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Toundra: «Tenemos que saborear el momento dulce que vivimos»

El grupo de música instrumental estará en la sala Joy Eslava, de Madrid, los próximos días 28 y 29 de enero

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Hacía mucho, mucho tiempo que una banda nacional de rock instrumental no daba la campanada. Si no ha ocurrido antes por algo será, pero eso ya ha cambiado con la llegada Toundra. Su tercer disco los encumbró como unas de las bandas más prometedoras del pasado año, y ahora, eso se ha notado a la hora de presentar el siguiente, «IV», un álbum editado por el potente sello alemán Century Media y que será presentado en la capital no con uno, sino con dos conciertos en Joy Eslava, ante el rapidísimo «sold out» conseguido para la primera fecha.

«Nos sentimos agradecidos y afortunados por la reacción del público. Suena a tópico típico, pero es así», dice Esteban J. Girón (guitarrista), un tipo que sabe mejor que nadie lo duro que puede ser el camino hasta llegar a la meta.

«Es muy difícil, muy largo, muy laborioso... a veces parece una diáspora. Pero lo difícil para nosotros sería no tener gente con la que tocar, no tener un grupo».

Este pequeño gran paso para Toundra sabe aún mejor si tenemos en cuenta el bache sufrido hace un par de veranos, cuando uno de sus miembros fundadores abandonó el barco. «Víctor se fue del grupo por motivos personales. Quería descansar e irse a vivir a otra ciudad. Ahora le vemos mucho más feliz que antes y no nos podemos alegrar más por él. Personalmente soy de naturaleza insegura... cuando vi a Álex y Alberto, mis otros dos compañeros, tan seguros de querer seguir, entonces fui el primero en saber que teníamos que hacerlo. Ahora tenemos a un nuevo miembro, David, que es una bendición en la parte musical y en la parte personal. Estamos viviendo un momento muy dulce y hay que saborearlo».

Aplausos europeos

Entre sus objetivos para este año está volver a girar por Europa (sus conciertos ya tienen una gran reputación en varios países), y aunque todavía no ha llegado el premio definitivo, vivir de la música («Alberto es programador informático, Álex trabaja en una asesoría, David es abogado y yo trabajo en una distribuidora musical llamada Gran Sol», cuenta Esteban), la hoja de ruta parece bastante clara. «De momento reinvertimos todos los beneficios en gastar más dinero en el grupo. Somos felices con poco, la verdad. Ojalá que si algún miembro del grupo pasa por algún mal momento económico, se le pueda ayudar con lo que genera éste».

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