Vuelta al ruedo para un bellísimo «Horroroso» de Jandilla en la Feria de Fallas

Sebastián Castella corta dos orejas a un gran toro para el que se pidió el indulto; Javier Gómez Pascual resultó herido

«Horroroso» embiste con pprofundidad en la muleta de Sebastián Castella Mikel Ponce

ABC , ABC y Andrés Amorós

Crónica

Hasta el quinto toro, la tarde transcurre gris y poco agradable: se ha desatado un molesto viento; los toros de Jandilla dan juego desigual; los diestros no redondean faena; el público se aburre… Para colmo, se permite que el estruendo de un grupo de percusión invada el espacio sonoro del festejo taurino: eso no tiene que ver con la alegría y el bullicio de las Fallas.

Pero sale el quinto toro, «Horroroso» , negro, de 540 kilos: derriba dos veces al caballo; galopa con prontitud y alegría, en el quite por chicuelinas (¡no nos libramos!); hace que luzca el habitual comienzo de faena de Castella , con muletazos cambiados. ¡Vaya toro y qué nombre tan mal puesto! Le permite al diestro sacar todo su repertorio y sigue embistiendo humillado, incansable. La Plaza se llena de pañuelos, pidiendo el indulto para el excepcional toro, pero el presidente se niega. Suenan dos avisos antes de que Castella entre a matar. Finalmente, se ve obligado a hacerlo: estocada desprendida. El presidente saca tres pañuelos: dos generosos trofeos y una justísima vuelta al ruedo, al toro. ¿Por qué no lo ha indultado? Todavía no lo sé.

Dos faenas, en Bilbao y Madrid, han bastado para convertir al riojano Urdiales en predilecto de buenos aficionados. Le toca mantener con regularidad ese nivel. En el primero, «Fantasía» (como la película de Walt Disney, que hizo mucho por la afición a la música), traza muletazos limpios, con naturalidad y gusto, pero la faena no llega a cuajar. Deja una gran estocada. Su torería agrada al aficionado pero el gran público pide más. Al escurrido cuarto, que derriba y embiste incierto, le saca algún natural con clase pero el toro, pegajoso, no permite mayor lucimiento. Pincha cuatro veces, con poca convicción.

Nadie discute el mérito de la dilatada carrera de Sebastián Castella ni su oficio pero parece encasillado en un toreo vertical, estático, que necesita un toro con alegría y prontitud. Flojea el segundo pero se mueve. A la salida del tercer par, hiere a Javier Gómez Pascual . Castella hace la estatua, metido en tablas; consigue muletazos con oficio aunque el toro se apaga; alarga el trasteo, impacienta. (Tiene razón Curro Romero, en ABC: «Hay corridas que duran tres años»). Pincha y escucha dos avisos.

Sebastián Castella, con el quinto toro Mikel Ponce

Cayetano sigue siendo un personaje popular y un diestro respetable pero su carrera, iniciada tarde, ha tenido altibajos. Parece haber evolucionado hacia el temperamental valor, en la línea de Paquirri. Sale suelto el tercero, derrota con genio, Cayetano no se amilana pero se suceden los enganchones. Se justifica matando con decisión. En el último, comienza con muletazos de rodillas, se entrega pero el toro se apaga y el trasteo no cuaja. Vuelve a matar con facilidad.

En el recuerdo queda un bellísimo toro, todo lo contrario que su nombre, «Horroroso». No encuentro motivos para no haberlo indultado.

Postdata . Me pide un amable lector que explique mi crítica de las chicuelinas. Tiene razón. Este pase, heredero de la navarra, no es de los básicos (la verónica, el natural) pero puede resultar muy airoso si se interpreta con gracia sevillana: así lo hizo el que le dio nombre, Chicuelo (no en el torpe cartel de este año); luego, Paco Camino, Manzanares padre… Si no se hace así, se limita a un simple recorte. Y el abuso hace que produzca cansancio, hastío. «Dicen que la variedad…», ponderaba Cervantes. En una becerrada del Real Madrid, el medio izquierdo sevillano Montalvo dio tantas chicuelinas que las desacreditó: si era capaz de darlas un futbolista… Las recuperó Mondeño y, últimamente, José Tomás. Por desgracia. Tal como ahora solemos verla, la chicuelina se convierte en un recurso fácil, manido. No es el único.

Sexto toro

Magnolio, castaño, de 541 kilos, con el hierro de Vegahermosa, cierra el festejo. Cayetano, con decisión, comienza de rodillas. Otra vez sopla el viento y la chispa no prende con un toro que se queda más corto. No surge el lucimiento.

