Lorenzo Silva reúne sus reportajes en «Ahí fuera»

El escritor lleva quince años escribiendo crónicas criminales y de guerra que, juntas, conforman un «relato de la realidad española y global»

Lorenzo Silva EFE

B. P.

Lorenzo Silva (Madrid, 1966) llegó al periodismo a través de la novela, un camino inverso al común. Fue hace quince años, y desde entonces ha alumbrado una serie de reportajes y crónicas que le han permitido adentrarse en esa parte oscura (por desconocida, por despiadada) de esto que llamamos mundo. Ahora, el autor ha reunido esas historias de crímenes y guerra, además de algunas entrevistas, en « Ahí fuera » (Destino): un volumen que, de alguna forma, conforma el «relato de la realidad española y global».

«La crónica criminal me interesa mucho porque en ese margen oscuro de la sociedad hay muchas claves de lo que somos», explica Silva al otro lado del teléfono. «Ese mundo no es tan marginal: es ilícito, no es normal, pero es relevante. Es relevante porque personas normales se ven inmersas en él como víctimas, beneficiarios, cooperadores o autores», continúa.

La guerra, insiste, también es relevante, y cuánto, en este siglo XXI que parece no haber aprendido de los errores del pasado. «Las relaciones internacionales y el transcurrir del tiempo actual está marcado por conflictos bélicos. Incluso España, que en el XX se mantuvo alejada, está implicada en guerras planetarias como las de Irak o Afganistán », recuerda.

Como narrador, no ha evitado el talante literario en sus trabajos periodísticos. De hecho, se ha nutrido de él. «El diálogo entre el periodismo y la literatura es muy provechoso. A veces deberíamos sacudirnos las tiranteces que lo rodean», subraya. En su caso, de hecho, esas fronteras son bien delgadas, pues ya en sus novelas había una gran labor de documentación e investigación.

En un momento en el que hay tantos lectores cansados de ficciones banales y hechas a prisa –« la ficción es una cosa muy seria »–, Silva reconoce que las narraciones pegadas a la realidad se han convertido en un soplo de aire fresco. «Antes que leer una mala novela es mejor leer un reportaje mínimamente bien documentado y bien contado», remata.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación