Leonor Bonilla: «Ni en sueños pensaba que podría estar en el Maestranza»

La joven soprano es la primera cantante sevillana que estrena el rol de «Lucía de Lammermoor» en este coliseo

Escena de «Lucia de Lammermoor» J.M. SERRANO

Marta Carrasco

En el año 2012 el teatro de la Maestranza ponía en escena «Lucía de Lammermoor» con un elenco encabezado por la granadina Mariola Cantarero. Entre el coro, una joven cantante se estrenaba en esta ópera. Seis años después el Coro de la Asociación de Amigos del Teatro Maestranza vuelve a actuar en la ópera de Donizetti, pero esta vez la joven cantante no está en el coro, sino que interpreta a la protagonista, «Lucía».

Leonor Bonilla dice que «ni en sueños hubiera pensado entonces que seis años después yo estrenaría este rol en el Maestranza, ni en sueños».

Para la soprano, la vida transcurre en los últimos tiempos a una gran velocidad. Hija de un profesor de guitarra y una profesora de Danza, Leonor Bonilla estudió primero danza en el Conservatorio de Sevilla, «no pude hacer el Superior porque se lo llevaron a Málaga», y poco después se decantó por hacer Magisterio Musical. «Ya entonces me gustaba cantar y me metí en el coro de la Universidad, y luego entré en el del teatro Maestranza».

Y fueron sucediéndose los acontecimientos. En 2015 cantó un papel en la ópera infantil «El pequeño deshollinador» , en 2016 «Carmina Burana» y luego hizo el personaje de «Giannina» de «L’elisir d’amore».

Estos días descansa en casa de sus padres en Sevilla, donde todavía vive a caballo entre España e Italia, donde es reclamada por numerosos teatros, y donde vive su pareja. «Viajar sola es muy duro, a veces mi familia viene a verme, y si estoy en Italia, mi pareja, pero siempre es complicado», asegura.

Se deshace en elogios hacia el elenco de la ópera, sobre todo con José Bros , su compañero de reparto en esta «Lucía», «es un profesional enorme que me da muy buenos consejos».

Confiesa que estos días, «paso de la risa a la locura. Estoy loca perdía la verdad, porque han sido días de muchos nervios, trabajo, cansancio, y mucha emoción en el general, cuando ví que pude hacerlo y ver la respuesta del público. A ver el estreno, a ver».

Esta sevillana dice que tiene un vértigo distinto en este teatro , «le tengo respeto a todos los teatros, pero aquí viene un público que lo hace desde el cariño porque soy sevillana. Está mi familia, mis compañeros del coro, y quieres no desilusionar a nadie, y tengo que batallar con esa emoción».

Es la primera soprano sevillana que va a cantar «Lucía» en el Maestranza . Recuerda la fecha de 2012 con cariño, «era la primera «Lucía» que escuchaba en mi vida y me quede embobada escuchando a Mariola, con la que luego he podido trabajar en una «Bohéme». Yo pensaba, cómo puede hacer esta escena tan larga, la de la locura, era interminable. Y ahora lo hago yo».

Dice que lo más difícil de estos seis años ha sido gestionar las emociones, «tanto los éxitos como los fracasos, eso es lo más importante y yo siento todo mucho».

Ha ganado nunmerosos concursos como en el Viñas de Barcelona, entre otros, y también ha sido tercer Premio del Concurso Internacional «Flaviano Labò» en Piacenza, Premio del Público en el Concurso Monserrat Caballé , primer premio en la III edición del Concurso Internacional de Opera Santa Cruz de Tenerife, primer Premio en el Concurso Internacional de Canto «Ciudad de Logroño» y tercer Premio y Premio del Público en el VI Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus .

Ha trabajado con figuras de la ópera, y recuerda con cariño un consejo del grandísimo barítono italiano Rolando Panerai (que cantó con la Callas), «es una leyenda viva de la ópera. Hice con él «Rigoletto» en Génova, y él hacía la dirección de escena. Me dijo en un ensayo: lo tienes todo, confía en ti misma y no estés pendiente de tantos consejos que te da todo el mundo, confía en tí».

En este momento ya ha dicho «no» a papeles que cree aún no debe cantar, «como una «Alcina» de Haendel para el que me llamaron del Maggio Fiorentino, pero era un papel muy pesado para mi. Hay tanto repertorio, que no sé porqué me llaman para algo que no se corresponde con mi voz».

Vocalmente se sitúa en papeles de soprano «belcantista» lírico ligera, Donizetti, Bellini, Rossini y algún que otro Mozart... Ahora está empezando a estudiar «I Puritani» , «aún nadie me lo ha propuesto, es por gusto».

Sobre su actuación y como ha afrontado este papel afirma que «el reto mas grande de esta «Lucía» es situar la voz y conseguir el fraseo característico del bel canto , y esas notas graves. Se habla de los agudos, pero también tiene notas graves. En el «aria de la locura» a nivel interpretativo es muy intenso, y es difícil compaginar el canto con la interpretación».

No ha olvidado la danza, «lo que queda de bailarina está en mi», y dice que algún director de escena ha utilizado su faceta de bailarina: «Las sevillanas forman parte de mí y de mi familia», asegura. Recuerda que, «en la «Francesca da Rimini» de Mercadante que hice hace dos años en Martina Franca, el coreógrafo Gheorghe Iancu , creó un sólo de contemporáneo y lo tuve que bailar», dice la soprano.

Entre sus pròximos compromisos, un concierto con Carlos Alvarez de canción española y zarzuela, y luego le espera el teatro Villamarta de Jerez con «Orfeo y Eurídice». Después Japón y un Strauss en el Teatro Real de Madrid.

Y a la hora del estreno tendrá en su corazón muchos recuerdos, aunque uno muy especial, «si, mi abuela».

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