The Pains of Being Pure at Heart: «Los proyectos en solitario siempre son muy aburridos»

«Echoes of Pleasure», el último disco del cuarteto, parece haberse librado de la inseguridad juvenil

Los de Nueva York, de gira por España ABC
Nacho Serrano

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La paternidad del cantante y compositor Kip Berman (a la izquierda en la foto) ha provocado el parón más largo hasta la fecha de The Pains of Being Pure at Heart , cuarteto de Brooklyn ya bien conocido en nuestros escenarios. En estos tres años y medio, además de tener una hija Berman ha encontrado tiempo para componer y grabar un nuevo disco titulado « Echoes of Pleasure », en el que parece haberse librado de la inseguridad juvenil.

«En este álbum hablo de la simetría del amor, expresando la idea del eco como el reflejo del amor en el otro», argumenta Berman. «No lo veo como un espejo, sino como un diálogo perpetuo. Cuando una de las dos partes está ausente, el eco se desvanece y el amor se detiene poco a poco, igual que un eco que al repetirse va haciéndose más y más inaudible». La gestación de este trabajo estuvo marcada por otro embarazo, el de su mujer, que desencadenó un proceso creativo algo confuso «porque ni siquiera sabía si su resultado saldría a la luz», asegura Berman. «No sabía si las tocaría delante de público, así que las escribí sin pensar en cómo serían recibidas. Sólo pensaba en las cosas que me preocupaban en ese momento. Ni siquiera las ensayé con la banda antes de grabarlas. Así que tampoco sabía si eran buenas o no de verdad antes de entrar al estudio».

El segundo día, Bowie murió

Otro aspecto que condicionó el resultado final de «Echo of Pleasure» fue la inesperada muerte de David Bowie , uno de los referentes básicos de Berman. «Falleció al segundo día de empezara a grabar», recuerda el artista neoyorquino. «Fue realmente duro para mí porque siempre lo he considerado un héroe. De hecho, quizá puedas apreciar algo de su influencia en canciones como “The Garret” or “The Echo of Pleasure”».

Berman, que grabó el disco prácticamente él solo («el proceso hubiera sido excesivamente solitario y frustrante sin mi ingeniero de sonido Andy Savours», agradece), sabe que la percepción externa que se tiene de The Pains of Being Pure at Heart es la de una banda formada por un líder más tres músicos, más que por un cuarteto. Pero rechaza romper la baraja para ir por libre. «Creo que los proyectos en solitario siempre son muy aburridos. La banda es el entorno ideal para un músico de pop . Me inspira para hacer cosas mejores que las que Kip Berman podría hacer él solo».

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