Bret Easton Ellis: «El miedo a Disney recorre Hollywood»

El autor de «American Psycho» presenta en el Festival de Roma su último libro, «Blanco»

Bret Easton Ellis, en Roma EFE

DAVID MARTOS

Podría parecer una decisión extraña por parte del Festival de Roma, pero Bret Easton Ellis [Estados Unidos, 1964] mantiene una larga historia de amor-odio con el cine. Cuatro de sus novelas más conocidas han sido adaptadas a la gran pantalla –la más celebrada y atacada es «American Psycho», hace casi dos décadas–, ha escrito varios episodios para series de televisión y ha producido dos largometrajes: el último fue «The Canyons», para el director Paul Schrader. Así que el gran referente de las letras de la Generación X , más allá de jugar a ser un provocador desde sus libros o sus redes sociales, se reivindica también como un verdadero cinéfilo. Ayer hizo gala de esa condición en un encuentro con el público romano para hablar de sus películas favoritas de los setenta del cine americano, una década que idolatra.

El encuentro del autor con ABC se produce después de una rueda de prensa en la que Ellis pisó todos los charcos. En la polémica sobre Marvel de Martin Scorsese y Francis Ford Coppola –ambos han arremetido contra la franquicia de películas de superhéroes–, criticaba las películas sin alma pero recordaba que el creador de «El Padrino» lleva décadas sin hacer una buena película; también apuntaba que intentó escribir la adaptación al cine de «50 sombras de Grey» , que le pareció «un libro malísimo que podía convertirse en una gran película», para acabar siendo, después de que el estudio no aceptase su oferta, «un libro malísimo que se convirtió en una película no muy buena».

Corrección política

Ellis, obsesionado con la corrección política imperante, ha hecho una parada en Roma aprovechando el tour promocional de su nuevo libro, «Blanco» , una suerte de ensayo sobre el tiempo en que vivimos que recopila algunos de sus viejos textos. «No sé si mi libro es una solución para la corrección política, no sé si tengo respuestas para usted. Pero lo que sí sé es que, si una palabra como ‘Blanco’ resulta provocativa en mi país, quien tiene el problema es la persona a la que le molesta la palabra», dice en referencia a las críticas que ha recibido por escribir desde la posición de «hombre blanco y privilegiado». «¿Por qué la palabra ‘blanco’ se considera tan controvertida en este momento? No debería serlo», afirma.

El libro recuerda algunas de las polémicas en las que se ha enzarzado a través de Twitter –sus críticas a David Foster Wallace o a la directora Kathryn Bigelow , por ejemplo–, y arremete contra la llamada «cultura woke», extendida entre ciertas capas de la opinión pública de izquierdas en América. «¡Es un chiste! La cultura ‘woke’ invita a ser consciente todo el tiempo de cosas que al fin y al cabo no tienen ninguna importancia: el color de la piel, la sexualidad, si eres hombre o mujer… Y, como te defines solamente por unas características, con la definición van aparejadas una serie de agravios que te convierten en una víctima. ¡Eso es una locura! Muchas de esas victimizaciones no están ocurriendo, son solo una herramienta para controlarnos», explica.

Visión del mundo «disneyficada»

Y, sin embargo, el propio autor recuerda su papel de víctima en la esfera pública: «He tenido que aguantar las críticas toda mi vida. La gente tiende a olvidarse de que cuando se publicó ‘Menos que cero’ en Estados Unidos, allá por 1985, fue un libro odiado. Y ha sido así durante toda mi carrera. Todos mis libros han sido controvertidos. Incluso era así antes de que me convirtiese en escritor. Cuando estaba en la Universidad y daba clases de escritura… a la gente no le gustaba cómo escribía, no le gustaba lo que decía, no le gustaba mi negatividad, mi violencia, mi nihilismo . Y eso incluye a mis profesores. ¿Qué le voy a hacer? Pero yo nunca le he escrito a un crítico, nunca he dicho nada negativo sobre una crítica. Todo el mundo tiene su opinión y sus gustos, y a mí eso me parece muy bien», reitera mientras apura una y otra vez su botella de agua.

Ahora le obsesiona el mundo del cine. De hecho, quiere que su próximo libro hable solo del séptimo arte. «Siempre va a existir una necesidad de películas oscuras y adultas », vaticina. «Hay excepciones como ‘Joker’ , pero en general creo que esas películas se van a producir en el entorno de la televisión. ¡Y ahí está el miedo a Disney, que lo posee todo, posee Hollywood! Lo que Disney va a hacer son películas que reflejen su ética corporativa: sin riesgo, con mucha facturación, para toda la familia, sin desnudos, sin tabaco, sin drogas, una visión del mundo que estará ‘disneyficada’. Este es el miedo que recorre Hollywood, y con razón».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación