Dopaje

La AMA pide que no se destruyan las bolsas de Eufemiano

La Agencia Mundial Antidopaje reclama a la Audiencia Provincial de Madrid que el médico no recupere la sangre de sus clientes

JOSÉ CARLOS CARABIAS

El cuento sin fin de la Operación Puerto se resolverá algún día por la vía del agotamiento. No cabe otra solución. Once años después de la redada que derivó en el mayor escándalo de dopaje en España, aún no se ha desvelado la identidad de los propietarios de las bolsas de sangre. Desde 2006 no se ha podido cotejar el ADN de los deportistas que se dopaban bajo la tutela de Eufemiano Fuentes con las sacas requisadas entonces, que siguen custodiadas desde aquel mes de mayo en el Hospital del Mar de Barcelona. Después del juicio que condenó al ginecólogo canario a un año de prisión y a su posterior absolución por la Audiencia Provincial de Madrid, se vive ahora una batalla legal por la posesión de los bolsos de sangre. Como padre de la criatura, Eufemiano Fuentes reclamó en verano al juzgado que se las devolvieran. Y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que recibió una muestra del ADN de las bolsas en sentencia de 2016, ha contraatacado con un recurso presentado el 2 de noviembre en la sección 1 de la Audiencia Provincial de Madrid en el que solicita que no se destruyan las muestras y que tampoco sean entregadas al gurú canario.

Los presuntos delitos prescribieron hace tres años, el antiguo guardián de la sangre se ha jubilado (Jordi Segura ha cedido su puesto de responsable del laboratorio barcelonés a Rosa Ventura), la mayoría de los deportistas que en su día fueron identificados por la Guardia Civil se han retirado del ciclismo y solo quedan expedientes abiertos por la Federación de Ciclismo por supuesto dopaje. La justicia española ha sido lenta una vez más. Pero el meollo de la cuestión reside en la curiosidad. ¿Quiénes eran los clientes de Eufemiano Fuentes? Solo la sangre tiene la respuesta. El único deportista español sancionado fue Alejandro Valverde, a quien el Comité Olímpico Italiano cogió una muestra de ADN en una etapa del Tour que pasó por Italia y lo cotejó con una saca que concedió el juez suplente del caso.

Desde que Eufemiano Fuentes fue absuelto en 2016, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Unión Ciclista Internacional (UCI) poseen una muestra de cada bolsa de sangre que se conservan en el laboratorio del hospital de Barcelona. Pero nadie se atreve a abrir la caja de Pandora por la ley de protección de datos vigente en España que ampara la confidencialidad de los usuarios.

El pasado junio, Eufemiano Fuentes, siempre al borde de saltarse los semáforos en rojo, se arriesgó a dar un paso más. Como le han absuelto, solicitó sus pertenencias a la Audiencia Provincial: la sangre de sus pacientes. Y lo hizo con una batería de argumentos: «(Dar muestras a la AMA) vulnera el derecho de privacidad y confidencialidad derivado de la relación médico-paciente, y la finalidad que persiguen las acusaciones es publicitar el nombre de los deportistas para su mediática lapidación , porque las conductas antideportivas por el transcurso de 8 años no pueden ser sancionadas por el principio de seguridad jurídica», se lee en el escrito al que ha tuvo acceso ABC.

En realidad, al dichoso médico canario le da igual si le entregan las bolsas o se destruyen por considerarse de ilícito comercio. Lo que no quiere es que se conozca la identidad de sus dueños. «La no destrucción de las bolsas podría generar el riesgo de comisión de un delito contra la salud pública [...] si su contenido fuera suministrado, administrado, ofrecido o facilitado a deportistas federados no competitivos», alega su abogado.

«La petición de las muestras no tenía por finalidad descubrir a posibles deportistas en orden a la apertura de procedimientos disciplinarios contra ellos, ... sino para tratar de descubrir si pertenecían a algunos de los deportistas a los cuales se les abrieron expedientes disciplinarios por supuesto dopaje relacionado con los hechos», se concluye en el documento.

Intención de analizarla

La Agencia Mundial Antidopaje podría haber descifrado ya el entuerto y haber hecho públicos los nombres de los clientes del doctor, pero según fuentes conocedoras del caso no se han atrevido sus dirigentes por el temor a las presuntas demandas de los deportistas españoles implicados. Se trataría de una inspección tipo CSI: sacar una muestra de ADN de una saca y esperar al match en su base de datos. El recurso a la Justicia española expresa que, al menos, tiene intención de analizar esa sangre algún día.

La Agencia Española Antidopaje no ha movido ficha. Su director, José Luis Terreros , expuso a ABC que la ley de datos protege a los deportistas y que es un riesgo traspasar esa línea.

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