El femenino plural de Lisbeth Gruwez, en el Teatro Central

Estreno nacional de la última obra de esta coreógrafa que por primera vez, no baila y ha creado para diez bailarinas

«The Sea Within», estreno en el central ABC

Marta Carrasco

Lisbeth Gruwez se ha quedado por primera vez mirando a sus bailarinas y con el cuerpo quieto, «a pesar de que quería salir a bailar». Y lo ha hecho para crear «The sea Within» , una obra para diez bailarinas que fueron seleccionadas según «el alma» de cada una. «Yo escribí un texto y les pedí que escibieran una carta para saber qué pensaba su alma. Y así las seleccioné. Cuando ví la selección, sentí que eran las idóneas».

El estreno en España de esta obra se produce este fin de semana en el Teatro Central. El trabajo está hecho a dúo entre Lisbeth Gruwez y el músico Maarten Van Cauwenberghe, quien está en directo en el espectáculo, «intepreto la música con antiguos sintetizadores», informa mientras dice con humor que, «trabajar con ella, juntos, a la vez para crear esta obra, ha sido horrible», pero el feeling entre ambos, es indudable.

Se conocieron en el laboratorio artístico de Jan Fabre, y Gruwez tras trabajar con hombres que hacen trabajos tan «duros» como Fabre o Vandekeybus , «quería hacer una obra que fuera sutil, que fuera como un paisaje, que los bailarines tuvieran además una cierta libertad, porque esto ha sido un trabajo creativo en grupo y sobre todo un trabajo realizado desde la serenidad. He hecho un viaje porque quería cambiar las cosas», dice la creadora belga.

La coreógrafa ha trabajado con las bailarinas desde la meditación, «algo difícil para el público, pero yo creo que cuando vean la danza no se sentirán excluidos», afirma Gruwez.

Según ambos creadores, en el escenario destaca sobre todo el baile del grupo, «no hay alguien parado que mira mientras otros bailan, sino que el trabajo es de conjunto». La compañía fundada por ambos creadores, Voetvolk, « es una conversación continúa entre los movimientos y la música. Porque lo que quiero es bailar entre las notas». Esta forma de trabajar ha hecho pensar en Gruwez la puesta en escena de un sólo que tendrá como protagonista la música de Debussy y que probablemente se estrenará en el Festival de Avignon en 2020.

Una obra que fluye entre un paisaje sonoro para dibujar un nuevo estado para meditar y bailar.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación