Lila Downs, cuando México vuelve a ser lindo y querido

¿Se imaginan un cruce entre Joan Baez y Mercedes Sosa? ¿Entre Chavela Vargas y Linda Rondstadt? ¿Entre Soledad Bravo y Emmylou Harris? ¿Entre Shakira y Judy Garland? ¿Se imaginan alguien criado a caballo (la galope, sus padres eran un poco hippies) entre Oaxaca y Minnessotta? Pues esta es una manera clara, sencilla y rotunda de decirles quién es y cómo canta, si aún son unos incautos que aún no la conocen, Lila Downs, una mexicana con sangre norteamericana en sus venas. Antropóloga y cantinera (no es broma, ha ejercido de las dos cosas), experta en cultura popular, habílisima con los tejidos, con la artesanía es, y puedo decirlo porque he tenido la suerte de conocerla en persona, una mujer subyugante y una artista irrepetible.

Y este lunes 24 ya está disponible en formato digital su nuevo disco, «Balas y chocolate», que se editará en formato tradicional en el próximo mes de mayo.

Comprometida, feminista, luchadora, Lila es, como bien señala su discográfica, «una mujer honesta, valiente y que utiliza su canto como un vehículo hacia la justicia, la tradición, la realidad y la utopía de pueblos enteros. "Balas y Chocolate" nos lleva a una mirada profunda hacia el acontecer de la sociedad latinoamericana, a ése que por un lado vive momentos de crisis, carencias, complicaciones sociales y desencanto hacia el poder, pero que se mantiene con vida, esperanza, sueños e ideales que se izan como banderas gracias a las tradiciones que alimentan el alma con su abundancia, color, olor y sabor».

Sobre este nuevo álbum, la propia Lila cuenta que «es una alusión a los tiempos agridulces que vivimos: por una parte, la violencia y, por otra, los excesos y el placer representados por el cacao, manjar de los dioses, fruto que permanece y simboliza nuestra fuerza como nación». El disco está dedicado a la celebérrima celebración mexicana del Día de Muertos, y a las ideas que conlleva esa peculiar manera latinoamericana de enfrentarse a la Muerte y lo que esto significa en cuanto a su relación con la partida del mundo terrenal, quizá ver cumplidos los deseos ancestrales de libertad, tradición, justicia, igualdad, amor, pasión, verdad…

«La música de este álbum celebra a los muertos como es la tradición –continúa Lila Downs. Se baila, se canta, se bebe, se brinda con los difuntos. Se canta un bolero, unas norteñas, unas cumbias, hip-hop y ska y como resultado tenemos un disco bailable, melancólico y alegre, así como es la costumbre de llorar y celebrar al mismo tiempo, porque los mexicanos tenemos la tradición de escribir versos sobre la muerte riéndonos y disfrutando».

Además, el disco alberga dos colaboraciones de lujo, la de Juanes en la canción y video «La Patria Madrina», primer sencillo del álbum, y la de Juan Gabriel, en «La Farsante». Dice Lila al respecto: «Para mí, Juanes representa una voz importante, de relevancia social en Latinoamérica. “La Patria Madrina” nació de la honestidad de un mensaje que ambos sentimos exponer: la realidad, la esperanza y la unión de los latinoamericanos. A Juan Gabriel lo he admirado siempre, es un autor con una sensibilidad muy grande, una gran musicalidad y un respeto profundo hacia la música tradicional de México, fue un sueño poder cantar con él». Desde el dolido México, desde nuestro México lindo y querido llega este soplo de esperanza llamado Lila Downs.