ser efectivo y eficiente durante más tiempo. El entrenador me dijo al acabar la temporada que al año siguiente tendría más minutos , así que solo quería asegurarme de que mi cuerpo iba a estar listo para el reto», señala Domantas, mucho más atlético de lo que era su padre .

Consejos paternos

Arvydas, que trata de no inmiscuirse mucho en la carrera de su hijo, apenas le da consejos, pero sí que ha hecho hincapié en uno de los aspectos que marcó su carrera profesional. « Me insiste mucho en que cuide de mi cuerpo. Él tuvo muchas lesiones , así que me ha influido mucho para que controle mis esfuerzos a diario», afirma.

Durante el año es difícil ver a la familia Sabonis al completo, pero

en verano sí que aprovechan para juntarse. «Me gusta jugar unos contra uno con mis hermanos y también hacemos juegos de tiro y jugamos al ‘burro’». De los cuatro hijos del matrimonio Sabonis, solo Domantas y Tautvydas –que juega en el Tau Amics de Castelló– han seguido la estela de su padre.

«Tuti», el mediano de la saga, habla a menudo con su hermano, aunque no pueden verse tanto como les gustaría. Ambos son tímidos y reservados fuera de la pista, pero dentro de ella sacan a relucir su carácter . «Compartimos la pasión por el baloncesto, la que nos inculcó nuestro padre. En Lituania se juega con mucho corazón. No importa que lo hagas bonito, importa hacer las cosas bien para ganar. Este verano me gustaría formar parte del equipo nacional en el Mundial de China », señala Domantas, al que McMillan le está dando cada vez más relevancia en el juego de los Pacers.

Con Oladipo lesionado , su importancia en ataque será incluso mayor. Las estadísticas le señalan como el jugador más efectivo de la liga cerca del aro. En esa distancia menor a dos metros, no hay nadie más certero que él. Por eso, a Domantas ya se lo rifan en la NBA. Su contrato de «novato» y su potencial de futuro le convierten en una de las piezas más cotizadas de la liga . Un jugador especial que aspira a seguir la leyenda de su padre. El pívot que asombró a la NBA con una rodilla destrozada. El Zar, cuyo hijo asombra cada día en la mejor liga del mundo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación