Pablo Heras-Casado, nuevo director del Festival de Granada

Los pronósticos se cumplieron. Desde que el Consejo Rector del Festival le comunicara a Diego Martínez, actual director del evento, que no contaba con él para un nuevo mandato de cinco años al frente del mismo, sólo ha habido dos candidatos para dirigirlo. Uno, Reynaldo Fernández Manzano, actual director del Patronato de la Alhambra y el Generalife, reunía el perfil completo para ponerse al frente de esta gran cita cultural de Granada: experiencia en gestión, bien relacionado con las administraciones -no hay que olvidar que fue director del Festival de Música Española de Cádiz, director general de Instituciones del Patrimonio de la Junta, director del Centro de Documentación Musical de Andalucía y concejal, además de la responsabilidad que ocupa ahora- y además, es secretario de Cultura de la Ejecutiva Provincial del PSOE.

Sin embargo, desde el primer asalto, por voluntad propia y por necesidades del monumento a cuyo frente se encuentra, tal hipótesis fue desechada. Quizá en otro momento.

El otro era, y finalmente ha sido el elegido, Pablo Heras-Casado. Su valía musical es imposible discutirla. Representado por Harrison Parrott, una de las agencias de talento musical clásico más importantes de Europa, por no decir del mundo, que también se ocupa de las carreras de Javier Perianes, Josep Pons, o los Jarvi -padre e hijo, Neeme y Paavo-, entre muchos otros artistas, ha sabido ocupar un lugar de privilegio dentro de los directores jóvenes de la escuela europea. Precisamente él, que no ha hecho una formación al uso, con largas estancias de aprendizaje, ya que es más bien amigo de machacar las partituras a base de horas de lectura, estudio y ensayo.

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