Renfe - 75 aniversario«Pipitren», una historia de superación

Rocío tuvo problemas al nacer. Su desarrollo fue algo más complejo, «a trancas y barrancas» lo define su padre, Eduardo Pastor. Todo su desarrollo ha sido a base de inventos, buscándole fórmulas para que avanzara más y más. Ella era una niña atenta, curiosa: memorizaba lo que veía, lo escaneaba todo. Así podía saber dónde estaba todo sin tener que hacer algo que le costaba mucho: comunicarse.

«Hace treinta y un años nació Rocío, fue un doce del doce del año mil novecientos ochenta y cuatro. Puede que fuera el descuido de una matrona o simplemente de la naturaleza, no sé. El caso es que, aunque ella tenga 31 años sigue teniendo la mentalidad de unos siete u ocho años», relata Eduardo.

Así comienza la historia de la vida de su hija (al igual que el relato que presentó al concurso por el 75 aniversario de Renfe para celebrarlo con todos los viajeros). «Es la historia de mi vida, la historia de mi hija, resumida en un folio», cuenta emocionado y orgulloso de haberlo conseguido.

A esta joven chica aún hoy se le resisten algunas palabras complicadas, pero muy pocas. Esto es gracias a la astucia de esta chica para cambiar las palabras que le resultaban difíciles de pronunciar y el ingenio de su padre para conseguir que evolucionaran a la palabra original. Por esto, Rocío decidió que el tren lo bautizaría como «pipi». “Había variaciones. Si íbamos a ver a la abuela era «pipilala», si íbamos a la playa era «pipiyayaz», explica Eduardo. Los trenes han sido parte de su vida, él trabaja en Renfe y ellos siempre han estado un poco de aquí para allá. Han vivido en pueblos de Castilla, en Madrid… y visitan mucho Gerona, Villalba (Lugo) y Villacarrillo (Jaén), para ver distintas partes de la familia. «Con esa letanía y el soniquete de pipi a pipitren, conseguimos que aprendiera a decirlo correctamente», cuenta Eduardo sonriente.

Esta historia de superación y amor de un padre a una hija es la que Juan Zelada y Bebe han elegido entre las 1.378 historias de tuhistoriatutren.com para crear su canción. «Compartimos un viaje con las personas que había escrito las que consideramos las cinco mejores historias. Eduardo me pilló de sorpresa, conecté en seguida con su historia», cuenta Bebe a ABC. Una tarde le valió al dúo para sacar las primeras ideas en ese camino a León pues la energía fluía porque aunque la cantante asegura que le quería hacerla suya con la canción, las emociones que la historia transmiten tiene que quedarse como están: «prefiero cantarla para ellos». Para crear la base y la melodía necesitaron algo más de tiempo, proceso dirigido por MUWOM y por el que se asomó también Carlos Jean.

Un estreno dorado

Todo tenía que estar perfecto para el sábado, para el estreno. Con la curiosidad de que habría dos. El primero, en el vagón número 3 del tren Madrid-Salamanca de camino al Facyl ( Festival de Artes de Castilla y León) con Rocío y Eduardo en los asientos más cercanos al dúo. Supieron que dieron en la tecla con el primer acorde, cuando padre e hija rompieron a llorar de emoción (y no fueron los únicos del vagón). Después ante toda Salamanca en un escenario irrepetible, en el escenario del festival que tenía el festival en la Plaza Mayor. Durante el concierto de Bebe, Juan Zelada (quien ya había actuado antes) se subió al escenario para volver a interpretarla. Entre el público, estaban Eduardo y Rocío acompañados de un pedacito de su familia que celebraban el homenaje a su vida.

«La música es un lenguaje universal en el que se puede decir todo aquello que no se dice o expresas lo que no se ve», aseguró Ramón Azuara, director de Renfe viajeros, durante la presentación en el vagón. ¿Nunca se han parado a pensar cuántas historias suceden en un viaje de tren? ¿No han pensado qué le pasará a la chica de la ventana que no para de mirar el móvil o al chico del fondo que parece estar tan cansado? En cada vagón hay mil historias por contar de las que Renfe eligió la que puede ser la más emotiva, la de Rocío y Eduardo para celebrar su 75 aniversario.