Mertens, ayer en el Palacio de la Magdalena en Santander
Mertens, ayer en el Palacio de la Magdalena en Santander - JUAN MAUEL SERRANO ARCE

Wim Mertens: «Ha habido una gran democratización en la música»

El compositor y musicólogo belga presenta «What are wo, locks, to do?» en el ciclo «Escénicas en el Casyc» en los cursos de la UIMP en Santander

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Treinta años después de que llegara a España por primera vez, el músico y compositor Wim Mertens regresa para presentar «What are wo, locks, to do?» en el ciclo «Escénicas en el Casyc» en Santander. Con el segundo acto de una triología, y gracias a sus conocimientos como musicólogo, el belga sigue dibujando un boceto del carácter europeo a través del tiempo mediante la música: un elemento que ha evolucionado a la vez que la humanidad.

«La música debería seguir siendo cada vez más humana. Nosotros no evolucionamos en función de la música, es ella la que cambia gracias a nosotros», comenta. Una correlación que se ha acentuado especialmente en los últimos treinta años: «Desde los años 80 ha habido una enorme democratización en el acceso a las herramientas musicales y por lo tanto de la música en sí. Ahora, cualquier persona puede aprender por su cuenta; antes dependías de los profesionales».

Lo relevante ahora no es solo lo que se aprende en el conservatorio. Cada vez es más importante escapar de las barreras y encontrar tu propia voz. «Aún es un poco confuso para mucha gente porque parece no haber un estándar claro. Ya no solo cuatro artistas hacen música», añade en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Esta evolución desde la rigidez de la música de los año 1970 hasta la no estandarización, consecuencia de la influencia de géneros como el jazz, el pop o la música popular, es muy positiva: «Esto trae muchas más posibilidades a largo plazo porque encontrar tu propia voz significa evitar la división obsesiva entre géneros de la música actual».

Mertens, que ya actuó en Santander en 1991, también destaca que la gran distinción que existía entre el músico que escribía y el que la interpretaba, similar una división del trabajo similar al de un sistema capitalista, ha desaparecido hoy en día. Antes, lo importante era la partitura porque la música estaba organizada de una forma muy hierática: «Los compositores se convertían en una autoridad en sí mismos», comenta. Actualmente, lo importante es demostrar como la música va de la teoría a la práctica y de la práctica a la teoría.

Desde Alejandría a la Bruselas actual

Con la última parte aún por componer en octubre, el belga Mertens interpreta una obra inspirada en la historia de Berenice, la mujer de Ptolomeo y primera reina de la Dinastía Ptolemaica del Antiguo Egipcio. En dicho mito, Berenice prometió cortarse su rizos si su esposo regresaba sano y salvo de la guerra. Cuando al fin esto sucedió, se los ofreció a los dioses en un santuario de donde pronto desaparecieron para transformarse en la constelación que tomó el nombre de 'Cabellera de Berenice'.

La obra, para piano y voz -la primera y la tercera parte, compuestas para orquesta-, se presenta como una constelación, no como un mapa rígido, al ser un conjunto de elementos libres que espera poder presentar en su totalidad el próximo año.

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