Toros de directo: El Cid, López Simón y Roca Rey, con la corrida de Parladé en San Isidro
Sorteada la corrida de Juan Pedro Domecq en el cartel de mayor expectación de la feria
Sexto toro
Maderero, número 22, negro listón, de 565 kilos. Un mansito que rompe a estupendo en las manos de Roca Rey, pletórico en una faena de dos orejas. Puerta Grande.
Quinto toro
Se llama Invasor, con el número 61, negro, de 626 kilos. No redondea la tarde.
Cuarto toro
Jefecillo es el segundo del lote del Cid, número 47, negro meano, de 607 kilos. En las distancias lejanas cita a su último toro isidril. Otra vez falla con el acero. Ovación de cariño al torero, que besa un puñadito de arena.
Tercer toro
Peleador se llama el terero, herrado con el número 34, colorado, una belleza de 555 kilos. Blandea. Asoma el pañuelo verde y sale el sobrero de Conde de Mayalde, al que Roca Rey da la bienvenida por ceñidas gaoneras. Lo coge de manera violentísima, para matarl. Le raja de arriba abajo el vestido. Con una venda gigante que cubre la rotura regresa con entereza a la cara del toro. Cojea ostensiblemente. Brinda al Rey Don Juan Carlos. Y comienza opr estatuarios imposible con un toro geniudo. Aguanta las paradas. L faena transcurre entre cierta división, poer lo cierto es que logra naturales mandones. Sale de la cara del toro con soberbia. El bajonazo afea todo. Pasa a la enfermería, donde está siendo atendido de una cornada, pero que no le impedirá continuar la lidia por voluntad propia. Parte médico: Herida por asta de toro de 6 cm. en tercio superior cara posterior muslo derecho que rompe fascia superficial y lesiona musculatura isquiotibial. Contusiones y erosiones múltiples. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros bajo anestesia local.
Segundo toro
Numerario, número 20, colorado chorreado, de 556 kilos. Vibrantes los lances de saludo de López Simón, entre alguna ligera protesta al toro, el único cuatreño. Brinda al público. "El brindis se te da bien, vamos a ver si ahora eres capaz de torear", suelta uno. coienza por estatuariso sin enmendarse. Atornillado, bárbaro, con uno por la espalda. "Regular, simplemente", dice un exigente. Repite el torete. "El bicho es bueno", señala un espectador. Numerario lo pide por abajo, y cuando el de Barajas lo hace llegan los momentos demás transmisión. También tiene calidad por la izquierda, pero no hay el ritmo necesario. Una serie diestra, con un cambio de mano resplandece más. Nobilísmo animal: "No tenemos problema de toro, tenemos problema de torro, vaya caramelo dulce que has tenido en tus manos". Cinco bernadinas cambiándole el viaje incendiaron al personal, algunos en pie. Estocada tendida y desprendida. Suena un aviso. Oreja. Ovación al toro. Jesús Arruga coge el gallo que lanzan del tendido.
Primer toro
Abre plaza Ratero, número 30, negro salpicado y listón, de 588 kilos. Su feo nombre es lo opueso a bonitas hechuras y a su buena condición, que permite a El Cid reverdecer laureles. El sabor de lo clásico llega desde el prólogo de faena, una faena que contiene derechazos relajados y con reposo, acompañando la embestida. Y toreando. Hay algún pase de pecho monumental. Va camino de la oreja, pero pincha. Pinchazo, media defectuosa y dos descabellos. Otra vez el acero se lleva un premio, como si fuese el sino cidista. Palmas.
Paseíllo
Con lleno de «No hay billetes», hacen el paseíllo El Cid, de azul rey y oro; López Simón, de negro y oro; y Roca Rey, de canela y oro. Gran ovación a El Cid en su último San Isidro.
Sorteo
Esta mañana se sortearon los toros de Parladé, propiedad de Juan Pedro Domecq. Son todos cinqueños salvo el segundo.
Cartel
¡Buenas tardes! Llega la corrida de mayor expectación de la feria, la primera en la que se acabó el «No hay billetes». En 24 horas, Andrés Roca Rey colgó el cocidiado cartel. Con toros de Parladé, abren el cartel Manuel Jesús «El Cid», en su último San Isidro, y Alberto López Simón.
