Aina Sánchez y Marcel Borràs
Aina Sánchez y Marcel Borràs - Ros Ribas

«Las bodas de Fígaro», de Beaumarchais, un barbero cuarentón y revolucionario

El Teatre Lliure celebra sus cuarenta años con la reposición de este montaje histórico, que presenta en el Teatro de la Comedia

Madrid Actualizado: Guardar
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El 7 de febrero de 1989, el Teatre Lliure estrenaba «Les noces de Fígaro», de Caron de Beaumarchais, con dirección del que era una de las almas de la compañía, Fabià Puigserver. Lo hacía en unos momentos «de difícil y casi imposible supervivencia», como recordaba no hace mucho Lluís Pasqual, actual director del Lliure. Para celebrar los cuarenta años de la institución -uno de los grandes motores del teatro, no solo barcelonés, sino español-, Pasqual decidió remontar aquel espectáculo, y encargó su dirección a Lluís Homar, que encarnó a Fígaro en el estreno del histórico montaje, y que ya lo remontó, junto con Anna Lizarán, tras la muerte de Puigserver, en lo que supuso el primer trabajo del Lliure en castellano.

«Las bodas de Fígaro» se presenta ahora en el teatro de La Comedia, dentro de la programación de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. «Es un montaje con mucha historia», reconocía Helena Pimenta, directora de la CNTC, en su presentación. Pero no es la única razón, ni siquiera la más importante, para que ocupe este escenario. «Comprendo la fascinación de Fabià por este texto; a mí me tiene loco -confiesa Homar-; es una partitura perfecta, única, me gusta todavía más que hace veintiocho años».

Estrenada en 1785, y popularizada por la ópera escrita por Mozart, «Las bodas de Fígaro» reúne, según Homar, varias virtudes. «Por un lado, el divertimento; se nota que Beaumarchais, entre otras cosas, era relojero, en esta obra domina el mecanismo de la risa. De hecho, circula la leyenda de que su padre se murió de un ataque de risa mientras leía la obra».

Otra de sus características es la capacidad de gran autor de Beaumarchais. «Se muestra en “Las bodas de Fígaro” como un gran conocedor del alma humana, que retrata de manera diáfana y a través de grandes personajes».

Recuerda Lluís Homar que esta obra se estrenó apenas cuatro años antes de la Revolución Francesa. «Tiene un componente político; uno de sus líderes, Georges-Jacques Danton, dijo que Beaumarchais era el primer revolucionario. Es una obra sobre el abuso en su sentido más genérico, en el que Fígaro se rebela contra el conde, y en el que también hay un destacado papel de la mujer. Su idea es que ningún ser humano puede sentirse superior a otro».

Con escenografía de Rafael Lladó sobre la original de Puigserver, vestuario de César Olivar e iluminación de Xavier Clot, el reparto incluye a Manel Barceló (Bartolo), Marcel Borràs (Fígaro), Oreig Canela (Pedrito / Toma-sol), Joan Carreras (Conde Almaviva), Oriol Genis (Don Guzmán), Mónica López (Condesa Almaviva), Eduard Muntada (Antonio), Victória Pagès (Marcelina), Albert Pérez (Basilio), Diana Torné (Francina), Aina Sánchez (Susana), Òscar Valsecchi (Doblemano) y Pau Vinyals (Querubín). Como curiosidad, Mónica López fue Susana en la primera reposición de la obra.

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