Automovilismo

Alonso, aspirante a ser el piloto total

A falta de resultados en la Fórmula 1, el español quiere hacer algo «nunca visto» en el motor

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No hubo muchos asideros donde sujetar su talento en el periodo tenebroso de McLaren que abocó a Fernando Alonso a la retirada de la Fórmula 1. Cuatro años de declive en la cumbre del motor en los que el piloto descubrió, observador sagaz como es, una vía de aire en 2017. Esas vueltas en cabeza de las 500 Millas de Indianápolis con el coche naranja número 29 de Andretti Autosport que lo transportaron a sus días de celebridad en la F1 y fenómeno social en España. Alonso volvió a sentirse vivo, pleno en el circuito oval de Indianápolis y empezó a planear en su cabeza algo parecido al futuro que hoy tiene entre las manos. Una especie de piloto integral, un compendio de modalidades del volante que lo elevasen al cielo que la Fórmula 1 le negaba. No puede ganar la Champions, pero hay muchos otros torneos en el motor. Y el boceto actual le colma. Ganador de las 24 Horas de Le Mans, vencedor el pasado domingo de las 24 Horas de Daytona, Alonso aspira, como dijo el año pasado, «a hacer algo que no haya hecho nunca nadie».

La modernidad del coaching invita a hacer preguntas para ayudar a otras personas, a través del aprendizaje, en la exploración y el descubrimiento de nuevas creencias. Pero en el universo de Alonso, repleto de clásicos, se suele recordar que los tiempos de crisis son tiempos de oportunidades. O como proclamó Albert Einstein a principios del siglo XX, «la crisis trae progresos porque la creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura». Fernando Alonso ha desarrollado esa idea.

El coche 29 circulando al frente del pelotón de las 500 Millas fue la inspiración para sacar la cabeza del túnel negro que se cernía sobre el español, a quien se le evaporó la ilusión en 2018 con la alianza mejorada pero insuficiente de McLaren y el motor Renault . Por eso se lanzó a la búsqueda de otros horizontes, conocedor de que no podía volver a ganar en la Fórmula 1 salvo milagro en los despachos o evolución inesperada de un McLaren en horas bajas.

No parece que vaya a regresar a Ferrari su exjefe Stefano Domenicali , quien es CEO de Lamborghini desde hace dos años, ya que al menos debería ocupar el puesto del recién nombrado jefe de equipo Mattia Binotto. Y sin Domenicali, las opciones de volver a abrir la puerta de la escudería del cavallino serían escasas.

La reputación de Alonso como uno de los mejores pilotos de la historia lo llevó al coche que quería en el Mundial de Resistencia, el Toyota híbrido con el que ganó las 24 Horas de Le Mans . Era su debut en esta carrera y lo vivió eufórico: Alonso es un depredador al que solo le vale la victoria. Le apretó mucho más la condición de favorito indiscutible –tenía al fin el mejor coche– a su círculo más privado (su padre José Luis, su manager Luis García Abad, sus fisioterapeutas Fabrizio Borra y Edoaldo Bendinelli) que a él mismo. Aquella carrera fue un estrés para ellos porque después de tantos años sin el bólido puntero, no querían ver un motor roto o un accidente de los que ha vivido con demasiada frecuencia el piloto en sus últimos cursos en la F1.

Piloto de carreras

En su temporada de cierre en la Fórmula 1 cambió su perfil en las redes sociales. De «piloto de Fórmula 1. McLaren» pasó a ser «piloto de carreras. Todas». Una declaración de intenciones que han corroborado los sucesivos anuncios en la comunicación pública del asturiano. La participación en las 500 Millas de Indianápolis con un McLaren, el concurso en las 24 Horas de Daytona, el acercamiento al ganador del Dakar (el jeque catarí Al Attiyah) para probar el Toyota triunfador... Queda ahora por saber si Alonso renueva su contrato con Toyota para futuras ediciones del Mundial de Resistencia, que concluye en las próximas 24 Horas de Le Mans (16 de junio), si se anima a probar una especialidad novedosa para él como el rally Dakar o si encuentra un hueco para regresar a la F1 en un monoplaza dominante.

Con 37 años y la ambición intacta , en Daytona ofreció una exhibición colosal, llevando el Cadillac al primer puesto desde el noveno, el cuarto o el tercero. En la Resistencia aspira a ganar el título y añadir otra pieza de color a su palmarés. Y en Indianápolis, su cita cumbre del año, confía en alcanzar esa triple corona (ya tiene Le Mans y el GP Mónaco). Alonso es hoy el pretendiente número uno a ser considerado el primer piloto total de la historia.

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