En la localidad salmantina de Béjar se celebran las fiestas del Corpus Christi de una manera muy peculiar. Como cada año, seis voluntarios se visten de hombres de musgo, para revivir la leyenda de la reconquista de la ciudad. Y con estas placas de musgo, que pesan 14 kilos, se unen a la procesión que recorre el municipio. Una tradición que tiene detrás a tres generaciones de la misma familia que se encargan de elaborar los trajes. Y de colaborar así con una fiesta que está declarada de Interés Turístico Internacional.-Redacción-
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