Quinto toro

Horroroso se llama el quinto, negro, de 540 kilos, herrado con el número 74. Derriba al picador el toro de manera estrepitosa. Castella caldea los ánimos en un buen quite por chicuelinas. Y bueno el tercio de banderillas, con un gran par de Chacón. Estupendo son del toro en un vibrante inicio pendular, sin moverse. Lo templa a derechas, con un gran pitón del toro. Parece molestar menos el viento. Liga otra serie, con un cambio de mano y un profundo pase de pecho. Por el izquierdo también embiste bien, con profundidad aunque puntea al tocar los engaños por el viento. Un gran toro este Horroroso, al que el francés le da fiesta completa con su firme estilo. Cierra por manoletinas y el toro sigue embistiendo. cuando se perfila para matar, algunos piden el indulto. Hasta el ganadero, Borja Domecq, lo solicita. Después de coger las espada, vuelve a dejarla para seguir toreando. Suena un aviso. Y Castella continúa torando, con el toro humillando con calidad. La petición del indulto es un clamor. Y el toro sin amagos de rajarse. Y sigue toreando. Merece el indulto pero el señor presidente no lo estima oportuno. Una pena, con lo difícil que es criar un toro así. Estocada y descabello. Dos avisos. Dos orejas y vuelta al ruedo al toro. Pitos al presidente por no indultar al jandilla.

Cuarto toro

Frívolo, número 28, de 535 kilos, de pobre trapío. Sigue incomodando el viento y la faena de Urdiales, que busca siempre el clasicismo, es desigual. No termina de acoplarse con un toro con virtudes y también defectos, como soltar la cara al final del muletazo, con algún momento de apuro. Hace un esfuerzo el riojano, sin terminar de confiarse. Pinchazo, otro hondo bajo, en el que por no querer soltar la espada a punto está de ser prendido. Vuelve a pinchar. Media tendida. Aviso. Silencio.

Tercer toro

Delicado, número 54, negro, de 533 kilos. Cada vez arrecia más Eolo. Molesto y peligroso. Cayetano vive un momento de apuro al perder pie, pero se incorpora presto con agilidad. Dispuesto el torero, pero sin poder hallar la brillantez con un animal que se mueve y que puntea el engaño en cuanto lo toca. La gente se impacienta. Mata de una estocada.

Segundo toro

Observador, número 13, negro mulato, de 530 kilos. Sale algo renqueante. En el tercio de banderillas, Javier Gómez Pascual, al hacer un quite, es cogido de manera dramática. Pasa a la enfermería por su propio pie, con el chaleco totalmente partido, que queda por encima de la chaquetilla. Según las primeras noticias, parece llevar una cornada en la zona lumbar. Mientras es intervenido, Castella comienza su faena con máxima quietud y conecta rapidísimo con el público. Es lo más emocionante de una labor que no acaba de tomar vuelo con un toro con cosas buenas, pero que exige mucho mando y el viento no permite gobernar del todo las telas, por lo que hay enganchones. Pinchazo. Suena un aviso cuando se dispone a descabellar.

Primer toro

Fantasía, número 17, negro mulato, de 539 kilos, con el hierro de Vegahermosa. Esos son los datos del toro del reencuentro de Urdiales con el público fallero. Echa la cara arriba el toro en banderillas. Lo pide por abajo el toro, que protesta por alto. Sabor en la trincherilla del inicio del riojano. Molesta mucho el viento y eso incomoda mucho al matador. Pese a ello surgen derechazos con empaque, aunque sin la limpieza necesaria entre los derrotes de Fantasía, que a veces se para pero siempre obedece. Todo va a menos y el riojano se marcha a por la espada para dejar un broche con aroma. Mata de un espadazo. Saludos.

Paseíllo

Con alrededor de tres cuartos de entrada, hacen el paseíllo Urdiales, de verde y oro; Castela, de purísima y oro, y Cayetano, de turquesa y azabache.

Sorteo

Los toros de Borja Domecq fueron sorteados esta mañana. Hay dos con el hierro de Vegahermosa (primero y sexto). El resto, de Jandilla. El primer sobrero es de la ganadería titular y el segundo de Montealto

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la octava corrida de la Feria de Fallas de Valencia. Diego Urdiales, Sebastián Castella y Cayetano Rivera Ordóñez darán cuenta de un encierro de Jandilla.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación