Mark Eitzel: «La llegada de Trump significa el fin de la democracia, el comienzo de la locura»

El líder de American Music Club presenta en España su último disco como solista: «Hey Mr. Ferryman»

Mark Eitzel fundó American Music Club en 1982, una década antes de comenzar su carrera en solitario
Israel Viana

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Cuenta Mark Eitzel que todo ocurrió un poco por casualidad. Su manager en Inglaterra, Chris Metzler, fue a buscar a su hija a la salida del colegio cuando, en la puerta, descubrió a Bernard Butler esperando a la suya. «Allí se conocieron y, tras hablar un rato, resultó que al ex guitarrista de Suede le gustaba mi música», cuenta a ABC el líder de American Music Club , la banda con la que a mediados de los 80 encandiló con sus letras evocadoras y su rock elegante a grupos como R.E.M. , Sonic Youth o Yo La Tengo , con cuyos miembros ha colaborado en varias ocasiones.

Metzler le sugirió que le enviara la maqueta que acababa de grabar con sus últimas canciones. Accedió sin saber que Butler ya había ejercido de productor para nombres tan ilustres como Tricky , The Libertines , Texas , Ben Watt o Edwyn Collins , entre otros. «Recuerdo que Suede me gustaba a principios de los 90, pero cuando se hicieron más famosos les perdí el rastro. Ahora ni siquiera sabía que su guitarrista producía a otros artistas», reconoce Eitzel, para quién fue una bonita sorpresa que este se ofreciera de inmediato para grabarle de nuevo los temas de « Hey Mr. Ferryman », su primer trabajo en tres años y el décimo de su carrera como solista.

Y nada de voz y guitarra acústica, le dijo, oponiéndose a la decisión que había tomado Eitzel por lo ajustado de su presupuesto, sino con una banda al completo. El material que le había pasado lo merecía y él no pudo negarse. «En el pasado, tanto con American Music Club como yo solo, me di demasiada prisa en grabar algunos de mis discos y al final creo que estos se vieron perjudicados. Si algo no funciona, no funciona, por eso decidí volver al estudio», se justifica el cantante y guitarrista, descrito en bastantes ocasiones como «el heredero de Leonard Cohen ». «Últimamente también he escuchado el “Leonard Cohen gay” —bromea, antes de ponerse serio—. ¿Yo, Cohen? Él supera todo lo que haya podido hacer yo en mi vida».

A pesar de las dudas iniciales, al final le resultó «increíble» trabajar durante tres semanas, en Londres, con el ex de Suede, que aportó también todas las guitarras eléctricas, las líneas de bajo y los arreglos del piano, dotando al álbum de las inconfundibles y brillantes melodías asociadas al autor de discos como « The Golden Age » o « Love Songs for Patriots ». «No me hizo falta explicarle ni una sola canción, Butler era genial. Si eres bueno y la música es sencilla, no necesitas hablar demasiado sobre ella. De lo contrario, no se entenderá bien», explica el compositor estadounidense de inconfundible voz, sobre unas canciones que irradian una calidez que le viene como anillo al dedo a un Butler al que no duda en calificar de «genio».

Temas en los que muestra todo su amor y compasión hacia los desheredados, haciendo gala del sarcasmo o, como ocurre en « In My Role As A Professional Singer And Ham », dando rienda suelta a una sinceridad y honestidad absolutamente descarnadas. «Las experiencias que he tenido en el teatro musical durante los últimos diez años me han hecho ver las canciones de manera más objetiva. Siempre se suele escribir sobre uno mismo, pero contar una historia es más interesante. En realidad, hay muchas historias en las canciones de American Music Club, no es algo nuevo», explica el cantautor californiano, que ha desarrollado un sello personal absolutamente reconocible durante 35 años de carrera en los que ha visto pasar muchas modas y seis presidentes, desde Ronald Reagan hasta Donald Trump. Con este último, al que considera el peor de todos los que ha vivido, nunca escatima críticas: «Su llegada al poder significa el fin de la democracia, el comienzo de la locura. Estados Unidos ha dejado de ser un país libre desde que accedió a la Casa Blanca. La gente quería un rey y consiguió a Nerón».

Lo dice un cantautor consciente de las dificultades de seguir viviendo de su música con la crisis discográfica —«por supuesto que he considerado dejar la música, lo estoy pensando ahora mismo»— o escribir discos a la altura de su legado. Y aún así, continúa haciendo lo que mejor sabe hacer, incluso aunque en ocasiones tenga que asumir, como en esta gira de 25 fechas por Europa, que no va a ganar ni un euro. «Lo recaudado servirá para sufragar los gastos de la grabación, el alquiler de la furgoneta, los sueldos de los músicos y la tarifa del tour manager. Todos deben cobrar antes que yo», asegura.

Conciertos en España

—25 de octubre. Valencia . Loco Club (21.30).

—26 de octubre. Madrid . Sala Taboo (21.00). SON Estrella Galicia .

—27 de octubre. Bilbao . BIME Live (20.45).

—30 de octubre. Orense . Auditorio Municipal (21.00). SON Estrella Galicia .

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