CONCIERTOS SEVILLA

Luz Casal: «Con más o menos éxito, siempre he hecho lo que he querido»

La cantante gallega presenta en Sevilla «Que corra el aire», en una gira que le llevará por las principales ciudades españolas

La cantante gallega Luz Casal ABC

Ezequiel Mendoza

No importa cuántas etiquetas traten de colgarle, Luz Casal (Galicia, 1958) siempre ha hecho lo que ha querido. Aún así, siente que siempre ha tenido que dar explicaciones por hacer aquello que le gusta . A lo largo de su carrera ha pasado del rock a las baladas, tocando muchos estilos y cambiando de registro con naturalidad.

Con su nuevo trabajo, «Que corra el aire» , Luz Casal vuelve a demostrar que sigue siendo una gran intérprete y compositora, en un álbum que ella misma califica como «uno de los mejores» de su carrera . Este viernes lo presenta en el Cartuja Center Cite, en una gira que le llevará por las principales ciudades de España.

Aquí en Sevilla usted interpretó, recién comenzada su carrera, una versión por tangos de «Quiéreme aunque te duela», con Pata Negra. ¿Se acuerda de aquel momento?

Sí, me acuerdo perfectamente. Fue un momento de comunión con el público sevillano absoluto. Yo llegué a ese acto, que era reivindicar que no se cerrara una emisora de radio, con cantidad de compañeros. Enferma, yo me levanté de la cama ese día para hacer acto de presencia y nada más, no teníamos nada preparado. Surgió de esa manera tan espontánea y sin haber cantado jamás con ello. Aventurándome, ni siquiera con un palo sencillo del flamenco y, claro, a todo esto se sumó una serie de cosas que hicieron que, verdaderamente, durante mucho tiempo, estuve diciendo que, de los momentos más especiales de mi carrera, yo me remontaba a esa intervención. Recuerdo que me levantaba para recibir el aplauso y me sentaba porque me parecía que estaban aplaudiendo mucho [risas]. Me levantaba y me volvía a sentar. Y así estuve un rato, me pareció maravilloso. Eterno y maravilloso. Fue una manera de tocar el cielo aquella tarde.

Vuelve a Sevilla con un disco que, en cierto modo, recupera a la Luz Casal más auténtica, porque vuelve a componer…

Bueno, la más auténtica no [risas]. Yo siempre soy auténtica, en todos mis trabajos discográficos, unos con un carácter más intimista o más…. «encoraginao», o lo que sea…

Igual «auténtica» no era la palabra, pero hacía referencia a una frase suya que calificaba este trabajo como «el mejor de su carrera como compositora».

Lo que sí que en este trabajo he destacado lo mejor de mi carácter. De mis posibles formas de interpretar, de hacer canciones… En ese sentido, sí creo que refleja muy mucho mi personalidad, mi carácter tanto en lo musical como en lo personal. La verdad es que quizás tengo un poco más de satisfacción por lo que he hecho en el sentido de escribir, de componer, e incluso de interpretar. Y luego, por otro lado, aún teniendo la suerte siempre de contar con muy buenos músicos, la grabación de este álbum se ha producido de una manera muy natural, muy espontánea. En su conjunto, me ha dado muchas satisfacciones, tanto en la preparación como en el desarrollo, en la grabación y luego, en la posterior acogida por parte de la gente.

Hay una canción en el disco «Meu Pai» que tiene un enlace directo con «Entre mis recuerdos». Supongo que el paso del tiempo hace que veamos las cosas con otra perspectiva.

Afortunadamente, sí. Has pasado el periodo de alivio y te queda pues, como a casi todo el mundo, la sensación de lo mejor de esa persona. En el caso de un progenitor, cuando lo tienes y estás buscando tu propio camino pues, a veces, no es la persona que tienes día a día en tu cabeza, ¿no? Quizás estén antes tus amigos y tus conocidos que tus propios progenitores y cuando lo pierdes, y has pasado ese periodo, te queda la esencia, la importancia y lo más destacable de tu relación en este caso con él. Se me hizo necesario hacer un pequeño retrato, muy sucinto, de su personalidad. Llegar a la conclusión de que después de tanto tiempo eres más próxima a él de lo que te habías dado cuenta.

Me considero una persona con suerte de tener gente interesada en escucharme

En este disco hay muchas historias y suena un poco a reivindicación, como si dijera: tengo mucho que contar aún.

Sí, bueno, yo no saco banderas normalmente. Tengo la suerte de seguir dedicándome a lo que me he dedicado toda mi vida… A mi vocación tempranísima. Cuento pues, por lo menos, con un número importante de personas a la que les interesa lo que cuento, lo que digo y, sobre todo, cómo lo canto. Muchas veces ese «sigo aquí» o «estoy aquí» o «eh, cuidado…», es también como decírtelo a ti misma, a tu propio reflejo. Pero no es, «¡eh, atención, no me olvidéis que sigo aquí!», no tengo esa necesidad, por lo menos hasta el momento. Me considero una persona con la suerte de pasar de moda, de pasar de estilo y de, bueno, lo que te decía, tener gente interesada en escucharme.

Su carrera empezó junto a Leño, y de ahí se fue abriendo paso desde el rock hacia estilos muy diversos. Al final, la vida va de buscar y buscar hasta encontrarnos a nosotros mismos, ¿no?

