Carreras de caballos
José Luis Martínez: «Temía defraudar a los que confiaron en mí»
El «Nadal del hipódromo» baja el telón en La Zarzuela a su trigésima cuarta temporada tras haber superado los más complicados escollos
Una gravísima caída hace once años estuvo a punto de dar al traste con la carrera del mejor jockey de este siglo y el tercero con más victorias de la historia detrás de los míticos Claudio Carudel y Román Martín . Los más optimistas rezaban por que no quedara tetrapléjico y que al menos pudiera andar algún día, pero nadie apostaba por que volviera a montar a caballo. Sin embargo, el «Nadal del hipódromo» no se rindió. José Luis Martínez buscó una segunda opinión y se operó las vertebras dañadas. Los pronósticos eran de una rehabilitación mínima de dos años, pero su perseverancia, pundonor y el no darse nunca por vencido hicieron que en septiembre de ese mismo año reapareciera.
«Si luchas, puedes perder; pero si no luchas estás perdido», repite Martínez a cada recodo del encuentro que mantuvo esta semana con ABC coincidiendo con una conferencia de Randstad Valores. Una lucha que empezó a los trece años: «Me encantaban los animales y el deporte y mi abuelo me llevó a la escuela de aprendices que había en el hipódromo. Nunca antes había montado a caballo y me fui adaptando poco a poco», recuerda el mejor jockey español en activo, que el 12 de octubre de 1986 , con solo 16 años, disputó su primera carrera y el 24 de febrero del año siguiente logró la primera victoria con «Javea», en el hipódromo de Pineda de Sevilla.
Desde entonces hasta ahora, una vida llena de rutinas y renuncias . «Me levanto todos los días a las cinco o cinco y media de la mañana, voy al hipódromo y monto a tres caballos, tardo cinco horas. Después voy al gimnasio durante hora u hora y media, y hago ejercicio de mantenimiento. Cuando termino, voy a casa a comer y me echo una siesta de rigor». Ahí no termina el día: «Cuando me levanto, estudio y preparo las carreras de la jornada siguiente y luego ayudo a las labores de la casa».
Ese día a día de sacrificio le llevó a convertirse en el mejor jockey español, ganando nueve veces la estadística . Se acostumbró a ganar y para él, era su estado normal hasta que en marzo de 2008 sufrió aquella gravísima caída, y entre 2009 y 2010 perdió la confianza en sí mismo. «Lo que más temía era defraudar a propietarios y preparadores que confiaban en mí», relata. Se planteó la retirada, pero el mismo día que pensaba marcharse de forma secreta, ganó la dos carreras que disputó, replanteándose la situación. Volvió a sentirse jockey.
El 2 de marzo de 2013 ocurrió otro de los acontecimientos que le han marcado positivamente, pero precedido de una enorme angustia. El caballo «Plantagenet», de su amigo Roberto Whyte, había sido invitado al prestigioso meeting de Dubái. Estando ya en el emirato para preparar la carrera, le sobrevino una fuerte alergia que le impedía respirar y que le obligó a regresar a Madrid, donde estuvo doce días hospitalizado. Pensó que ya no podría montar a «Plantagenet», pero no se conformó, se repuso y pidió volver porque se sentía con fuerzas. Regresó a Dubái y ganó la carrera con una monta excepcional. Se alegró muchísimo, pero sobre todo por el caballo. «Fue todo una labor de equipo», rememora. Por primera vez, un equipo cien por cien español conseguía tan importante hazaña, dando un importantísimo impulso a nuestro turf.
«Me siento muy querido por los aficionados y siento su calor», declara este e gran admirador de Nadal, y que como el tenista es capaz de hacer posible las situaciones más inverosímiles. Como la de su última gran victoria con «Alternativas» en el Premio 78 Aniversario del Hipódromo de la Zarzuel a, el pasado 3 de noviembre, conseguida in extremis al colarse por un hueco que parecía imposible por los palos. El público asistente le recibió con una gran ovación.
El 1 de enero de 2017, «Magic» Martínez –como se le conoce por su capacidad de convertir en oro todos los caballos que monta– consiguió su victoria número 1.000 montando a Nemerina en el Hipódromo de Dos Hermanas de Sevilla. «Lo que más me llena y motiva de ser el tercer jockey que consigue esa cifra de victorias tras Claudio Carudel y Román Martín es todo lo que he aprendido con ellos y sobre todo montando para ellos, fue un aprendizaje impagable».
