La selección, antes de partir hacia Francia
La selección, antes de partir hacia Francia - De San Bernardo

Balonmano | Mundial de FranciaEspaña, a recuperar el estatus

La selección de Ribera, ausente en los Juegos, acude al Mundial con un equipo renovado

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Aseguran los protagonistas que no hay más presión, ni más responsabilidad, pero sí muchas ganas de recuperar un estatus de poderío que se truncó con la no clasificación para los Juegos de Río. Un tropiezo mayúsculo para un deporte que necesita como nunca las luces de las citas olímpicas. Un bajón moral para los que aspiraban a participar y para los que lo sufrieron desde lejos. Todos perdieron. Y todos vuelven a reunirse para levantarse más fuertes. La selección masculina de balonmano ya está en Metz para afrontar desde hoy el Mundial de Francia. Para recuperar el estatus, el podio, la confianza, a sí mismos.

Ese resbalón en el preolímpico empañó un ciclo de alegrías: oro en el Mundial 2013, bronce en el Europeo de 2014, cuarto puesto en el Mundial de 2015 y plata europea en 2016.

Una senda a la que quieren regresar desde hoy. «Volvemos a una gran competición y después de los Juegos queremos demostrar el potencial de este equipo, de lo que somos capaces», expuso Joan Cañellas ayer en la despedida del equipo en el Consejo Superior de Deportes. También el capitán, Raúl Entrerríos quiso destacar el compromiso del grupo con los buenos resultados. «Queremos ser competitivos, difíciles de batir, volver a la buena dinámica. No miramos más allá del primer partido, pero esperamos volver con algo bonito entre las manos con humildad y sacrificio».

Aire fresco

También el seleccionador, Jordi Ribera, tiene en Francia una motivación extra. Será su primer torneo de nivel al frente de España, un orgullo cargado de responsabilidad. Por los que están, una columna vertebral veterana, por los que concede la oportunidad de dar un paso al frente, y por todos los que no están. «Son tres semanas en las que representamos a todo el balonmano español, en todos los estamentos. Esos jugadores y entrenadores en la sombra, las escuelas y los clubes. Todos los que sueñan con estar en nuestro lugar. También tenemos la responsabilidad de enganchar al que no ha visto un partido de balonmano, implicarlo y que le guste. Lo sabemos hacer porque este equipo sabe sufrir, pero también disfrutar dentro de la pista».

Ribera ha intentado fusionar la experiencia de los Entrerríos, Tomás, Aginagalde, Morros o Cañellas con debutantes en grandes lides mundialistas como Iosu Goñi, Adriá Figueras, Rodrigo Corrales, Alejandro Costoya, Ángel Fernández y David Balaguer. Y aportar una visión diferente para, a falta de grandes lanzadores, ofrecer recursos a la selección para seguir siendo una referencia y uno de los equipos favoritos a lo mejor. «El seleccionador ha intentado probar un estilo de juego que a él le gusta, a veces no es tan fácil cambiar de la noche a la mañana, pero lo hemos ido asimilando bien y ojalá podamos jugar así de bien en el Mundial como en el Torneo Internacional de España», indica Aginagalde. Lo de Irún fue una prueba que se superó con nota. Buscan el excelente en Francia. Islandia (jueves, 20.45 h, TDP), primer paso de España hacia la reconquista del podio mundial.

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