Enrique Ponce y David Mora salen a hombros en Pozoblanco

Roca Rey corta una oreja

Efe

Los toreros Enrique Ponce y David Mora salieron este sábado a hombros en Pozoblanco (Córdoba) tras repartirse cinco orejas en la primera de las tres corridas contempladas en el ciclo de Nuestra Señora de Las Mercedes, en una tarde en la que el peruano Roca Rey obtuvo un apéndice.

Ponce regaló dos faenas de elevado nivel . El valenciano exprimió su lote con solvencia y torería, mostrándose elegante y entregándose ante sus dos enemigos. A su noble y flojo primero, al que capoteó con elegancia, le cuajó una faena variada y correcta en la que se vio obligado a cuidar al astado sobre la diestra. Faena muy de su corte, que acabó de manera solvente para lograr las dos orejas.

Ante su segundo, Ponce volvió a lucirse con la capa. El de Chiva, entregado, se mostró solvente otra vez ante la embestida de un toro que también acompañó. Faena de nuevo de relevancia , ejecutada con gusto con ambas manos, que sólo fue premiada con un apéndice, acción que el público reprochó a la autoridad con una sonora bronca tras la vuelta al ruedo.

Mora, con un lote de menos posibles , desorejó a su primer enemigo tras mostrarse firme y animoso. El toledano se echó el capote a la espalda en el quite, jugándosela en el primer lance antes de hilvanar una faena con más virtud sobre la zurda. El astado, que flojeó de más, no acabó de rematar en la series, pese a la voluntad del torero, que anduvo por encima.

Con el segundo de su lote apenas tuvo opciones, decantándose por probar por ambos pitones sin obtener respuesta. Faena menguante ante un animal sin casta que concluyó de manera breve pero certera y efectiva con el estoque.

El debut de Rey en el coso pozoalbense se saldó con un trofeo de su primero, al que realizó una faena cargada de entrega ante un toro que no concedió muchas oportunidades. Lo más destacado anduvo en el inicio, con un saludo capotero donde intercaló unas coquetas chicuelinas por bajo con el toreo a la verónica. Ya con la muleta, el peruano se mostró firme sin que aquello acabara por romper.

En el último, se mostró a más nivel que su enemigo , al que realizó una faena más encimista. El toro, con poco fondo, obligó al torero a fijar estilo en los terrenos más próximos para así poder extraer la poca esencia que éste guardaba. El fallo con el acero le impidió tocar pelo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación