Ginés Marín
Ginés Marín - Paloma Aguilar

Ginés Marín, torería sin espada

Pierde el triunfo en la Corrida de la Cultura con un variado encierro de Cuvillo

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A pesar de la ola de calor, dos días seguidos con el cartel de “No hay billetes”: . “Que quieras o que no quieras” (como dice Rafael de León en su “Romance de la reina Mercedes”), los toros siguen siendo el gran “acontecimiento nacional”. Así tituló su ensayo Enrique Tierno Galván, que intervino en un acto que yo organicé, en defensa de la Fiesta, en el Ateneo de Madrid, junto a Rafael Alberti y Antonio Gala: ninguno de los tres eran precisamente de derechas. ¿Se enterarán de eso los ignorantes populistas que ahora sufrimos? No parece fácil.

Primera edición de este invento de Simón Casas, la Corrida de la Cultura: en realidad, una redundancia, pero, en los tiempos que corren, ¡bienvenida sea! Asiste el Ministro de Cultura, Méndez de Vigo, que también defendió rotundamente la Fiesta en la entrega de los Premios de ABC.

Vuelven a lidiarse reses de Núñez del Cuvillo, predilectas delas figuras. Se mueven mucho y dos, segundo y tercero, dan excelente juego.

Sólo una vez ha querido venir Las Ventas Morante. Una vez allanado el ruedo – su pretensión o su excusa –, un maestro en pelnitud podía haber toreado dos o tres tardes. (Las figuras del toreo clásico, que él justamente adora, así lo hacían: los datos son indiscutibles). Con esta “pildorita” (como dice “La verbena de la Paloma”), aumenta la expectación pero, también, la responsabilidad. Morante es, sin duda, un caso aparte,el representante actual de los toreros “artistas”, que oscilan entre el éxtasis y la bronca. La verdad es que José Antonio sabe torear primorosamente, con capote y muleta, y, a veces, lo hace. Esa ilusión mantiene a los aficionados. El primero mansea de salida: apenas puede Morante esbozar una sola verónica. Le pegan mucho, en tres encuentros. Lo prueba por alto, apunta muletazos con majestad pero el toro se queda corto y él le sigue la corriente: corta. Mata con facilidad. En el cuarto, lo borda con el capote, con verónicas y delantales. En los ayudados iniciales, se le queda debajo. Lo intenta pero el toro pega derrotes y vuelve a pararse: ¡a matar! Una bronca en el 5 retrasa la que recibe el diestro, después de matar sin apreturas.

Cayetano une tres atractivos: la fama mediática (dan vergüenza los gritos femeninos que he escuchado, en algunas Plazas), una personal estética rondeña, que incluye las verónicas rodilla en tierra y un vistoso quite, y unos arranques temperamentales, heredados de su padre. En contrapartida, comenzó tarde su carrera taurina, los fundamentos técnicos son, inevitablemente, menos sólidos. Aprovecha la muy npble embestida del segundo para muletazos vistosos pero sale de las series con apuros porque es mayor la estética que el dominio. Mata con decisión y el bravo toro tiene una hermosa muerte. Recibe al quinto con una rodilla en tierra (estilo Ordóñez), hace el quite rondeño: larga y gaoneras. (Muy bien Iván García, asomándose al balcón). Brinda a Curro Vázquez, su tío y apoderado. El comienzo de rodillas es brillante, con suaves muletazos pero el toro se apaga y la faena no cuaja. Entra a matar de lejos pero muy recto.

El muy joven Ginés Marín demostró sus innegables cualidades con una faena clásica, que le ha convertido en el indiscutido triunfador de la Feria. El tercero renquea de atrás pero rompe a embestir en la muleta. Desde el comienzo, liga muletazos con torería, acompañando con la cintura, llevándolo prendido, Un cambio de mnao prolongado hasta el círculo completo levanta un clamor. Tiene en la mano el trofeo - quizá, dos - pero pincha y pincha, dejando la mano atrás. ¡Para matarlo! El último se mueve pero sin clase. Ginés se muestra de nuevo muy suelto con el capote, dibuja muletazos mandones, remata con fantasía. Las bernadinas, cambiando el viaje del toro acaban de calentar al público, Esta vez sí logra la estocada pero descabella.

La conclusión es clara: Ginés ha caído de pie, en Las Ventas. Une cabeza clara y estética: las condiciones para ser figura. Pero hay que matar… En el cine, James Stewart era un “caballero sin espada”. Ginés Marín no se puede quedar en la torería sin espada; tiene condiciones para mucho más: debe ser figura del toreo.

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Paseíllo

Con llenazo en los tendidos, hacen el paseíllo Morante, de verde y oro; Cayetano, de tabaco y oro, y Ginés Marín, de corinto y oro.

Ambiente

Tremenda la expectación desde primera hora en los alrededores de Las Ventas, con una corrida que presidirá el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo.

Sorteo

Esta mañana se sortearon los toros de Núñez del Cuvillo que van a saltar al ruedo a partir de las siete de la tarde. En la corrida hay un «Arrojado», bautismo del toro que Manzanares indultó en la Maestranza en 2011. Los sobreros son de Santiago Domecq y El Torreón.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la primera edición de la Corrida de la Cultura, una creación del empresario Simón Casas en su primera temporada en Las Ventas. Cartel de máxima expectación con Morante de la Puebla, Cayetano Rivera Ordóñez y Ginés Marín.

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Todo está listo para que se inaugure la I Corrida de la Cultura, que estará presidida por el ministro de dicha cartera, Íñigo Méndez de Vigo. La expectación se ha disparado con la vuelta a Madrid de Morante de la Puebla -ya sin la pendiente en el ruedo-, acompañado por Cayetano Rivera Ordóñez y Ginés Marín, que se ganó el puesto libre por su triunfo en San Isidro.

Para la ocasión saltará al ruedo una corrida de Núñez del Cuvillo, donde aparece un «Arrojado» -así se llamaba el toro que José María Manzanares indultó en la Maestranza- cuyo orden de lidia es el siguiente:

1. Jugador, número 148, colorado, de 617 kilos.

2. Asturiano, número 99, negro salpicado, de 560 kilos.

3. Sinvaina, número 7, salinero, de 595 kilos.

4. Arrojado, número 49, negro listón de 547 kilos.

5. Laborioso, número 58, negro listón, de 556 kilos.

6. Correvientos, número 20, negro, de 551 kilos.

Los sobreros son de Santiago Domecq (Infante) y El Torreón (Dengosito).

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