XXIV Premio de Novela Fernando Lara

La colombiana Ángela Becerra gana el Fernando Lara con un «canto a la liberación de la mujer»

Es la segunda vez que un autor latinoamericano se hace con el premio, dotado con 120.000 euros y cuyo fallo se hizo público este viernes en el Real Alcázar

La escritora colombiana Ángela Becerra, recibe el premio Fernando Lara Juan Flores

Jesús Morillo

La e scritora colombiana radicada en Barcelona Ángela Becerra (Cali, 1957) alzó ayer con el XXIV premio de novela Fernando Lara , dotado con 120.000 euros , por la novela «Algún día, hoy» , que definió como un «canto épico a la liberación de la mujer» , basado en un personje real: Betsabé Espinal , quien lideró la primera huelga feminista de Latinoamérica en los años 20 del siglo pasado en una fábrica textil de Medellín.

El fallo se dio a conocer este viernes en el transcurso de una cena literaria en el Real Alcázar , a la que asistieron numerosas personalidades de la cultura, la política y la empresa andaluzas.

Con esta novela, Ángela Becerra se convierte en el s egundo autor latinoamericano en ganar este galardón, tras la cubana Zoe Valdés que lo recibió en 2003 por «Lobas de Mar». Además, esta autora colombiana es la décima mujer que gana este premio literario que conceden la Fundación José Manuel Lara y la Fundación AXA , que en esta edición han celebrado el décimo aniversario de su colaboración en fomento de la cultura en Andalucía.

Entre los autores que han ganado este premio, cuya primera edición fue en 1996, figuran Terenci Moix, Francisco Umbral, Juan Eslava Galán, Ángeles Caso, Mercedes Salisachs, Ian Gibson, Sonsoles Ónega y Jorge Molist , entre otros.

La autora colombiana lleva vinculada como autora al Grupo Planeta desde 2001, año en el que publicó su primer libro, el poemario «Alma abierta» . Una obra en la que dejaba atrás su exitosa carrera como publicista —llegó a ser vicepresidenta creativa de una gran firma española— para dedicarse a tiempo completo a la literatura.

«De los amores negados», su primera novela, sin embargo, no tuvo éxito en España hasta después de publicarse en Colombia en 2003 y obtener un año después el «Latino Literary Award» , punto de partida de una carrera narrativa pespunteada de premios .

Con el «El penúltimo sueño» , ganó, entre otros galardones, el Azorín en 205; y con «Ella que todo lo tuvo» , el III Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América 2009.

Todos estos galardones evidencian que Ángela Becerra es una autora de éxito a ambos lados del Atlántico , creadora de un estilo que denomina «idealismo mágico» y que consiste en poner la magia al servicio de las emociones y que pueden ejemplificar algunos pasajes de sus libros, como aquel en el que se desata un huracán en una habitación, o una novela en la que el narrador es un muerto.

Se trata de «Memorias de un sinvergüenza de siete suelas» (2013), el último título que ha publicado y que transcurre en Sevilla , precisamente la ciudad en la que ha logrado este nuevo premio y que sirve de escenario para la historia de un Don Juan contemporáneo , coleccionista de mujeres y pavos reales.

El jurado de esta edición ha estado formado por Fernando Delgado, Pere Gimferrer, Ana María Ruiz-Tagle, Clara Sánchez y Emili Rosales , que actuó este último como secretario con voto.

A la fase final del Fernando Lara, que tuvo lugar durante la cena en el Real Alcázar, llegaron diez novelas finalistas de las 218 obras presentadas , procedentes de España y diversos países extranjeros. Durante la velada, el jurado fue deliberando y eliminando obras de esa decena de títulos, hasta proclamar la novela de Ángela Becerra como ganadora de esta edición.

La autora colombiana se había presentado al premio bajo el pseudónimo de Emma Nuel y había titulado su novela «De sangre y fuego». Tras abrirse los sobres, el jurado anunció el nombre de Ángela Becerra y el título original de su novela.

Tras recibir el galardón, Ángela Becerra recordó que había escrito aquella novela ambientada en Sevilla, una ciudad «maravillosa que pude recorrer» para prepara aquella obra y de la que «me enamoré».

Al personaje de Betsabé Espinal llegó tras verla en un documental y tras investigar sobre ella encontró tres datos , su partida de nacimiento, que indicaba que era una hija de padre desconocido; su participación en la primera huelga feminista en la fábrica textil de Medellín ; y su muerte muchos años después.

A partir de estos datos la novelista encontró que tenía un universo «donde todo podía ser imaginado ». En ese sentido, «regaló» al personaje, de muy baja extracción social, una niña rica con la que mantendrá una amistad desde muy niña; y la posibilidad de dialogar con personajes históricos , como Frida Kahlo, LuisBuñuel, Salvador Dalí y Simon Weill . Una escritura a la que la autora le ha dedicado seis años en los que asegura que «he trabajado desde el alma».

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