cultura

María Reig: «La palabra libertad sigue siendo anhelada por todas las generaciones»

La escritora ha presentado su tercera novela ambientada en Cádiz, 'Los mil nombres de la libertad', en la Biblioteca Provincial

María Reig, escritora de 'Los mis nombres de la libertad' ha presentado su tercera novela en Cádiz. Francis Jiménez

Esther Macías

Cádiz

María Reig (Barcelona, 1992) presentó su tercera novela, 'Los mil nombres de la libertad' en la Biblioteca Provincial el pasado jueves. El encuentro literario que fue acogido por numerosos gaditanos que no quisieron perderse esta cita. Un libro que tiene como escenario principal la ciudad de Cádiz de principios del XIX.

Una conmovedora historia de más de 700 páginas narrando tres vidas que lucharán por conquistar su nueva libertad en un país entonces muy convulso. Recién salido del horno, pues ha sido publicado este mismo mes de septiembre por la editorial Suma de Letras.

'Los mil nombres de la libertad', comienza con la familia de Villalta, burgueses acomodados de Santa Cruz de Tenerife, en vísperas de la boda de una de sus hijas. En medio de la noche, los padres reciben una carta preocupante y misteriosa que lleva a la valiente Inés, la hija mediana, a emprender un viaje a la Península con la única intención de ayudar a su familia. Allí está Modesto Andújar, en Cádiz, a donde llega desde Jerez para estudiar Comercio, siendo su vocación la política. En su búsqueda de lo que queda del Cádiz de las Cortes, cuna de la Constitución de 1812, se topará con Alonso Guzmán, un tipo de vida pendenciera que busca huir de su pasado.

- María, ¿qué ha supuesto para usted novelar el Cádiz de hace dos siglos?

- Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Es algo que tenía muchas ganas de hacer y al final cuando te plantas en una ciudad pero en el pasado, tienes que descubrir como era e intentar que no te condicione el presente, lo que ven tus ojos porque al final tienes que reconstruir otra ciudad diferente: trazados de calles ligeramente distintos, edificios que han ido evolucionando, etc. Pero ha sido un proceso de aprendizaje muy interesante el descubrir Cádiz de esa época, que además, tiene una gran importancia a nivel político e intelectual.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de la búsqueda? Deberá haber sido una documentación ardua...

- El proceso de documentación me ha llevado más o menos un año. Lo que son las fuentes, van desde libros de historia hasta consultar crónicas, memorias de la época. También cuando es posible, me gusta consultar hemerotecas, una cabecera que se publicara en ese período. Para todo la cuestión de la moda, he consultado desde manuales más genéricos como todos los repositorios que hay en algunos museos que existían en la época, como por ejemplo el del MEC. Por otra parte, he podido consultar documentos tanto en la Biblioteca Nacional como en el Archivo Nacional de Palacios; los papeles reservados de Fernando VII o expedientes de los viajes de la Familia Real.

- Siendo la novela histórica en España su punto fuerte como escritora, ¿le hace replantearse diferentes situaciones actuales?

- Es verdad que sobre todo me ayuda a tomar perspectiva y ver como se han ido cuajando las cosas, como se han ido consiguiendo. De no consultar sus origines, las daría por sentadas. A veces pasa que pensamos que la Soberanía Nacional siempre se ha entendido como algo un elemento fundamental de la política, pero realmente no es así. Cuando revisas, te vas para atrás, entiendes muchas cosas de la actualidad. No siempre entiendes todo, hay muchos desafíos a los que aún nos tenemos que enfrentarnos como sociedad. Esto te da la oportunidad de plantearte el presente, claro.

- ¿Es difícil abordar el pasado hablando de libertad?

- La palabra libertad es muy debatida. Es una palabra que ya en el siglo XIX se debatió mucho. La palabra libertad tiene una serie de elementos que más o menos pueden ser menos comunes para todo el mundo. Es muy subjetivo, en cada momento o circunstancia de la vida se le puede dar una definición muy variada. No es lo mismo a la libertad que se podía aspirar en aquel siglo que a la que se aspira hoy en día. La palabra se va llenando de diferentes matices. Además, es anhelada por todas las generaciones. Conseguir una libertad cada vez más completa, más perfecta. Siempre es un reto para cada generación.

- Inés de Villalta tiene mucha fuerza en la novela. ¿Cómo es escribir sobre personajes femeninos de siglos pasados?

-Siempre voy acompañada de personajes protagonistas femeninos, al margen de darle protagonistas a los hombres, que es algo con lo que también disfruto mucho. Pero me sale de forma natural. A mí como mujer me interesa mucho explorar el pasado y explorar a mis antepasadas, precisamente porque a veces no sabemos mucho de ellas y no siempre abunda la documentación. Y esto le ha dado un grado de dificultad a la hora de trabajar personajes femeninos. También, el hecho de la poca información que podemos tener, podemos ver que las mujeres de clases más altas están llenas de limitaciones. Es decir, a nivel social, tenían muchas líneas rojas.

- Su camino como escritora fue con el crowdfunding. Cuente como ha sido el proceso hasta día de hoy, apoyada y respaldada por Suma de Letras.

-Es verdad que nunca llegué a autoeditar porque esa era mi idea pero la campaña del crowdfunding fue muy bien. Se activó el boca a boca, llegó a los oídos del alcalde del ayuntamiento de la población, que me apoyaron desde el primer momento. Ofrecí a los mecenas la posibilidad de recuperar ese dinero que habían aportado para el crowdfunding y se quedaron conmigo. Eso me ha permitido tener mi página web, mis primeras fotos de autora, un montón de cosas que al final no te cubre la editorial al principio. Me dieron una gran lección de generosidad. Es un camino muy bonito pero muy duro. Tener una editorial que te apoya, que te ayuda a llegar donde tú sola no puedes, también forma parte de esa generosidad de la que hablo.

- ¿Hay algo que le haya llamado especialmente la atención de Cádiz de 1815?

- Muchas cosas. Lo que más me llamó la atención fue ese contraste. En muy pocos años, Cádiz pasa a ser el centro, consigue resistir en los años de ocupación, sufre un sitio muy complicado y pese a todo, consigue resistir a todo ese ambiente de las Cortes, que incluye los cafés, las tertulias y los periódicos. Y claro, a la vuelta de Fernando VII, todo eso parece que se desvanece. Se cierran muchos cafés, se controlan los asuntos de las tertulias y desaparecen todas esas cabeceras, entre otras cosas. Fue lo primero que me sorprendió. Otra de las cosas que me llamó la atención, que Cádiz era una ciudad muy limpia, tenía un ambiente muy intelectual y se contrastaba con la ciudad de Madrid, que estaban todas las calles sucias. ¡Menudo contraste! Ha sido muy interesante descubrir la ciudad de Cádiz.

- Por último, ¿cuál es el objetivo con esta tercera novela recién publicada?

- Ojalá a la gente le pueda despertar un cierto interés esta época. Tanto como el que sabe como el que quiere saber más, la idea es que se lleven al menos cuatro ideas principales. Por otro lado, que les siga apeteciendo viajar al pasado a través de diferentes fuentes, no necesariamente a través de mis novelas, si no que esto sea la puerta para seguir viajando. Ojalá se encariñen con alguno de los personajes y disfruten de la lectura y ese camino que yo también he disfrutado.

 

 

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