Azahara Muñoz ya es la mejor golfista española de la historia

El golf profesional español tenía un maleficio sobre sus espaldas: ninguna jugadora nacional había sido capaz de ganar el Open de España. Hasta ahora. La edición de este año, que se celebraba en el recorrido marbellí de Aloha, parecía diseñada para que Azahara Muñoz inscribiera su nombre en el palmarés. A pocos metros de su casa, la de San Pedro de Alcántara desplegó toda su sapiencia para hacer historia.

Muñoz aguantó bien en lo alto del torneo después de las tres primeras jornadas. Sin embargo, en la cuarta, Beth Allen tomó una ventaja significativa a falta de nueve hoyos. La estadounidense los afrontó con tres golpes de renta sobre la española y los gestos se empezaron a torcer al ver que Aza fallaba un «putt» tras otro en la caza de su rival.

Afortunadamente, la ídolo local, que arrastró a numerosos afcionados a una maravillosa jornada de domingo, no se dejó arrastrar por la impaciencia. No se vino abajo y dejó que los fallos de Allen («bogeys» en los hoyos 12 y 13) junto a un «birdie» propio en el 14 la igualaran en el marcador. Aunque perdió la iniciativa en el 15, otro golpe ganado en el 17 de manera magistral la volvió a colocar en lo más alto, con un último reto de infarto.

La esdpañola no salió muy bien en el 18, pero la norteamericana se fue al agua a continuación y le permitió alcanzar el «green» con comodidad. La ventaja era de la andaluza de cara a su triunfo soñado. Así que controló toda la emoción del momento para completar hacer un gran cuatro (70 golpes en total) y ganar en su propia casa.

«Es increíble -reconoció entre lágrimas Azahara- pues aunque ganar un torneo siempre es especial, que sea el Abierto de tu país y hacerlo ante tu familia y amigos es algo que no se puede explicar». Con este victoria, que se suma al Madrid Masters, a sus dos Open de Francia y al Sybase del LPGA Tour, Muñoz se convierte en la española más laureada, con cinco victorias. Supera así a Raquel Carriedo, Marta Figueras-Dotti y Beatriz Recari, que ascumulan un póquer cada una.