Amaral: «Ni siquiera sabemos si nos esforzamos en evolucionar»

El pasado miércoles, el dúo zaragozano estrenó en directo las canciones de su nuevo trabajo «Nocturnal» con una actuación acústica y gratuita en el centro Conde Duque de Madrid que les dejó «muy buenas sensaciones». Han pasado cuatro años desde que se publicó «Hacia lo Salvaje», cuatro años de muchos viajes, muchos conciertos y mucho jet-lag, en los que además no han parado de componer. Quedamos en la Casa Encendida con Eva Amaral y Juan Aguirre para que nos cuenten cómo ha evolucionado su música en esta grabación, sin alterar la marca de la casa «amaralera».

—El primer acto promocional de «Nocturnal» fue un chat con fans en vídeo a tiempo real, a través de Facebook. ¿Qué tal fue? ¿Va por ahí el futuro de las promos?

—(Eva) Era la primera vez que lo hacíamos, y se conectó mucha gente. Lo que pasa es que cuando estás hablando no sabes si realmente hay alguien al otro lado, o se ha atascado la transmisión. Pero todo fue bien y fue una experiencia muy chula. Tener feedback instantáneo es bastante divertido.

—(Juan) Sí, fue divertido pero yo estaba nervioso porque no sabía si estaba funcionando bien. Creo que es la primera vez que se ha hecho en España. A veces se cortaba, había que refrescar la pantalla…

—(Eva) Sobre si es el futuro, nosotros hemos visto la luz. Todavía habrá que desarrollarlo mejor, pero sí.

—El disco se llama «Nocturnal», con acento en la “a”.

—(Juan) Sí, así es. En un principio solo era el título de una de las canciones, pero poco a poco nos dimos cuenta de que era una palabra que englobaba muy bien al resto de canciones. Aunque no tengan que ver unas con otras, porque no es un disco conceptual. Recoge diferentes estados de ánimo.

—Diferentes estados de ánimo, al haberlo compuesto estando de gira.

—(Eva) Sí, yo creo que nos ha pasado siempre, que las canciones hablan de cosas muy distintas porque casi siempre escribimos estando de gira. Como es una necesidad, pues no la dejamos para momentos concretos, en plan: «ahora me voy a poner media hora a componer».

—Este ha sido el mayor intervalo de tiempo entre disco y disco. Pero no habéis parado porque la gira de «Hacia lo Salvaje» fue larguísima.

—(Juan) Sí, ha sido la más larga que hemos hecho, y fue un poco caótica porque empezamos tocando en sitios medianos y acabamos en sitios muy grandes. Y entre medias, muchísimos viajes que hicieron que no termináramos de entrar en el estudio. El reto es organizar la nueva gira mejor.

—Cuando lanzasteis la canción «Ratonera» hace un año, mucha gente pensó que estabais preparando un disco muy político. Pero es más escapista, ¿no?

—(Juan, mientras Eva asiente) A la hora de componer, cualquier sensación vale. Pero no tiene sentido repetir cosas. Esa canción tenía su momento, y las nuevas hablan de otras cosas.

—(Eva) Los sentimientos que me generó el sistema en que vivimos, que se plasmaron en esa canción, sí han evolucionado un poco hacia el escapismo, y a hablar más del amor y de la esencia de la condición humana.

—Alguna canción me ha parecido algo conectada a «Hacia lo Salvaje».

—(Juan) En realidad este disco cuenta una historia diferente, pero claro, nosotros tenemos una forma de hacer música reconocible, que está ahí. Por mucho que nos esforcemos en evolucionar… ni siquiera sé si nos esforzamos en evolucionar. Las canciones nos salen de una forma más natural e impulsiva.

—Eva, debió ser un reto componer «Ciudad Maldita», ¿verdad? Contar una historia real de sufrimiento y lucha de una familiar tuya durante la Guerra Civil, en cuatro minutos de pop…

—(Eva) Sí, de hecho la empecé a escribir hace bastantes años. Es una historia tan tremenda que no sabía si plasmarla con todo el dramatismo, si suavizarla… Pero no se podía echar azúcar a esa historia. Trata de una tía mía que pasó por momentos muy difíciles, y que para mí son un ejemplo de superación, de ejemplo a seguir.

—También se publica hoy la reedición del debut de Los Secretos, donde participáis con una versión.

—Sí, había que hacer un poco de justicia. Porque son un referente al que hemos visto desde pequeños, y ahora son compañeros de profesión. Álvaro (Urquijo) tocó la Rickenbacker en nuestro primer disco, y yo aprendí muchísimo observándole..

—Decíais que es un reto organizar mejor la gira. ¿Cómo lo haréis?

—(Eva) Sí, queremos que tenga un inicio y un final predeterminado (risas), para que todo esté más organizado y tengamos todas las ideas claras.

—Habéis dicho que nunca paráis de componer, pero ¿alguna vez habéis tenido un bache de inspiración del que no nos hayamos percatado?

—(Eva) Yo sí, no exactamente de inspiración pero sí de ganas. Fue cuando murió mi madre. Pensé en parar el grupo, pensé incluso en rehacer mi vida y dedicarme a otra cosa. Pero al final la música es mi vida, lo que más disfruto, y lo que me ayudó a seguir.

—¿Tenéis esperanza de que haya cambios con el IVA que se aplica a los conciertos después de las elecciones?

—(Juan) No tengo ni idea de qué va a pasar, pero lo que me gustaría decirle a la gente es que realmente el IVA no lo vean como una cuestión de que los músicos están siempre pensando en sí mismos. Porque no afecta tanto a grandes conciertos y festivales, como a la iniciativa de la gente que tiene ilusión por tocar en una sala pequeña.

—(Eva) Sí, ataca de forma más virulenta a la cantera, a los que grupos que empiezan.

—¿La lucha por una mejor retribución económica por el streaming está perdida?

—(Eva) ¡Ha mejorado mucho!

—(Juan) El streaming va a ser una de las vías de distribución de música más importantes del futuro. Ya lo es. Ya no existe la obsesión por acumular gigas y gigas de música. SI de una forma cómoda puedes contemplar algo, como si estuvieras en una biblioteca pública, es mucho mejor, está muy bien.

—¿Dices que ha mejorado mucho?

—(Eva) Sí, sí… Ha ocurrido en estos últimos meses, ha mejorado bastante, de hecho es algo que se está comentando…