Claro. Normalmente, para explicar a veces esa versatilidad, o esos cambios estilísticos, empleo ejemplos absolutamente primarios. Yo no me visto igual todos los días, porque me canso. Me parece que no es lo mismo estar al lado de la playa que al lado de un río en una montaña de Asturias. Entonces, verdaderamente, podría explicarlo de una manera un poco más brillante y es la necesidad de exigirme, o sea, como intérprete tengo más probabilidades de hacer cosas distintas que como compositora. Al final, aunque hay un ejemplo en este álbum que tumba esto que estoy diciendo, pero digamos que tienes un carácter y una personalidad como intérprete y, si eres capaz de imaginarte de ser y de interpretar, tienes más posibilidades. Por eso, como intérprete, he hecho cosas más arriesgadas como pueden ser los discos paralelos, como «La Pasión» y el disco homenaje a Dalida. Como compositora o autora, tengo una preocupación y expreso pensamientos más íntimos y cercanos a como yo soy como individuo

He leído una frase suya que dice: «He tenido la sensación de ser impura cada vez que hacía algo diferente». ¿Luz Casal también tiene puristas?

[Risas] ¡Sí! Toda mi vida he tenido la sensación de estar defendiéndome por hacer cosas que yo libremente he elegido. Pero, por afán de convencer a la otra persona de que lo que hago es lo que siento, lo que quiero hacer. Nunca he cantado nada en mi vida que no haya querido hacer. Con más o menos éxito, con más o menos satisfacción, pero siempre he hecho lo que he querido. Yo entiendo que, sobre todo en la música y en el tiempo en que vivimos, que uno tiene que clasificarse y definirse casi constantemente. Una persona como yo que no soy fácilmente… es decir, no tengo un perfil muy simple, ¿no? Me considero una persona, en lo positivo, complicada. No leo el mismo tipo de literatura, no leo a un autor determinado, me gusta la pintura y muchas expresiones, muchos estilos dentro de la pintura. Y me pasa con la música exactamente igual. Muchas veces he optado por hacer ese esfuerzo de hacer una defensa de lo que hago, que no es más que una expresión de lo que vivo, de lo que siento, de lo que percibo, aunque a veces lo que percibo sea la experiencia o la vida de otro. Siempre me remonto desde mi primer álbum hasta el día de hoy. Ahí ya se apuntaba que hacía cosas diversas, una canción como «No aguanto más» o «Sociedad sin ley». Para mí no hay una dicotomía, ni tampoco ganas de transgredir… Hago lo que hago porque quiero hacerlo.

Aún así, haciendo lo que quería, siempre sentía que debía dar explicaciones.

Sí, porque entiendes que hay mucha, muchísima gente, que hace un estilo que es el que mantiene a lo largo de su vida. Ser solista da una libertad mayor, una impureza mayor. Tienes más posibilidades según con los músicos con los que te mueves o con los que participas para hacer cosas diferentes. Pero cuando llevas desde tu infancia dedicada a la música es mucho más enriquecedor tomar ese tipo de riesgos, saltarme normas, estilos, etcétera. Para llegar a conseguir cosas que me sorprendan, que me alimenten, que me den la sensación de estar creciendo, no de estar repitiéndome.

Usted ha afirmado «reducir la inversión en ciencia es una animalada». ¿Qué le parece que haya gente que diga que con homeopatía se puede curar un cáncer?

Hay temas que me parecen especialmente delicados cuando se da una opinión de manera generalista. Yo padezco esa enfermedad porque es crónica. Desde luego, me he salvado a través de la ciencia. Me he salvado con los fármacos que me han recomendado mis oncólogos y que he usado, aunque hayan sido más fuertes de lo que a lo mejor en estos momentos se podrían usar o se usan. Creo que la información es fundamental para la gente y, sobre todo, cuando está la vida en juego y que, bueno, a veces con buena voluntad se pretende hacer cosas que, en fin, que no tienen luego eficacia, que no sirven. No estoy en contra de la homeopatía porque no estoy en contra de cosas de las que no sé, pero creo que la investigación es fundamental para prácticamente todo. Quedarnos en lo que ya sabemos no es nunca suficiente.

Usted siempre ha sido de reivindicar que es una mujer que nunca ha tenido miedo a nada, y es algo evidente. Pero habrá algo a lo que usted le tema, ¿no?

Hombre, la verdad es que no me gusta pasar dolor físico. El emocional lo manejo. El físico, bueno, incluso a pesar de ser fuerte, cuesta. Básicamente, soy una persona responsable, no me pongo en el borde de una catarata porque seguramente me caiga por ella [risas]. Eso no lo hago. Tengo una cierta consciencia de los peligros a los que no quiero exponerme. No paso miedo porque no me expongo. Pero hay otro miedo, que ese sí que no… por muy fuerte que seas o muy precavida que seas, que es ante la violencia. La violencia, en todas sus formas. A esa sí le tengo miedo. Pero luego, a aquello que yo pueda manejar, a eso tampoco le tengo miedo.

Como mujer seguramente también haya sufrido el machismo en sus carnes. Una vez reconoció que hasta hace poco no se ponía falda en el escenario. ¿Usted cree que, como sociedad, estamos mejorando?

Sí, siempre tiene que haber esperanza. Además, hay un grandísimo número de mujeres que están dispuestas a que las cosas se modifiquen y un número considerable de hombres que consideran que ya está bien de que se mantengan modos y costumbres que están obsoletas en nuestro tiempo. Tengo esperanza en la vida para prácticamente todo, siempre creo que se puede mejorar y que hay que poner esfuerzo para mejorarlo, sin ninguna duda, en todo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación