Arturo Saldívar indulta al toro «Amor Infinito» en Aguascalientes

Fue el triunfador de una tarde en la que Ferrera y Castella se fueron de vacío

Arturo Saldívar, con el toro «Amor Infinito» Efe

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El matador mexicano Arturo Saldívar indultó este viernes al toro «Amor infinito» , de San Miguel de Mimiahuapam, y salió por la puerta grande en la tercera corrida de la Feria de San Marcos, en la ciudad mexicana de Aguascalientes.

En el festejo en la Monumental de Aguascalientes , con tres cuartos de entrada, el español Antonio Ferrera y el francés Sebastián Castella, que se regaló un toro, no cortaron apéndices.

Salvo el sexto que fue indultado y el tercero, falto de trapío, la corrida resultó descastada.

El indulto quedó relativizado por la microvara que recibió el toro, que impide conocer el verdadero alcance de su bravura, y las prisas por matar de Saldívar que empujó al público a pedirlo para obtener la puerta grande de la plaza de su tierra. Una parte de los tendidos así lo entendieron, tanto la gracia con el animal, como la vuelta al ruedo triunfal que fue acompañada de pitos.

Saldívar toreó muy bien a «Amor infinito», el astado de Mimiahuapam que fue de comportamiento impecable por su casta y nobleza.

La movilidad del animal permitió a un Saldívar muy firme y plantado cinco buenas tandas entre las que brillaron una de naturales por la izquierda y otra por el lado diestro, con un derechazo sublime por su hondura y giro final. Siempre llevó al animal por los bajos y las tandas se sucedieron con gran ligazón . Antes se había gustado con el capote.

No fue lo único bueno de la tarde de Saldívar. En su primer toro tuvo el mérito de hacer bueno al descastado, con tandas muy trabajadas, poniendo la calma y el sitio para hacerlo entrar por la muleta. Una faena que estructuró bien pero que extendió absurdamente, lo que junto a una estocada caída fue motivo para que no se solicitase oreja alguna.

El francés Sebastián Castella toreó con gusto y delicadeza a un toro noble, pero falto de trapío y transmisión. Inició citando recostado en el burladero y luego le sometió en tandas ligadas con buen ritmo. El público consideró que la faena no era merecedora de oreja pero sí de un saludo al tercio que Castella negó.

Su segundo toro fue descastado y sin movilidad. Al final pidió uno de regalo , otro en la temporada mexicana del francés que ha hecho de lo excepcional hábito, pero no le encontró las distancias.

Se esperaba con ganas a Ferrera pero no dio con la tecla para lucir a sus rivales. Al que abrió plaza le muleteó caminando y con la tela atrasada y sin cruzarse, todos las pases fueron a la carrera.

Con el cuarto, descastado y astifino , no se decidió a bregar con seriedad y optó por la afección y el efectismo, por lo que no acabó de mandar sobre el animal.

A pesar del éxito del indulto, dos toros fueron pitados en el arrastre y el juego de la corrida fue muy pobre en líneas generales debido a la ausencia de casta. Alguno rozó la invalidez.

Saldívar por fin cumplió con las expectativas que había depositadas en él esta temporada en la que es su tarde más completa a pesar de la incógnita de su acierto con los aceros.

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