El Gobierno decide proteger la zarzuela frente a la primera huelga del Teatro
Será declarada Patrimonio Cultural Inmaterial como refuerzo del género ante la posible fusión con el Real
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha iniciado los trámites para incluir la zarzuela dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) , la máxima protección estatal que puede darse a las manifestaciones culturales. Se trata de una decisión que, según explican fuentes de la institución, «forma parte de la estrategia política de potenciar y proteger este género». El anuncio llega en un momento de máxima tensión en el sector lírico español, dado que hoy mismo comienzan las huelgas de los trabajadores del Instituto de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) como protesta ante la futura fusión del Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela .
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Para obtener la categoría de PCI, es necesario seguir un largo proceso que durará, al menos, un año. Ayer el Ministerio recibió el informe para presentar la candidatura de la zarzuela, que redactó Emilio Casares , catedrático de Musicología y uno de los mayores expertos en la materia. Él mismo explica que el texto responde a un modelo rígido en el que hay que demostrar que este género forma parte de la identidad española, que sigue vivo y que está arraigado en la cultura nacional, entre otras cosas. Sin embargo, debajo del mismo subyace una idea común y vertebradora: la de que «la zarzuela no es un mero hecho artístico de diversión, sino que es una realidad social que nace del pueblo y sirve al pueblo».
Una manifestación hispana
Además, Casares ha subrayado en su documento que la zarzuela no es solo un hecho español, sino que pertenece a la comunidad hispana, con una gran presencia en México , Argentina y Cuba , que tiene un patrimonio que supera los 3.000 títulos. O en Chile , incluso. «En el siglo XIX, los mineros del cobre iban los sábados a escuchar “La revoltosa”. Era su entretenimiento. Era algo potentísimo. Es un ejemplo que pone de manifiesto que estamos ante un bien cultural que el gobierno debe cuidar», añade.
En este sentido, Casares también ha recalcado que la zarzuela fue una gran comunicadora social de los siglos XIX y XX. «Es un género en el que que se habla y se canta. Y se habla porque se necesita narrar, contar, a través del lenguaje popular. De hecho los principales cambios históricos de la zarzuela responden a realidades sociales».
Ahora, tras la recepción del informe, este ha de pasar por la Comisión de Seguimiento del Plan Nacional de Patrimonio Inmaterial y, después, por el Consejo de Patrimonio Histórico, un órgano con representación autonómica que es el encargado de formalizar la candidatura. Esto se producirá en octubre de este año, momento tras el cual la iniciativa tendrá que ser sometida a una audiencia con las «Comunidades portadoras del bien», que son, especialmente, Madrid, Cataluña y Valencia. El proceso finalizará con la aprobación de la medida por Real Decreto del Consejo de Ministros .
Todo el proceso depende de la ley de 2015 para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que da potestad al Estado para dotar a ciertas expresiones socioculturales de esta especial protección, algo que antes era imposible. Así, el PCI vendría a ser el equivalente inmaterial a los Bienes de Interés Cultural (BIC). Por el momento, se han resguardado bajo este paraguas el Carnaval, la Semana Santa, la Trashumancia y, en fechas recientes, lo harán también las tapas y la cría y doma del caballo español.
«Esta iniciativa responde al mismo ánimo que la fusión: preservar y promover el género de la Zarzuela», apuntan fuentes del Ministerio. Además, añaden, esta medida «protege su esencia» y «la blinda ante incursiones que puedan hacer otras administraciones, o futuros gobiernos, sobre menoscabar el patrimonio musical».
De hecho, insisten en que este nuevo estatus dotará de un blindaje especial al Teatro de la Zarzuela , preservando su espíritu, el de ser el templo del género musical para el que se creó. Este es, precisamente, uno de los principales recelos de los que se muestran contrarios a la fusión, entre los que se incluye el propio Emilio Casares.
Desacuerdos sobre la fusión
«Estoy en total desacuerdo con esa operación por muchas cosas, empezando porque a mí el modelo de entretenimiento del Teatro Real no me parece modélico, sino elitista», lamenta. En su opinión, el espíritu del Teatro de la Zarzuela rema en otra dirección y se dirige a un ámbito más popular, con precios mucho más asequibles para el público medio. «En la Zarzuela hay cosas que mejorar, pero yo no veo nada positivo en ese cambio », añade.
Aunque cree que la labor del Teatro de la Zarzuela ha sido encomiable estos últimos años, atrayendo a más público y recuperando títulos olvidados, sí critica ciertas deficiencias de la vida del género: « Yo no entiendo que se hagan solo siete u ocho títulos de zarzuela al año ni que, salvo Oviedo y Madrid, prácticamente ninguna ciudad española programe zarzuela de forma sistemática. Hay muchísimo que hacer para recuperarla, para explotar más este bien».
Más allá de la polémica, Casares espera que la protección del género como PCI sea una llamada de atención, una forma de poner el tema sobre la mesa, aunque no cree que la existencia de esta forma de expresión musical corra peligro. «Hoy la zarzuela está conmocionada por la fusión, pero no creo que vaya a estar nunca en peligro». De hecho, siempre ha tenido nombres ilustres que la han protegido y cantado (y otros que lo siguen haciendo): el ya fallecido Alfredo Kraus , la mezzosoprano Teresa Berganza , el omnipresente Plácido Domingo o, ya en generaciones posteriores, María Bayo o Milagros Martín , que demuestran que hay buenas manos para recoger el legado. Así pues, esta nueva decisión no es más que otra muestra de cariño y respeto a este tesoro. «El fin de hacer estas cosas es cuidar nuestro patrimonio», remata Casares.
