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Música

Donovan: «El LSD confirmó lo que me habían revelado los libros de chamanismo»

El legendario cantautor escocés nos visita para celebrar el 50 aniversario del icónico «Sunshine Superman». El 9 de marzo en el Teatro Lara de Madrid, dentro del ciclo SON Estrella Galicia, y el 12 en Lérida, dentro de Musiques Diverses

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Cuando Donovan Philips Leitch (Glasgow, 1946) dice que su tercer álbum «no sólo fue el primer disco psicodélico, sino también el anunciamiento del flower-power», dice una verdad a medias. Para encontrar la primera grabación psicodélica hay que remontarse a un LP publicado por Folkway Recordings en 1957, que recogía cánticos de rituales chamánicos con psilocibina bajo el título de «The Mushroom Ceremony Of The Mazatec Indians». Ya en la década de los sesenta, artistas como Eden Ahbez o Alan Watts editaron álbumes psicodélicos de inspiración occidental, y justo antes de la explosión del flower-power, en 1965, nombres como Kim Fowley, The Doors, Love, The Warlocks (después The Gratefuld Dead), 13th Floor Elevators o The Great Society ya están jugando con la experimentación lisérgica en el estudio.

Es a finales de ese mismo año cuando Donovan comienza a grabar «Sunshine Superman», un disco que si bien no fue la semilla del pop psicodélico, sí formó parte de ese brote inicial elevándose como su brizna más visible. Es por eso que no deje de ser cierto que gracias a él, la gente empezó a saber qué era eso de los hippies.

Hola Donovan, ¿cómo va a celebrar este aniversario en España?

Daré conciertos solistas con mi guitarra acústica, en los que estaré sentado con las piernas cruzadas sobre una piel de carnero, al honorable estilo de los viejos poetas, músicos y trovadores gaélicos.

Sus sentimientos hacia «Sunshine Superman», ¿han ido cambiando a lo largo de los años?

Desde el principio del proceso de composición supe que estaba creando un camino a seguir con este disco. Nadie estaba haciendo algo parecido. Ya lo dijo el Rock & Roll Hall of Fame: «Donovan inició él solo la revolución psicodélica con “Sunshine Superman”». Mi disco es mucho más que el primer disco psicodélico. Anunció la llegada del flower-power por primera vez, e introdujo al mundo la primer fusión World Music de música folk, jazz, clásica, india, celta, árabe y caribeña. Cuando tenía 16 años intenté devolver la poesía a la cultura popular, y tenía cuatro años menos que The Beatles, Dylan y The Rolling Stones cuando ellos lo consiguieron.

¿Cree que su mensaje aún es válido o necesario a día de hoy?

Los temas que introduje en este disco todavía siguen en constante evolución. Además, muchos compositores y cantantes actuales siguen quedando fascinados por él.

«En mi viaje con los Beatles a la India, John Lennon persiguió a un paparazzi por la jungla»

Parte de los beneficios de esta gira van a parar a la fundación Donovan Children's Fund, ¿no es así?

Eso fue sólo en la gira estadounidense. Allí trabajo con David Lynch para introducir en la meditación a niños en situaciones de riesgo. La gira española será diferente, en esta ocasión parte de la recaudación irá para mi asociación benéfica Scottish TM Meditation Charity.

Sé que dio lecciones de «fingerpicking» al mismísimo John Lennon. No puedo evitar pregutar... ¿era un buen alumno?

Sí, John siempre estuvo muy concentrado, y demostró de verdad que tenía ganas de aprender de tocar la guitarra con mi estilo, único en su especie, y también de investigar con las inusuales estructuras de acordes que caracterizaban mi método de composición.

Aquellas clases tuvieron lugar en el famoso viaje a Rishikesh con los Beatles, Mike Love de los Beach Boys y Mia Farrow. ¿Puede contarme alguna anécdota que no se conozca?

