FLAMENCO

Rocío Molina: «Con 'Caída del cielo' estoy al borde de lo físico»

La bailaora malagueña estrena este viernes en el teatro Central su último montaje

Espectáculo «Caída del cielo» ABC

MARTA CARRASCO

Rocío Molina (Torre del Mar. Málaga. 1984), rompió moldes en la última Bienal de Flamenco de 2016 cuando hizo en el teatro Central un montaje de «improvisación» de cuatro horas, del que confiesa hoy que salieron muchas ideas del espectáculo que esta noche estrena en el mismo teatro, «Caída del cielo».

Manuel Llanes, director artístico del teatro calificó a Rocío Molina como « una bailaora en libertad que no puede ser domesticada y , aunque es consciente del flamenco, tiene muchas formas de entender la escena».

Rocío Molina estrenó «Caída del cielo» en noviembre de 2017, «intentaba cerrar un ciclo de vida», afirma. La idea partió tras ver el lienzo «El Jardín de las Delicias» del Bosco en el Museo del Prado, «allí se ve luz y oscuridad, pero el dramaturgo Carlos Marquerie y yo tenemos un lado macarra y preferimos unir lo poético y la oscuridad».

Su proceso de trabajo es singular, «hablamos mucho, hacemos bacalao al horno, desayunamos, luego yo bailo y el mira. Y ahí nos dimos cuenta de que aparecía el suelo constantemente». Confiesa que «necesitaba otra dimensión para mis caídas, ya no me bastaba con rematar con los pies. A mi cuerpo le costó entenderlo porque caer y seguir bailando, es difícil. A veces no me podía ni levantar. En este montaje he llegado al límite de lo físico », afirma.

Rocío Molina quiere convertir en algo bello situaciones estigmatizadas de la mujer, «mi creación sale de mis ovarios, y tiene también mucho de arte grotesco. Hemos mirado mucho los Los Caprichos de Goya , y ahí hay mucho de atrevimiento descarado y de diversión. Quiero reivindicar el placer de la mujer, y quitar estigmas a situaciones naturales femeninas».

Será por eso por lo que su próximo trabajo quiere alejarse lo más posible de esta situación de límite físico. «Quiero explicarlo bien y que no se saque de contexto, porque es un tema delicado según se comunique».

Y es que su nueva obra es sobre el deseo de ser madre , «un deseo que intento pueda convertirse en realidad durante la creación de la obra. Si ocurre y me quedo embarazada, sería maravilloso, y si no ocurriera, pues seguiría con la creación», afirma la bailaora, «porque la necesidad de ser madre se ha convertido en un monstruo que no podía controlar. Es un reto muy bonito y como yo no soy capaz de parar mi cuerpo, otro cuerpecito lo hará por mí. Pero si no quedo embarazada, no va a ser ningún dramón. Voy a reivindicar la mujer, ser madre soltera y feliz y lo voy a bailar».

En esta próxima creación cuenta con la colaboración de otras dos mujeres, la cantante Silvia Pérez Cruz y su madre , «dos mujeres muy valientes», dice.

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