Estábamos en el Ashram del Maharishi Mahesh Yogi, y un día que John Lennon estaba lavándose el pelo, de repente uno de los paparazzi que nos siguieron hasta la India consiguió colarse. En cuanto John se dio cuenta le dio igual no haber terminado de lavarse, se fue a por él cabreadísimo y el fotógrafo salió despavorido. ¡John estuvo un rato persiguiendo a aquel pobre hombre por la jungla con el champú todavía puesto en el pelo!

Se hizo muy amigo de Brian Jones, que hubiera cumplido 75 años por estas fechas. ¿Creyó la versión oficial de su muerte?

Esta pregunta es demasiado personal, y emocional. No la voy a contestar.

Cuando hizo ese viaje ya había publicado «Sunshine Superman». ¿Cree que el disco abrió ese mundo a los europeos y americanos?

Lo que está claro es que soy bien conocido por haber sido el principal responsable de la introducción de la meditación y la filosofía oriental en el estilo de vida y la música occidental. Pero también es cierto que desempolvé el mítico viaje gaélico de Irlanda, Escocia y Gales.

¿En qué medida ayudaron los alucinógenos a moldear su estilo musical?

No ayudaron a moldear mi estilo, el LSD y otros alucinógenos simplemente reconfirmaron todo lo que los libros sobre chamanismo me habían revelado. ¿Y qué me habían revelado? El poeta William Blake escribió: «Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna». Mis letras en el disco «Sunshine Superman» indican

«Mi rivalidad con Dylan fue un invento de la prensa»

algunas experiencias acerca del viaje interior hacia nuestra propia realidad, como el verso de «Twelve Kingfishers» que dice: «Look at the tiny oceans in my hand, waves of liquid color touch the sand». En una ocasión, David Gilmour me dijo que esta canción y esta letra en particular le animaron a llevar a Pink Floyd más allá en su exploración exterior, o quizá debería decir interior.

¿Vio venir el final del flower-power y la llegada de la corporativización del rock?

Tener aquellas audiencias gigantescas para el flower-power fue algo bueno aunque acabase pronto. Pero la verdadero libertad de expresión siempre estará ahí a mano para todos los poetas y artistas que se comprometan seriamente con su trabajo.

En los '60 la prensa se inventó una rivalidad entre usted y Bob Dylan. ¿O no fue un invento?

Claro que lo fue. Aquella rivalidad no existía para nada entre nosotros. Los medios de comunicación dieron una gran publicidad al trabajo de los dos, y eso es importante recordarlo y agradecerlo. Pero las comparaciones siempre son odiosas.

En los '80 bajó el ritmo. ¿Cómo se sentía respecto a la industria musical en aquel momento?

Lo que yo hago no es un empleo. Es una llamada, una vocación. Sólo compongo, grabo y toco en directo a través la voz que me habla desde dentro de mí. Esto no es un trabajo fijo o algo por el estilo. Si hice menos discos en aquella época, no tuvo nada que ver con lo que estaba ocurriendo en la industria musical del momento.

La caja recopilatoria «The Troubador» que salió en los '90 lo reconectó con la gente joven. Y entonces conoció al productor Rick Rubin.

Las recopilaciones son una buena forma de reunir todo el cuerpo de trabajo de un artista, y el «Troubador» fue una colección excelente que, como bien señalas, conectó con las nuevas generaciones de amantes de la música. Cuando conocí a Rick, hicimos juntos el álbum «Sutras», que animó a las masas a volver a la meditación y a los estilos de vida saludables. Una fan me escribió para decirme que después escuchar el disco, fue directa a la cocina y tiró a la basura toda la comida rápida, preguntándose por qué demonios había permitido que entrara en su vida.

Lleva cuatro discos publicados esta década, ¿habrá alguno más pronto?

Sí. Voy a publicar mi nuevo álbum este mismo año, pero no se puede contar mucho.

¿Tiene algún otro proyecto artístico pendiente?

Mi nueva espiral cretiva me ha llevado hasta Radio Atlantis, una plataforma de audio y vídeoarte que presentará mi trabajo y el de mi familia. Será un espacio de radio y televisión en nuestro propio canal de YouTube.

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